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“La UE tiene que enviar una señal clara a Turquía”

Kersten Knipp (ct/jov)23 de mayo de 2016

Con el levantamiento de la inmunidad a numerosos miembros del parlamento en Turquía, el presidente Erdogan tiene la intención de reforzar su posición, dice la politóloga Gülistan Gürbey a DW. La UE no puede aceptar esto.

Türkei Ankara Präsident Recep Tayyip Erdogan
Imagen: Getty Images/AFP/A. Altan

DW: La mayoría en el Parlamento turco levantó el último viernes la inmunidad de 138 diputados, incluidos muchos del partido kurdo HDP. ¿Cómo se llegó a tal situación?

Gülistan Gürbey: Hay muchas razones. En primer lugar, la solicitud se remonta al deseo antiguo de supresión de inmunidad del presidente Erdogan. Él formuló esta petición hace un año aproximadamente, y respecto al procesamiento penal de parlamentarios kurdos. Esta anulación es el trasfondo del objetivo de Erdogan, que pretende establecer un sistema presidencial. Al mismo tiempo, el quiere debilitar al fortalecido partido HDP, aliados de los kurdos, y si es posibles sacarlos del parlamento turco. No sólo el AKP apoyó el levantamiento de inmunidades, sino también los partidos de la oposición como el ultranacionalista MHP y el republicano-kemalista CHP. Ellos consideran al HDP como una extensión del PKK kurdo. De este modo, los tres partidos están unidos y van por la protección del nacionalismo turco, que se asocia con la protección a la unidad del Estado de tendencia centralista.

¿Cuenta Erdogan con el apoyo de la población?

En la actualidad, todo gira en torno a amenazas y a seguridad. A la población se le ha hecho creer que la seguridad del país está amenazada por el terrorismo del PKK y el llamado "Estado Islámico". En esta situación, Erdogan se presenta con su AKP como la fuerza que garantiza la seguridad del país. Y por esta razón, Erdogan es apoyado, por lo menos, por la mitad de la población.

Dr. Gülistan GürbeyImagen: privat

Sin embargo, esto no rige para los kurdos en el sureste del país. Ellos sufren en gran medida bajo la actual estrategia de guerra. La dureza de la guerra plantea cuestionamientos sobre el deber de protección del Estado frente a la población civil kurda. Muchas organizaciones de derechos humanos hablan de un uso desproporcionado del poder del Estado, por el cual muchos civiles han sido heridos o incluso asesinados. Al oeste del país, la guerra está siendo percibida como legítima, ya que el PKK es considerado el enemigo público número 1.

¿Qué nos dice este levantamiento de inmunidad sobre la cultura política de Turquía?

La cultura política de Turquía siempre ha estado orientada hacia un forma autoritaria y no democrática. Esto no es algo nuevo que ha llegado solamente con el fenómeno Erdogan. Este estilo se remonta a los primeros años de la moderna República de Turquía, cuando se trataba de construir una nación homogénea. Esta debía tener un fundamento en étnica, idioma y cultura turca. Todos se tenían que acomodar a ellas y asimilarlas. En ese setido, estos fundamentos son antiguos. Lo que es nuevo es el contenido: anteriormente fue el kemalismo laico, hoy existe el islam político como el AKP. Este está relacionado a un nacionalismo turco rígido, una concepción rígida del estado y la nación, así como un neo-otomanismo, en términos de un nuevo retorno a la época imperial otomana como una nueva fuente de creación de una política nacional y regional con ambiciones políticas.

La UE critica la supresión de la inmunidad a parlamentarios. Se teme al mismo tiempo que Erdogan ahora deje transitar de nuevo refugiados hacia Europa. ¿Cuál sería la política europea más adecuada en este caso?

La democracia turca siempre ha sido defectuosa. Uno teme, cada vez más, que esta democracia defectuosa caiga en un régimen autoritario. Turquía no puede ser vista únicamente para contrarrestar la política de seguridad y estrategia de la UE. Hay que promover el desarrollo político democrático. La cooperación en la crisis de refugiados se deberían asumir y reconsiderar bajo las circunstancias actuales, interrumpirlas si es necesario y así enviar una señal clara y fuerte que un acercamiento a un estado autoritario, por lo sucedido en el Parlamento turco, es simplemente inaceptable. A los kurdos se le cortará todos los medios políticos de participación, que en términos políticos de paz es peligroso.

Si la estabilidad Turquía y su desarrollo democrático son importantes para Bruselas, se debe dar una señal clara. El mensaje debe ser: Esto no puede seguir así. Sin embargo, estamos preparados para contribuir constructivamente si se trata de promover el desarrollo político democrático y encontrar una solución pacífica al conflicto kurdo de forma concreta. Sólo después de este proceso sería una consecuencia lógica hablar de una introducción de Turquía en la UE.

La PD Dr. Gülistan Gürbey es profesora en el Instituto de Ciencias Políticas Otto Suhr en la Universidad Libre de Berlín.

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