La UE ve con buenos ojos el cambio en Turquía
9 de junio de 2015 La Comisión Europea sigue en su postura estrictamente neutral con respecto a los resultados de las elecciones tanto de países miembros de la Unión Europea como de terceros países. Sin embargo, ha hecho comentarios positivos acerca de la alta participación, de un 86 por ciento, en los comicios en Turquía.
Eso es “una clara señal de la fortaleza de la democracia turca”, dijeron Federica Mogherini, la Alta Representante de la UE para Asuntos Exteriores y de Política de Seguridad, y Johannes Hahn, el comisario europeo de Política Regional. Ambos señalaron que es “especialmente importante es que todos los partidos más importantes estén representados en el nuevo Parlamento”, aludiendo al partido kurdo HDP, que logró superar por primera vez la barrera del 10 por ciento.
En privado, muchos de los representantes de la Unión Europea seguramente se alegrarán de que el AKP de Recep Tayipp Erdogan haya perdido la mayoría absoluta, dijo Amanda Paul, del equipo de expertos European Policy Centre, de Bruselas, en conversación con DW: “Debido a la preocupación sobre las tendencias autoritarias del AKP, y especialmente del presidente turco, Erdogan, muchos esperan que este resultado electoral lleve a Turquía por el camino de una mayor democratización”.
Erdogan, ¿indiferente ante la UE?
Erdogan mostró de sobra que la Unión Europea y sus valores le son bastante indiferentes. Cuando, en diciembre de 2014, fueron detenidos más de 24 periodistas en Turquía, y Mogherini y Hanh calificaron ese hecho de violación de los derechos fundamentales, el presidente turco contestó que “a Turquía le da igual lo que tenga que decir la UE, y también si nos permite ingresar o no”. Se trató de una ruptura escandalosa con la tradición de décadas de presidentes y jefes de gobierno turcos que siempre subrayaron lo importante que era la UE para Turquía.
Ahora, Mogherini y Hahn ven, sin embargo, “posibilidades de seguir fortaleciendo las relaciones entre la UE y Turquía”. Pero de momento no hay demasiadas señales de que se esté intentando fortalecerlas. Si bien Turquía es candidato a ingresar a la Unión Europea desde 1999, y desde 2005 se negocia su entrada, de los 35 capítulos de negociación, solo uno se ha cerrado, algo que tiene diversos motivos. Para Amanda Paul, Alemania y Francia “politizaron” el proceso, con lo cual “lo bloquearon innecesariamente”. Claro está también que Erdogan “no solo detuvo el proceso de reformas, sino que dio varios pasos hacia atrás”, dice la experta.
El diálogo es beneficioso para la democracia turca
Amanda Paul no cree que luego de las elecciones se produzca “un cambio significativo en las negociaciones de ingreso a la UE”. En otras áreas, sin embargo, ve mayores posibilidades de cooperación. Por ejemplo, en la ampliación de la unión aduanera, en cuestiones que atañen a los inmigrantes sirios y en el campo de la política exterior. Poder aprovechar esas oportunidades, según ella, “podría ayudar a recuperar la confianza y a reabrir el capítulo de las negociaciones”.