Francisco quiere canonizar en septiembre a la religiosa. La monja católica viajó en la década de 1980 varias veces a la antigua Alemania del Este, cuyo temido servicio secreto siguió sus movimientos.
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La vida y la obra de la Madre Teresa apenas había despertado el interés del Estado. Nacida en 1910 en Skopje (actual Macedonia) en una familia albanesa, luchó desde 1950 contra el sufrimiento de los más pobres entre los pobres, provocando gran admiración. La obra fundada por sus Misioneras de la Caridad en Calcuta, India, la hicieron mundialmente conocida desde 1970. Nueve años más tarde fue reconocida con el Premio Nobel de la Paz.
Tras la ceremonia, viajó regularmente a la República Federal de Alemania. Y entre 1980 y 1989, también una docena de veces a la República Democrática de Alemania, la RDA. El régimen de Berlín oriental trataba con recelo a la iglesia católica. Pero no desaprovechaba la oportunidad de utilizar la presencia de celebridades como ella. La monja fue considerada una "visita de alto nivel". En los archivos de la Stasi aparece a veces como "Madre Teresa", otras como "Madre Teresia", como "Madre Theresa", a veces viene en mayúsculas… incluso llega a aparecer como "la monja india Mary Teresa Bojaxhiu, conocida como Madre Teresa".
Salvoconducto preferente
De ningún modo se desprende que los caminos de la Madre Teresa se desviaran del plan marcado. A veces llegaba un día después de lo previsto, otras volaba uno antes. Pero las autoridades y la Stasi eran puntualmente informadas con antelación. Cuando a mediados de 1986 publicó el periódico Berliner Morgenpost una nota sobre una inesperada visita de la religiosa, el expediente correspondiente lleva la anotación "hasta ahora nada desconocido. Informados HA XX y VI". Desde la entrada (en un Mercedes del consulado indio) hasta la salida (en un vuelo a Atenas desde el aeropuerto berlinés de Schönefeld), eran informados los distintos departamentos. Y como suele recogerse en los expedientes, se le daba "paso prioritario sin control en la aduana".
La primera visita, en 1980, fue sin duda la más espectacular. La Madre Teresa estaba en Berlín occidental. La Secretaría de Estado de Asuntos Religiosos de la RDA recibió su solicitud de ingreso el 5 de junio, durante la celebración del Corpus. Era entonces ministro de Asuntos Exteriores Oskar Fischer. El caso llega al ministro de Seguridad del Estado (Stasi), Erich Mielke. Él sugiere "permitirle excepcionalmente como extranjera la entrada por el control fronterizo de la calle Heinrich Heine".
Fotos en blanco y negro
Para Corpus Christi, miles de visitantes de Berlín occidental estaban en la parte oriental. La Stasi tenía 115 agentes de campo infiltrados, entre otras cosas para controlar a la albanesa con pasaporte diplomático indio. A su llegada, la Stasi anotó solamente el puesto por el que realizó la entrada "desde Berlín occidental filmada por dos desconocidos". Y la fotografió. Cuando llegó a la catedral, volvió a ser ampliamente documentada su presencia en imágenes, registrando en ellas a sus interlocutores. Numerosas fotografías se pueden encontrar todavía en los archivos.
Al año siguiente, en 1981, cuatro hermanas de su congregación entraron a trabajar en cuidados paliativos en el hospital católico de St. Hedwig de Berlín oriental. Dos años más tarde, por primera vez las vino a visitar la Madre Teresa.
Ramo de flores y noticiero
Un detalle de 1984 muestra la importancia que revestía para el Estado. Entonces quería la Madre Teresa visitar una segunda instalación en Ciudad Karl-Marx (actual Chemnitz).
Las autoridades locales se enteraron de la visita sólo una vez comenzada. Y el alcalde, el camarada Kurt Müller, buscaba consejo. Se lo dio desde Berlín el subsecretario de Estado para Asuntos de la Iglesia: sería "del mayor interés que acudiera aquí en la ciudad a un encuentro con el alcalde". Y debería informarse "esta tarde en Cámara Actual" (que era el informativo principal de la televisión de la RDA). Debía al menos por todos los medios conseguirse una fotografía por parte de la agencia oficial de noticias ADN para proporcionársela a United Press y a otros medios, puesto que la "prensa occidental espera ver cómo es tratada la Madre Teresa en la RDA".
La insistencia de la Secretaría de Estado para una recepción o una charla informal en el Ayuntamiento no dio frutos. Ella quería escribir una carta al alcalde a través del sacerdote que la alojaba, pero no tenía tiempo en esta ocasión para un encuentro. Así que se le pidió al político que fuera al convento de las Hermanas de la Caridad. Le llevó un ramo de flores y un libro de fotografías de la ciudad, acompañado por el equipo de Cámara Actual "de principio a fin". La agencia estatal de noticias ADN habló de un "encuentro cordial".
Espacios de memoria en Alemania y Latinoamérica
Numerosos sitios buscan honrar a quienes fueron víctimas de crímenes de estado y generar conciencia para que dichos episodios no vuelvan a ocurrir.
Imagen: Cristóbal Palma
Verdad y reparación
En diferentes países y con distintas historias, los espacios de memoria llaman a tomar conciencia sobre crímenes que no deben repetirse. El emblemático “nunca más” a dictaduras, regímenes totalitarios y conflictos armados es el gran mensaje que encierran estos lugares, donde se promueve el respeto a los Derechos Humanos, se hace visible a las víctimas y se reconoce su dignidad.
Imagen: Secretaría de Derechos Humanos, Argentina
Alemania y su memoria
El esfuerzo de Alemania por elaborar su memoria en torno al nacionalsocialismo y la extinta República Democrática Alemana se ha traducido en diversas iniciativas. En Bremen, este enorme búnker destinado al ensamblaje de submarinos en la Segunda Guerra Mundial es hoy un memorial por los dos mil prisioneros que aquí murieron, de los más de diez mil que realizaron trabajos forzados día y noche.
Imagen: picture-alliance/dpa
Crímenes de estado
Las celdas de la antigua prisión de la Stasi se mantienen como testimonio de la represión en la RDA. Tras su cierre en 1990, antiguos prisioneros impulsaron la creación de un sitio conmemorativo. El Memorial Berlín-Hohenschönhausen es visitado anualmente por 436 mil personas, en su mayoría estudiantes, quienes son guiados normalmente por exprisioneros.
Imagen: Ruth Stoltenberg
Ventana al pasado, reflexiones actuales
Una oficina y un antiguo teléfono hacen recordar el férreo sistema de seguridad, que incluía una extensa red de espionaje, informantes y escuchas, de los que nadie estaba libre. Investigación, exposiciones, actividades y publicaciones del memorial fomentan la reflexión sobre las formas y las consecuencias de la persecución y la opresión política.
Imagen: Ruth Stoltenberg
Memoria, verdad y justicia en Argentina
El edificio del viejo aeropuerto de Trelew, sur de Argentina, fue recuperado para honrar la memoria de un grupo de presos políticos fusilados en este lugar. Hoy forma parte de la Red Federal de Sitios de Memoria: lugares donde se registraron casos de secuestro, tortura y desaparición forzada de personas por razones políticas durante la dictadura cívico-militar, entre 1976 y 1983.
Imagen: Secretaría de Derechos Humanos, Argentina
Investigación y justicia
Este centro clandestino de detención funcionó en dependencias policiales en pleno centro de la ciudad de Córdoba, Argentina. Hoy es sede de la Comisión y el Archivo provincial de la Memoria. La conservación de estos sitios aporta también pruebas para las investigaciones judiciales.
Imagen: Secretaría de Derechos Humanos, Argentina
Museo de la Memoria, Santiago
En muchos países se construyen centros para resguardar la memoria. Más que museos tradicionales, son espacios de reflexión y encuentro en torno a determinados hechos. En Chile, el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos está dedicado al período de la dictadura de Augusto Pinochet, entre 1973 y 1990.
Imagen: Matías Poblete Aravena
Testimonios en dictadura
La colección incluye más de doscientas mil piezas, entre objetos y registros en distintos formatos. Entre ellas, hay archivos de organismos de DDHH que operaron bajo dictadura y que fueron declarados Memoria del Mundo por la UNESCO en 2003. También objetos artísticos, recuerdos y cartas de prisioneros y familiares, y más de dos mil registros fílmicos.
Imagen: Matías Poblete Aravena
Centro de Memoria, Paz y Reconciliación, Bogotá
El CMPR, en la capital de Colombia, es un espacio para la dignificación de la memoria de las víctimas de más de medio siglo de violencias y conflictos armados, y un aporte a la construcción de una cultura de paz y respeto de los Derechos Humanos. Tiene un centro de documentación y ofrece exposiciones y eventos participativos.
Imagen: Diego Bauman /Alcaldía Mayor de Bogotá
Museo de la Palabra y la Imagen, San Salvador
El MUPI de la capital de El Salvador reúne un amplio registro de documentos, archivos sonoros, películas, fotos y objetos que permiten dar una mirada profunda a la historia y los conflictos armados que han sacudido este país. A través de la campaña “Contra el caos de la memoria” recupera documentos de valor histórico, cultural o artístico.
Imagen: Museo de la Palabra y la Imagen San Salvador, Februar 2015.
Proyecto Lugar de la Memoria, Lima
El LUM (Lugar de la Memoria, la Tolerancia y la Inclusión Social) está emplazado en la capital peruana. Se construyó con aportes del gobierno alemán y será inaugurado en diciembre de 2015. Una muestra permanente y un centro de documentación con más de 10 mil archivos son parte del proceso de recordar los hechos de violencia entre 1980 y 2000.