La oferta de los europeos parecía muy prometedora y estaba condicionada a un cese al fuego a cambio de apoyo financiero para la construcción de un Estado palestino. El cálculo europeo era que cuando los palestinos se percataran de la mejoría en su bienestar económico, perderían el interés en la guerra.

El principio de la cooperación

“Paz a través del bienestar”, es como Margret Johannsen define el principio de la ayuda europea para los palestinos que inició hace 20 años. Johannsen es investigadora del Instituto de Investigación para la Paz y la Política de Seguridad de la Universidad de Hamburgo. En 1993 el entonces primer ministro Yitzak Rabin y el líder palestino Yasser Arafat pactaron en Oslo, Noruega, un célebre Tratado de Paz, que a su vez sería la piedra angular para la creación de un Estado palestino.

Tanto Rabin como Arafat han muerto y el Estado palestino parece más lejos que nunca de su fundación. “Con el proceso de paz tuvo lugar un declive económico en los territorios palestinos”, afirma Johannsen. “Las relaciones económicas entre Israel y los territorios palestinos no mejoraron, sino empeoraron”, añade.

Bloqueo israelí de la Franja de Gaza

Particularmente difícil se ha convertido la situación en la Franja de Gaza bloqueada por Israel, donde domina la organización islamista Hamás. La mayoría de las mercancías importadas de Egipto son introducidas a través de un complejo sistema de túneles subterráneos. Debido al bloqueo la tasa del desempleo es superior al 40% y la producción industrial se desplomó, las exportaciones son prácticamente imposibles.

Cisjordania, gobernada en los últimos años por la organización Fatah, fundada por Yasser Arafat, ha experimentado un auge económico en los últimos años. “Pero no es un crecimidento sostenible, el dinero proviene del exterior”, afirma Johannsen. La experta explica que sin dichos recursos Cisjordania no estaría en condiciones de brindar a sus habitantes una perspectiva económica. El tráfico de personas y de mercancías es bloqueado a través de muchos puestos de control fronterizos israelíes. “¿Quien va a invertir en una región que no se sabe cómo se desarrollará en el futuro?”, pregunta Johannsen.

Respaldo europeo

El problema según ella y otros expertos es que la Unión Europea no ha respaldado con la suficiente fuerza la creación de un Estado Palestino. En parte esto se debe a la fobia que sienten los europeos por la organización Hamás, considerada terrorista. “Lo decisivo sería unir a ambos territorios palestinos, por ello la UE debiera cooperar con Hamás”, afirma Johannsen.

Desde que Hamás llegó al poder la UE suspendió sus ayudas a la Franja de Gaza. Aunque los europeos tienen menos influencia en la región que los estadounidenses, Johannsen considera que retirar las ayudas ha sido muy negativo, y no ayuda a los europeos a ganar influencia.

Autor: Nils Naumann/ EU

Edición: Enrique López