1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

La revuelta de los farmacéuticos

13 de noviembre de 2002

El conflicto entre el sector de salud y la Ministra de Salud alemana Ulla Schmidt se agrava. Unas 10.000 personas manifestaron en Berlín contra los planes de recorte del gobierno rojiverde.

Un trago amargo.Imagen: Bilderbox
Las asociaciones del sector de salud pronostican un caos: desempleos masivos, el cierre de farmacias y largas colas de pacientes esperando a ser atendidos por médicos mal pagados. El presidente de la Asociación de los Médicos con Consultorio, Jörg Dietrich Hoppe, amenaza con un boicot de los planes de recortes del sistema de salud y propone subir la tasa de las cotizaciones.

Ulla Schmidt defendió su plan de ahorro. "Pienso que lo que queremos poner en camino es realizable, y que podemos asegurar la calidad del tratamiento para los pacientes", dijo la ministra en Berlín.

La ira de los médicos y farmacéuticos no sorprende demasiado. El plan de la ministra prevé congelar los gastos para el año 2003 y será votado en el parlamento , junto con algunas reformas del sistema de pensiones y del mercado laboral, el viernes próximo.

Los planes de la ministra serán dolorosas para el sector de sanidad, pero la demanda del presidente de los médicos, Hoppe, de cargar los inmensos gastos sobre los contribuyentes, es ilusoria y contraproducente. Las verdaderas víctimas son los ciudadanos, obligados a subvencionar un sistema de salud pública digno de reformar.

En Alemania, toda persona tiene derecho a atención sanitaria. Alemania posee una de las más densas redes de servicios médicos y hospitalarios del mundo. Pero ello tiene un precio y éste aumenta aceleradamente desde hace años. Los costos de ese sistema son hoy sumamente altos, incluso para un país rico como Alemania.

La base del sistema de salud la conforman las cajas de salud obligatorias, con un presupuesto anual de unos 133.000 millones de euros y tendencia a aumentar. Las cajas de salud obligatorias financian aproximadamente el 55% de toda la facturación del sector. En Alemania, unos 72 millones de personas, es decir, más del 90% de la población, están aseguradas en una de los 396 seguros médicos.

"No puede pasarse por alto que los altos costos del sistema ya no tienen relación alguna con los resultados, que no pasan del promedio de los estándares internacionales e incluso ni siquiera lo alcanzan", dijo ya en diciembre de 2001 Ulla Schmidt.

Los sindicatos, las cajas de salud y las asociaciones de protección al consumidor parecen apoyar a la ministra. Médicos, hospitales y farmacéuticos harían bien en acostumbrarse a recortes en sus ingresos, en vez de querer cargar de nuevo los costes sobre el contribuyente.