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La sombra de Cancún

15 de diciembre de 2003

Dicen que el tiempo lo cura todo, sin embargo 3 meses parecen poco tiempo para sobreponerse al fracaso de Cancún. Representantes de la OMC informaron que no será hasta el 2004 hasta cuando reinicien las negociaciones.

La lucha contra las subvenciones continúa en Ginebra.Imagen: AP

Reunidos en la ciudad de Ginebra, 146 representantes de países miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC) querían reactivar las negociaciones sobre la ronda comercial iniciada en Doha en el 2001. El presidente del Consejo General de la OMC, el uruguayo Carlos Pérez del Castillo, puso pronto fin a toda esperanza de la pronta reactivación de las negociaciones para un comercio mundial más justo. El hecho es que los representantes no logran ponerse de acuerdo sobre temas como la regulación del comercio de algodón y agricultura en general, y tampoco sobre los llamado Temas de Singapur (Singapure Issues) que tratan sobre la protección de las inversiones y procedimientos aduaneros.

ONGS presentes

El descontento no se limitó sólo a los negociadores. Al margen de la reunión, diversas organizaciones no gubernamentales apoyaron a las naciones en vías de desarrollo y centraron sus críticas en forma de pancartas, contra uno de los temas más polémicos, la llamada cláusula de paz. Ésta especifica que los países en vías de desarrollo miembros de la OMC, no pueden implementar medidas en contra de las subvenciones agrícolas de las naciones más industrializadas, si éstas se han comprometido a reducir sus subvenciones a largo plazo.

Imagen: AP

Precisamente estas subvenciones que infligen pérdidas millonarias a los agricultores de las naciones en vías de desarrollo fueron uno de los mayores obstáculos en Cancún. Rudolf Buntzel-Cano de la Asociación Evangélica para el Desarrollo, calificó esta cláusula de "producto de un acuerdo de último minuto entre Estados Unidos y la Unión Europea en la Ronda de Uruguay". Esta cláusula perjudica a los países en vías de desarrollo, pues no les da oportunidad alguna de protegerse de las subvenciones de las naciones industrializadas, de ahí la importancia simbólica que tiene su rechazo, según Buntzel-Cano, pues demuestra que los países del cono sur no se dejan engañar por los argumentos de la Unión Europea.

Rechazan cláusula de paz

Posturas similares a las de Buntzel-Cano, son las que defienden Gertrud Röbeling, representante de Aprodev, la Asociación de Iglesias para el Desarrollo y de ICCo, una organización holandesa para el fomento del desarrollo. Todos ellos exigen que las naciones en vías de desarrollo voten en Ginebra en contra de la prolongación de esta cláusula que durante los últimos 10 años ha protegido los intereses del norte y creado gran desequilibrio en el sur.

Según sostienen junto con Buntzel-Cano, si se lograra cancelar la cláusula, las naciones en vías de desarrollo podrían imponer demandas contra las subvenciones agrícolas ante la comisión de arbitraje de la OMC. El proceso no sería sin embargo fácil, pues deberían primero demostrar que existen las subvenciones, que estas resultan contraproducentes, así como la relación entre las subvenciones y el daño.

Quieren vender gato por liebre

Además de la cláusula de paz, ha llegado a Ginebra todo el resto de problemas no resueltos en Cancún. Aún cuando la Unión Europea anunció después de la última reunión en el puerto mexicano que mostraría mayor flexibilidad al momento de negociar con las naciones del sur, hasta el momento nada se nota. Michael Frein del Servicio Evangélico para el Fomento del Desarrollo, opina que es poco lo que ha cambiado e incluso observa un empeoramiento. Por ejemplo en lo que atañe a los llamados Temas de Singapur sobre las negociaciones de inversión. La OMC propone sacarlos de la agenda normal de negociaciones y tratarlos de forma separada. La Unión Europea ha pedido que se negocie bilateralmente con aquellas naciones que realmente están interesadas en acuerdos de inversión. Desde el punto de vista técnico esto significaría que se cerrarían acuerdos plurilaterales, una opción que los países en vías de desarrollo rechazaron precisamente hace dos años en la reunión en Doha. Y por buenas razones, pues temen que a posteriori se vean obligadas a cerrar contratos de este tipo. Esto significaría que les meterían por la puerta trasera lo que han rechazado por la entrada principal.

Manifestantes en Cancún.Imagen: AP

Uno de los mayores problemas de los países en vías de desarrollo, según explica Michael Frein, es el tema de la condonación o la renegociación de deuda, que dan una ventaja de acción a las naciones industrializadas, que van presionando y encaminando a los países en vías de desarrollo por el camino de su elección.

Con el fin de volver a ejercer el gran apoyo que dieron en la cumbre de Cancún, las organizaciones no gubernamentales se han dado cita en Ginebra, en donde se realizan negociaciones tan importantes como las de Cancún, aunque no gocen de la gran difusión de medios que se registró en el puerto mexicano.

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