La UEFA confirmó este jueves el aplazamiento de la Eurocopa femenina, que se disputará en Inglaterra entre el 6 y el 31 de julio de 2022 y no en el verano de 2021, como estaba previsto inicialmente.
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Con esa decisión la UEFA pretende evitar la coincidencia con la Eurocopa masculina, aplazada de 2020 a 2021 por la pandemia de la COVID-19, y que el torneo femenino sea "el único centro de interés", según explicó en un comunicado tras la reunión de su Comité Ejecutivo.
"Cuando tuvimos que tomar una decisión urgente sobre el aplazamiento de la Euro 2020, siempre tuvimos en mente el impacto en el Campeonato de Europa femenino de la UEFA de 2021. Hemos considerado cuidadosamente todas las opciones, con nuestro compromiso con el crecimiento del fútbol femenino en nuestro pensamiento. Al trasladar el Campeonato de Europa Femenino de la UEFA al año siguiente nos aseguramos que nuestra competición femenina insignia sea el único gran torneo de fútbol del verano, dándole el protagonismo que se merece", subrayó este jueves (23.04.2020) el presidente del organismo, Aleksander Ceferin.
La responsable de la unidad de fútbol femenino, Nadine Kessler, explicó que tanto la UEFA como la federación inglesa piensan que el aplazamiento a 2022 es "lo mejor para el fútbol femenino".
"Ahora que se ha confirmado que los Juegos Olímpicos se celebrarán en 2021, creemos firmemente que el paso a 2022 es lo mejor para el torneo, para las jugadoras, para los aficionados, para los patrocinadores del fútbol femenino y para todos los que participan en las diferentes áreas y en todos los niveles del fútbol. El Campeonato de Europa Femenino de la UEFA es el mayor evento deportivo femenino de Europa. También es uno de los mayores eventos deportivos del mundo y, por lo tanto, necesita y merece una plataforma propia", apuntó la exfutbolista.
Esta decisión se produce un mes después de que la UEFA comunicase el aplazamiento de la Eurocopa masculina de 2020 a 2021, debido a la pandemia de la COVID-19. Con esta medida facilita, además, que las ligas nacionales y las competiciones europeas puedan llegar a completarse si remite la crisis sanitaria.
CP (efe, afp)
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Megan Rapinoe le muestra la tarjeta roja a Trump
La atacante de la selección de fútbol femenino de Estados Unidos brilla en la cancha y ante los micrófonos. Dueña de una lengua mordaz, ha hecho de la igualdad salarial y el respeto a las minorías su bandera de lucha.
Imagen: Getty Images/M. Hitij
Una jugadora que brilla
Con 34 años cumplidos el 5 de julio de 2019, Megan Rapinoe es una de las jugadores más experimentadas de la selección de fútbol femenino de Estados Unidos, que acaba de ganar el Mundial de Francia 2019. Rapinoe, veloz atacante de Seattle Reign, es además una polemista nata. Su presencia dentro y fuera de la cancha no pasa inadvertida.
Imagen: Reuters/B. Tessier
Jugadora experimentada
El de Francia fue su tercer Mundial, tras haber participado en Alemania 2011 (subcampeona) y Canadá 2015 (campeona). El Mundial de 2007 se lo perdió por una lesión. En el torneo galo, Rapinoe fue elegida la mejor jugadora del campeonato (Balón de Oro), además de ser la máxima goleadora, con seis tantos: uno a Tailandia, dos a España, dos a Francia y uno a los Países Bajos.
Imagen: picture-alliance/Zuma/J. Todd
Guerrera dentro y fuera de la cancha
Sin embargo, es su lengua mordaz lo que le ha dado mayor reconocimiento público. Reconocidamente lesbiana, es pareja de la basquetbolista Sue Bird. Participa en distintas causas para dar visibilidad a la lucha de la comunidad LGBTI. Asimismo, apoya la lucha por la igualdad de salarios entre futbolistas hombres y mujeres.
Imagen: AFP/L. Bonaventure
Declaraciones punzantes
Rapinoe no solo llama la atención por sus desbordes por la banda izquierda de la cancha y sus centros llenos de intención, sino también por su frontalidad. En enero, dijo que si su selección ganaba el Mundial, no pensaba ir a la "maldita Casa Blanca". En Francia dijo que mantenía sus dichos, excepto por la palabrota. “Mi mamá estaría muy molesta por esa palabra", dijo.
Imagen: Getty Images/F. Fife
Silencio durante el himno
En un país donde el patriotismo se exacerba a niveles insólitos, el gesto de Rapinoe de no cantar el himno ni llevarse la mano al corazón es una señal de protesta. Ya en 2016 puso una rodilla en el piso durante el himno para criticar la violencia policial racista. También ha dicho que no canta el himno porque no respeta a Donald Trump: "No respeto a quien no respeta a los demás".
Imagen: Imago Images/Jan Huebner/Voigt
Con Trump no, con Obama sí
El principal objetivo de los dardos de Rapinoe es Donald Trump, a quien ha calificado más de una vez de misógino, homófobo y racista. Pero en 2015, tras ganar el Mundial de Canadá 2015, la atacante no tuvo reparos para aceptar la invitación del entonces mandatario Barack Obama. Rapinoe se ha convertido, en tiempos de precampaña, en un personaje político importante.
Imagen: Getty Images/AFP/J. Watson
Críticas variadas
Poco antes de ganar la final, la jugadora criticó a la FIFA por dos razones. Una, por la enorme diferencia que existe entre los premios que se entregan en el Mundial masculino (400 millones de dólares en 2018) y el femenino (30 millones). Y dos, por la programación: no le gustó que la final del Mundial se jugara el mismo día en que se jugaban las finales de la Copa de Oro y la Copa América.
Imagen: Reuters/B. Tessier
Ya hizo su parte
Tras la polémica por la negativa de Rapinoe a asistir a la Casa Blanca, Donald Trump también dijo lo suyo. A través de Twitter, el mandatario respondió a la futbolista que "debería GANAR antes de hablar" y le aseguró que los deportistas "aman venir a la Casa Blanca". Ahora que la selección ganó el Mundial, habrá que ver si Trump hace la invitación y si incluye en ella a la jugadora de pelo rosa.