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La UE reducirá el uso de biocombustibles

Helle Jepessen/ EU14 de septiembre de 2012

La UE impondrá un límite sobre el uso de biocombustibles por temor a que sean menos favorables para el medio ambiente de lo que se pensó inicialmente y que compitan con la producción de alimentos.

Imagen: picture-alliance/dpa

Los biocombustibles, considerados limpios y ecológicos, no son la panacea que prometían ser cuando la Unión Europea acordó que para 2020, el 10% de los carburantes para el transporte comunitario debían ser obtenidos de materia vegetal. La comisaria europea de Acción por el Clima, Connie Hedegaard, y el comisario de Energía, Günther Oettinger, corrigieron esta cifra a la baja, estableciendo la participación de biocarburantes en un 5% por ciento. Además, se prevé que la UE también eliminará todos los subsidios para los biocombustibles producidos a partir de cultivos como la colza, el trigo, y el azúcar.

Este cambio en la política europea es la consecuencia de un debate que desde hace tiempo ocupa la opinión pública, según Jürgen Maier, gerente del Foro Medioambiente y Desarrollo con sede en Berlín. Este foro coordina a las organizaciones no gubernamentales alemanas que promueven a nivel internacional una política de desarrollo a favor de la sustentabilidad.

Plantación de colza.Imagen: CC/a_rabin

Riesgos de los biocombustibles

Desde hace años dichas organizaciones advierten de los riesgos de los carburantes vegetales. Su creciente demanda ha disparado los precios de los alimentos en los mercados internacionales y ha provocado hambre entre  los más pobres que apenas si pueden comprar los alimentos básicos.

La inestabilidad de precios en los alimentos preocupa a expertos como Meier. “También para los campesinos es un problema pues tienen que invertir y calcular que el dinero les alcance. En el encarecimiento de los precios, la especulación en los mercados bursátiles juega un papel importante, pero también influye el creciente consumo de carne en muchos países emergentes, como en China. Por último, también la demanda de combustibles biológicos influye en los precios.  “Hay que considerar todos los factores”, asegura Maier.

El experto considera que los europeos tienen más posibilidades de modificar su política de biocarburantes que China su demanda de carne. El principal argumento para establecer una participación del 10% de los carburantes vegetales en el suministro de combustibles para el transporte fue el impacto al medio ambiente. Sin embargo expertos sostienen que no hay una verdadera reducción de emisiones efecto invernadero al utilizar biocarburantes.

Oferta de combustibles para el transporte vial.Imagen: Harald Tittel/dapd

Acaparan tierra cultivable

El mayor agravante es que para la producción de biocombustibles se utilice la tierra cultivable que de otra manera estaría destinada a la producción de alimentos. “Como estos terrenos no se encuentra en todas partes, acaban penetrando bosques y selvas tropicales”, afirma Jürgen Schmid, director del Instituto Fraunhofer en Kassel.

Un estudio ya advertía desde el 2008 sobre los riesgos de la introducción de biocombustibles para el transporte y sugería, en vez de ello, fortalecer el desarrollo de la movilidad a base de energía eléctrica. La industria automotriz se opuso a la propuesta.

Elmar Baumann, director de la Asociación de la Industria de Biocombustibles afirma que la decisión debe tomarse a nivel europeo y debe ser aprobada por el Parlamento en Alemania. Baumann pone en tela de duda que los biocombustibles encarezcan los alimentos y provoquen hambre.

Maier por su parte, propone asegurar la mobilidad a través de transporte público, invirtiendo en el sector ferroviario y desarrollando automóviles más eficientes y ahorradores de combustibles.

Autora: Helle Jepessen/ EU

Edición: Emilia Rojas

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