Familias alemanas encontraron una nueva patria en una zona despoblada y aislada en el lluvioso sur de Chile. En las zonas de Valdivia, Temuco, Osorno y Puerto Montt, el desarrollo comercial y agrícola están marcados por el empuje y la laboriosidad de los inmigrantes. El museo Colonial Alemán de Frutillar (foto) es una ventana a esta historia.

Investigadores y naturalistas alemanes llegaron también para estudiar y documentar un territorio bastante inexplorado. Rodulfo Amandus Philippi ( 1808-1904) recorrió Chile registrando una amplia lista de especies desconocidas y dando las pautas para disciplinas de investigación. Esta lámina suya de reptiles del desierto de Atacama da cuenta de su laboriosidad.

Las casas de la ciudad de Valdivia son testigo de la colonización y resguardan un patrimonio invaluable. Diferentes estilos y técnicas, que se fundieron con los traídos por los españoles, dieron vida a edificaciones únicas, como la casa Anwandter –de una antigua familia de colonos de la zona-, que hoy aloja un museo histórico y antropológico.

A través de educadores religiosos y laicos, la enseñanza alemana se ha difundido por el país sudamericano. Notables fueron los aportes en el área militar, en la educación secundaria y universitaria, y en la formación de profesores a través del Instituto Pedagógico, fundado por alemanes. Un récord: Chile tiene hoy 22 colegios alemanes a lo largo del país.

Recetas originales de los colonos han pasado de generación en generación dando fama a la pastelería alemana. Consciente de este valioso patrimonio, Erika Klein, descendiente de alemanes, recopila estas recetas que publica año a año, junto con datos biográficos de las expertas que las preparan, de sus pueblos y casas en el sur, construidas por los primeros colonos.

Un grave capítulo en las relaciones chileno-alemanas fue el de Colonia Dignidad. En la secta liderada por Paul Schäfer, 400 kms al sur de Santiago, se abusó de menores y se atropellaron los derechos humanos. La justicia reaccionó tarde y la diplomacia alemana no actuó a tiempo. Hoy, cuando una película revive esta historia, se estudian responsabilidades y anuncian querellas.

En tiempos de la dictadura de Pinochet, las dos Alemanias recibieron a numeroso exiliados chilenos. La juventud no quedó indiferente y lideró un fuerte movimiento de solidaridad con el pueblo chileno. De ese período son los murales que se conservan en universidades, como Bremen y Bielefeld (foto), pintados en históricas jornadas por artistas de ambos países.

La reciente muerte de Margot Honecker en Chile cierra un conflictivo capítulo en las relaciones bilaterales. Disuelta la RDA, en 1991 Erich Honecker y su mujer recibieron refugio en el país sudamericano por razones humanitarias. El ex jerarca moriría al año siguiente de cáncer. Una difícil prueba para la recién conquistada democracia.

Con 100 años de existencia, la Cámara Chileno Alemana de Comercio, Camchal, fomenta las relaciones empresariales entre ambos países. Eventos como la ExpoAlemania, el pabellón alemán en la feria minera Exponor o visitas de delegaciones a ambos países promueven la presencia de productos con sello alemán y su difusión en el mercado chileno.

A falta de ferias navideñas por el verano, la comunidad chileno-alemana se reúne en junio en el Wintermarkt organizado por Camchal. Productos gastronómicos tradicionales, como salchichas, cervezas, tortas y panes, además de artículos de la industria y eventos culturales y para la familia completan la oferta de esta singular feria al estilo de los mercadillos alemanes.

Chile ofrece una plaza segura y atractiva para instituciones como la Universidad de Heidelberg y el Instituto Fraunhofer, que abrieron sedes en el país sudamericano. En ceremonia en Berlín, con presencia de la Canciller Angela Merkel y del entonces Presidente Sebastián Piñera, se dio inicio a las operaciones de Fraunhofer Chile Research en 2010.