Por primera vez en los 65 años de historia de la Unión Europea, se retienen fondos destinados a un socio: Hungría. "En la UE, a los autócratas se les recorta ahora el dinero”, dijo el europarlamentario Daniel Freund, de Los Verdes, calificando el hecho de "histórico”.

En una sesión nocturna, los embajadores de los países de la UE resolvieron retener 6.300 millones de los proyectados 22.000 millones del fondo de cohesión para el período 2023-2027, destinados a nivelar las condiciones de vida. De todos modos, dos terceras partes del monto total no se ven afectadas por la medida.

Nueve meses atrás, la presidenta de la Comisión de la UE, Ursula von der Leyen, había puesto en marcha el "Mecanismo de Estado de Derecho”. De acuerdo con las reglas, Hungría tenía tiempo hasta fin de año para cumplir las condiciones dictadas, es decir, para garantizar legalmente que los dineros no se desviarían por los canales de la corrupción. Eso no ocurrió en la medida suficiente, motivo por el cual se tomó la decisión. "El presupuesto de la UE, en total, peligra debido a la falta de controles legales en Hungría”, había dicho en septiembre el comisario de Presupuesto, Johannes Hahn. 

Amplia mayoría conta Hungría

Para sorpresa de algunos, una gran mayoría votó contra Hungría. Según el presidente checo del consejo, incluso lo hicieron otros países con gobiernos nacionalistas de derecha, como Polonia e Italia. La resolución de los embajadores debe ser confirmada ahora por los gobiernos, cosa que podría ocurrir en la cumbre de este jueves. 

En forma igualmente sorpresiva, el embajador húngaro ante la UE declaró que su país no mantendrá el bloqueo de 18.000 millones de euros del presupuesto comunitario destinados a Ucrania, sacudida por la guerra. Tras vacilaciones iniciales, Hungría también aceptó el financiamiento de más armas para Ucrania, de un fondo dotado con 5.500 millones de euros.

Impuesto mínimo

Además, Hungría retiró su veto contra la aplicación de un impuesto global mínimo. El objetivo es evitar que las empresas escabullan tributos y velar por la tributación justa de los consorcios internacionales. Los países del G20 habían aprobado un impuesto mínimo del 15 por ciento; solo la UE no podía actuar debido a la negativa húngara. Observadores estiman que, al ceder, Hungría logró que se le retuviera menos dinero de la UE del inicialmente previsto.

De momento, la UE está en una posición de ventaja, a juicio del ministro de Relaciones Exteriores de Luxemburgo, Jean Asselborn, quien lleva tiempo criticando la situación del Estado de derecho en Hungría. "Le dijimos a Hungría que no podía seguir ignorando el Estado de derecho. Este es un punto muy importante. Orbán ha perdido decididamente la batalla contra la Unión Europea”, indicó a la emisora Deutschlandfunk.

¿Y qué pasa con Polonia?

¿Puede tener la aplicación del Mecanismo del Estado de Derecho contra Hungría también el efecto de una señal de advertencia para otros países, como Polonia? El comisario europeo de Presupuesto, Johannes Hahn, cree en principio que sí. Pero aclara que siempre debe haber una clara relación con problemas jurídicos, como estableció la Corte de Justicia Europea. Eso ocurre en el caso de Hungría, debido al peligro de corrupción. No es igualmente claro en lo tocante a Polonia, criticada por la falta de independencia de sus tribunales, explicó el comisario.

Pero existen también otras vías. Por ejemplo, Polonia ha perdido varios procesos ante el Tribual Europeo en torno a su reforma judicial, e ignora en parte los veredictos. Por eso debe pagar, desde septiembre de 2021, una multa diaria de un millón de euros. En teoría. En la práctica, el gobierno polaco se niega a girar el dinero. La Comisión Europea podría entonces restar esas cantidades de los fondos de fomento, del presupuesto comunitario, que corresponden a Varsovia.

(ers/cp)