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La UE condena el atentado en Grosny

28 de diciembre de 2002

Después del atentado suicida en Grosny, la Unión Europea exhorta a la reconciliación entre las partes beligerantes de la sangrienta guerra en Chechenia. Se requiere de un diálogo, que no se vislumbra en el horizonte.

Escombros de la sede del Gobierno checheno.Imagen: AP

La presidencia danesa de la Unión Europea condenó hoy firmememente el atentado suicida del viernes (27.12.2002) en la ciudad de Grossny, la capital de la república separatista de Chechenia.

El atentado

En las oficinas de la sede del gobierno pro ruso, después de la pausa del mediodía, se encontraban 200 personas cuando dos camiones cargados con media tonelada de explosivos arremetieron contra el edificio. Un cráter de seis metros de diámetro se abrió en el suelo, quedando sólo la fachada del inmueble en pie. Hubo 152 heridos, y 55 muertos. "Civiles inocentes han sido de nuevo el objetivo de un acto de terror sin sentido", subrayó la presidencia en una declaración emitida en nombre de los quince países integrantes de la UE.

Cinco años después

El presidente ruso Wladimir Putin lo ha catalogado de un crimen terrorista, que, "sin embargo, no podrá torpedear el anhelo de paz del pueblo checheno". El gobierno supone detrás del atentado al depuesto presidente checheno Aslan Maschadow o al dirigente rebelde Schamil Basajew. Entre tanto, Achmed Sakajew, un allegado al primero, ha desmentido desde Londres que sea responsable del atentado suicida, "culpable es sólo Rusia" ha declarado.

Aunque el gobierno ruso tiene desde comienzos del año 2000 a la capital chechena bajo su égida, la guerra en Chechenia, a todas luces, no ha terminado. Después de más de cinco años de guerra, la ciudad de Grosny está en su mayoría en escombros, y no se vislumbra aún una solución al conflicto.

Cuentas malas

El atentado de Grosny es un golpe fuerte para el Presidente ruso, quien, aparte de querer presentar hacia el exterior una imagen de normalidad en Chechenia, había creído poder aislar las fuerzas extremistas entre los separatistas, iniciando así un proceso de autodeterminación. Según el Kremlin, los chechenos adeptos a Rusia dirigidos por Achmed Kadyrow iban a reconstruir y a pacificar su propio país. Pero las cuentas no salieron.

La propia sede del gobierno pro ruso voló por los aires, siguiendo así una línea que se había inicado ya con el drama de los rehenes en el teatro de Moscú. Los rebeldes chechenos peleaban antes contra los soldados rusos, ponían minas, combatían desde las sombras. Los nuevos atentados suicidas, de los cuales civiles indefensos son el objetivo, hablan de una nueva "calidad" de esta sangrienta guerra.

Diálogo, ¿con quién?

La presidencia de la Unión Europea llamó a "todas las partes de este conflicto a intensificar los esfuerzos para avanzar hacia la reconciliación y un arreglo pacífico del conflicto". Difícil empresa, si se tiene en cuenta que el gobierno ruso dialoga con los chechenos, sólo si están a su favor.

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