La UE condena el asesinato del físico nuclear iraní
28 de noviembre de 2020
La Unión Europea lo considera un "acto delictivo", pero pide a "todas las partes" evitar una escalada. Israel pone en alerta todas sus embajadas ante el anuncio de represalias por parte de Irán.
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"El 27 de noviembre de 2020 en Absard, Irán, un funcionario del Gobierno iraní y varios civiles fueron asesinados en una serie de ataques violentos. Esto es un acto delictivo y va en contra del principio de respeto de los derechos humanos que defiende la UE", declaró este sábado (28.11.2020) en un comunicado un portavoz del alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores, Josep Borrell.
El club comunitario aseguró ante el asesinato del prominente científico nuclear iraní Mohsen Fajrizadeh que "en estos tiempos inciertos, es más importante que nunca que todas las partes mantengan la calma y ejerzan la máxima moderación para evitar una escalada que no puede interesar a nadie". En la misma línea se ha expresado el portavoz del ministro alemán de Exteriores, Heiko Maas, en el que pide evitar dar pasos que puedan llevar a un agravamiento de la situación.
Alerta en Israel
Israel puso hoy en alerta a sus embajadas por temor a represalias de Irán que le acusó de estar detrás del asesinato, según informaron medios israelíes. Preguntado por Efe, un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores israelí respondió que "no comentan sobre asuntos relacionados con la seguridad", igual que ayer la Oficina del Primer Ministro declinó manifestarse ante las acusaciones que le responsabilizan del asesinato junto a Estados Unidos.
El presidente iraní, Hasan Rouhani, advirtió hoy de que su país responderá "en el momento apropiado y de la forma adecuada", al tiempo que acusó a Israel de querer "crear el caos". Por su parte, el líder supremo iraní, Alí Jameneí, ordenó también a las autoridades del país castigar a los autores materiales e intelectuales del asesinato.
lgc (efe/reuters)
Historia de la Revolución Islámica (02.2018)
A comienzos de 1979 fue derrocado el último shá de Persia, Mohammad Reza Pahlevi. Los invitamos a recordar ese suceso en esta galería de imágenes.
Imagen: akairan.com
Regreso a Teherán
El 1º de febrero de 1979, el Ayatolá Jomeini volvió de su exilio parisino hacia Teherán y fue recibido con júbilo por la gente. Durante años, criticó al sha de Persia y a su élite política debido, según el Ayatolá, a la represión de personas que pensaban diferente, por la fuerte “occidentalización” de Irán y por su estilo de vida lujoso y decadente.
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Esperando al líder religioso
Cerca de cuatro millones de iraníes celebraron la llegada de Jomeini en las calles de Teherán. Las manifestaciones masivas en contra del sha de Persia ya llevaban cerca de un año. Desde agosto de 1978, las huelgas generales de la oposición paralizaban la economía del país.
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El sha abandona Persia
Ya el 16 de enero de 1979, el sha Reza Pahlevi había abandonado Irán. Poco antes, en la conferencia de Guadalupe, había perdido el apoyo de los gobiernos occidentales, que estaban a favor de un diálogo con Jomeini. El presidente estadounidense Jimmy Carter le ofreció al sha permanecer en EE. UU., lo que este aceptó.
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El fracaso del primer ministro
El sha había nombrado a Schapur Bachtiar, uno de los líderes del opositor Frente Nacional (FN), como primer ministro interino para tranquilizar a sus rivales, pero sin éxito. Bachtiar fue excluido de su partido porque aceptó el cargo. Los otros miembros del FN ya habían acordado trabajar solo con Jomeini.
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Discurso en el cementerio
Jomeini dijo a su llegada a Teherán que no reconocía el gobierno de Bachtiar. Desde el aeropuerto viajó al cementerio central de la capital iraní, donde pronunció un discurso ante cientos de miles de personas. Le quitó legitimidad a la monarquía y al Parlamento, y anunció que tomaría el Gobierno de Irán en sus manos.
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Disturbios en todo el país
En Teherán y otras ciudades de Irán se produjeron violentos enfrentamientos entre los revolucionarios y los adeptos al sha de Persia. Los disturbios eran graves y el Ejército declaró un toque de queda, pero casi ningún iraní hizo caso.
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Primer ministro de la transición
El 5 de febrero de 1979, Jomeini nombró a Mehdi Bazargan, del Frente Nacional, como primer ministro de la transición. Parecía que el clero iba a cooperar con la oposición, de corte liberal. Sin embargo, pronto se produjeron conflictos entre ambas partes y Bazargan renunció el 5 de noviembre de 1979 como respuesta a la toma de rehenes en la embajada de EE. UU. en Teherán, tolerada por Jomeini.
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El pueblo iraní festeja
Luego del nombramiento de Barzagan, miles de personas salieron a la calle para apoyar al gobierno de transición. El Ejército anunció que no se inmiscuiría en la lucha por el poder, con lo cual Schapur Bachtiar perdió todo el respaldo. Tuvo que huír de su casa, perseguido por adeptos de Jomeini que estaban armados. En abril de 1979 se exilió en Francia.
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Saludo militar
Una unidad de élite de la Fuerza Aérea iraní saluda al ayatolá Jomeini. La Fuerza Aérea iraní tuvo un rol central en la victoria de la revolución porque dio acceso a los ciudadanos a sus depósitos de armas. El 9 de febrero se produjo un último levantamiento de la Guardia Imperial, que atacó una base del Ejército.
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Derrocamiento de la monarquía
Las luchas armadas entre la Guardia Imperial y la población iraní aumentaron y el 11 de febrero de 1979 el caos reinaba en todo Irán. Los revolucionarios ocuparon el Parlamento, el Senado, el canal estatal de televisión y otros organismos estatales. Poco después se dio a conocer que la monarquía había sido derrocada. En Irán se festeja el 11 de febrero como el “Día de la Revolución Islámica”.