Lima es la segunda capital en el mundo más desértica después de El Cairo. La reestructuración de la Costa Verde, en la bahía de Lima, pretende reconciliar la ciudad con sus habitantes. El proyecto no solo reverdecerá el litoral capitalino, sino que creará más espacios públicos de recreación y de deporte, en la que ricos y pobres puedan convivir.

“Los más de 25 kilómetros de la Costa Verde aún están desaprovechados”, dice el urbanista Jorge Ruíz de Somocurcio, encargado del proyecto. Según el arquitecto peruano, la ciudad siempre ha vivido de espaldas al mar, siendo la única capital sudamericana que cuenta con este beneficio. El municipio quiere convertir su litoral en el espacio público más importante de la capital, integrando la ciudad con el mar a través de cuatro grandes ejes urbanos que conducirán a islas y puertos unidos por un paseo marítimo a lo largo de toda la costa.

Este plan comprende un puerto marino con espacio para eventos, conciertos, instalaciones recreativas, culturales y playa a la cual se llegará con transporte público o ciclovias. “Las playas serán ordenadas y transformadas con un malecón, arborización, ciclovías, paseos y, sobretodo, con playas limpias”, asegura Ruíz de Somocurcio.

Mejor red de transporte

Una de las principales urgencias de la metrópoli peruana es el transporte. Según estudios de la Municipalidad de Lima, un limeño pierde, en promedio, cuatro horas diarias en trasladarse de un extremo de la ciudad al otro. Por ello, se ha puesto en marcha la denominada Red Básica del Metro de Lima que estará conformada por seis líneas que interconectarán y cubrirán gran parte de los viajes de la capital peruana y de la provincia del Callao. La extensión total de este nuevo sistema de transporte es de 165 kilómetros.

La primera línea del Metro, inaugurada en 2010, recorre el área metropolitana en un viaducto elevado que tiene una extensión de 35 kilómetros y está compuesta por 26 estaciones. Solo con esta línea se transportan más de 320.000 pasajeros por día, una cifra que ha superado la proyección de demanda estimada recién para 2035. Los usuarios de este medio han reducido el tiempo de viaje a menos de la mitad.

Actualmente, la segunda línea subterránea, de 27 kilómetros de extensión, está en construcción y unirá el aeropuerto internacional, ubicado al oeste, con el este de la ciudad. Su inauguración ha sido anunciada para 2021. Las otras cuatro líneas del Metro de Lima aún se encuentran en proceso de licitación. En el futuro, se prevé integrar esta red de ferrocarril metropolitano a la red de buses El Metropolitano y los Corredores Viales. De este modo, se espera cubrir más de la mitad de los 12 millones de viajes que se realizan al día en la capital peruana y retirando así de circulación los buses antiguos.

Aprovechando los Panamericanos Lima 2019

Lima fue elegida en 2013 como sede, por primera vez, de los Juegos Panamericanos 2019. Pero, ¿en qué aspectos beneficia esto al ciudadano? Se prevée construir la Villa Deportiva Panamericana para la competición. Esta instalación, que constituye el eje principal de los Juegos, es un complejo deportivo, de viviendas y de servicios para 9.500 personas. Además de los grandes complejos deportivos como la Villa Deportiva Nacional, el Polideportivo de San Isidro y la Villa deportiva del Callao, en el puerto de El Callao se construirá un espigón de 2,5 kilómetros de longitud para las prácticas de remo, canotaje, vela y natación en aguas abiertas.

Las instalaciones del Polideportivo de San Isidro, en el cual se desarrollarán las competiciones de gimnasia, trampolín, karate, entre otros, se convertirán en un gran parque ecológico de 85.000 metros cuadrados. De este modo, se generarán extensas áreas verdes que Lima necesita.

Las obras para los Juegos empezarán a construirse en 2017. Este Plan Maestro permitirá construir una infraestructura deportiva nunca antes hecha en el Perú. Con este proyecto se logrará un gran avance en la deficiente estructura deportiva. Finalmente, una vez terminados los Juegos se pondrán a la venta los departamentos de la Villa Deportiva. 

Sin duda, estos tres grandes proyectos no solo cambiarán la cara de la metrópoli peruana, sino que también  mejorarán las necesidades básicas de la ciudad, haciendo de Lima una urbe más humana y sostenida.