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La UE cambia de tono en sus relaciones con China

Barbara Wesel
22 de marzo de 2021

Bruselas había intentado prorizar el comercio con Pekín, pero ha acabado imponiendo sanciones por violaciones de los derechos humanos de los uigures.

Josep Borrell, jefe de la diplomacia europea
Josep Borrell, jefe de la diplomacia europeaImagen: Aris OIkonomou/AFP/Getty Images

El encuentro de los ministros de Exteriores de la Unión Europea en Bruselas ha marcado un cambio de rumbo. Si hasta ahora se les ha acusado de indecisión y desunión, esta vez han descubierto su columna vertebral y acordado las primeras sanciones en treinta años por violaciones de derechos humanos en China. La respuesta no se hizo esperar. Pekín dijo no tolerar la "injerencia en asuntos internos" ni las "lecciones sobre derchos humanos".

Confrontación con China

Tras meses de llamamientos respecto a los derechos humanos de los uigures en la provincia de Xianjian, la UE impone ahora sanciones contra el Gobierno chino. Estas afectan a cuatro representantes del Partido Comunista en la región, a quienes se imputa la persecución sistemática de esta minoría musulmana. Entre ellos está, entre otros, el jefe de los servicios de seguridad locales, a quien se responsabiliza de "graves violaciones de los derechos humanos". De acuerdo con informaciones occidentales, en Xianjian hay cientos de miles de uigures en campos de detención, en condiciones inhumanas.

Pese al deterioro constante de sus relaciones con China, la UE había evitado la confrontación directa. La decisión de este lunes (22.03) es un síntoma de cambio. Desde el embargo de armas de 1989 tras la masacre de la Plata de Tiananmen, la UE no había impuesto más sanciones a China. Aunque las medidas contra estos cuatro altos cuadros del Partido son duras, tienen más bien una naturaleza simbólica: ya no pueden viajar a la UE, ni disponer de cuestas en el extranjero, ni recibir dinero desde Europa.

Contramedidas "inaceptables"

Pekín ha devuelto el golpe con medidas de castigo contra diez europeos y cuatro órganos de la UE. Entre ellos esta el eurodiputado verde alemán Reinhard Bütikofer, quien dirige la delegación para China del Parlamento Europeo. En su opinión, "la reacción en escalada de China (...) es a la vez insolente y ridícula".

En la lista de los chinos se encuentran también el eurodiputado cristianodemócrata Michael Gahler y el liberal holandés Sjoerd Sjoerdsma. El Gobierno de Países Bajos ha convocado al embajador chino en respuesta. "Mientras China continúe el genocidio de los uigures, no me callaré", escribió Sjoerdsma en Twitter. Los Parlamentos de Países Bajos y Canadá llaman "genocidio" a las severas violaciones de derechos humanos contra los uigures.

China también ha impuesto sanciones contra el Instituto Mercator de Estudios Chinos en Berlín y el Consejo Político y de Seguridad del Consejo Europeo. Pekín los acusa de "dañar gravemente la soberanía y los interses chinos y expandir mentiras perniciosas e informaciones falsas".

El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, calificó las contramedidas chinas de "lamentables e inaceptables". Las sanciones son, a su juicio, una respuesta a abusos y violaciones graves de los derechos humanos. Con este intercambio se ha levantado un nuevo y duro tono en las relaciones entre la UE y China. Hasta ahora, el bloque comunitario había intentado priorizar el comercio con Pelkín. Pero ahora, siguiendo la estela de Estados Unidos, Bruselas ha decidido jugar otras cartas.

(eal/ers)

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