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La Unión Europea endurece su política hacia Israel

Emilia Rojas Sasse18 de julio de 2013

La nueva ayuda económica de la Unión Europea a Israel pronto estará condicionada a que no se sigan financiando con ella proyectos en los territorios ocupados, como Cisjordania. ¿Un cambio de paradigma europeo?

Imagen: picture-alliance/landov

La noticia causó indignación en Israel: los periódicos escribieron que la Unión Europea quiere boicotear al país. Algunos políticos dijeron que la UE, luego de haber ofrecido la zanahoria, ahora saca el palo. Se cita al jefe de Gobierno israelí, Benjamín Netanyahu, diciendo que lo que la UE intenta es imponer fronteras a Israel a través de presión económica, y no por medio de negociaciones.

Lo que la Comisión de la UE resolvió fue que, a partir de comienzos de 2014, para cada nuevo proyecto israelí financiado por la UE se debe firmar una declaración de abstención. Quien quiera recibir dinero de la UE debe comprometerse a no emplearlo en Cisjordania, el Este de Jerusalén o en los Altos del Golán. Las instituciones israelíes en cuestión no deben tener sedes en los territorios en disputa. Con esto, la UE deja en claro que, para ella, Israel comprende legalmente el territorio que le pertenecía antes de la Guerra de los Seis Días (1967). Los asentamientos israelíes en territorios ocupados atentan, por tanto, contra el derecho internacional. Esa declaración será publicada el viernes, 19 de julio de 2013, de manera oficial.

Nuevas reglas para nuevos contratos

La nueva regulación es válida únicamente para los nuevos contratos, y no afecta a los antiguos. Alexandra Thein, politóloga y experta en Cercano Oriente, lamenta que eso sea así: “Personalmente, creo que hubiera sido mejor si la declaración fuera retroactiva, pero eso es, jurídicamente hablando, casi imposible”, dijo Thein a Deutsche Welle. Eso quiere decir que, a pesar de la nueva normativa, el dinero de la UE seguirá fluyendo en asentamientos israelíes en territorio palestino. “No estamos buscando una ruptura ni una pelea”, agregó Alexandra Thein.

Alexandra Thein.Imagen: picture alliance/Wiktor Dabkowski

Según la comisaria europea de Asuntos Exteriores, Catherine Ashton, “el enfoque no es nuevo, pero brinda más claridad”, y Thein añade que desde hace meses, si no años, estaba claro también que la UE iba a aplicar esa regulación. Además, según Ashton, se trata de un “mínimo número de casos”.

El dinero de la UE y la falta de voluntad de Israel

Todavía no se ha definido cuánto dinero de la UE será destinado a Israel en los próximos años. La Unión Europea impulsa económicamente varios proyectos comunes en el área de trabajo social juvenil, en el deporte, en la Policía, pero, por ejemplo, también en el productor de cosméticos Ahava, que produce en Cisjordania. “Esa empresa, con sede junto al Mar Muerto, ya recibió cerca de un millón de euros de fomento”, explica Alexandra Thein, quien parte de que en 2014 dejará de recibir ayuda para nuevos proyectos.

Para que la UE pueda decidir acerca de nuevos fomentos a Israel, primero deben llegar nuevas solicitudes, dice Thein. Pero muchos israelíes podrían desistir de presentarlas, piensa, por su parte, la historiadora Tamar Amar-Dahl, ya que eso significaría aceptar el punto de vista de la UE. “Para el Gobierno de Netanyahu, no está a debate que los territorios ocupados puedan no ser parte de Israel”, afirma.

No hay cambio de paradigma

El politólogo Jochen Hippler no cree, a pesar de la controversia que acaba de surgir, que se esté produciendo un cambio de paradigma en la actual política europea hacia Cercano Oriente. “El rumbo ya iba hacia esa decisión, y ahora se dio un paso más”, explica. Eso no cambiará nada en el proceso de paz en Cercano Oriente, aseguró a Deutsche Welle Hippler, docente en la Universidad de Duisburg, ya que tampoco ha habido cambios en el pasado. “Al menos, este paso deja claro de manera simbólica que la Unión Europea, a pesar de sus contradicciones, actúa acorde con sus convicciones”. Eso es algo que fortalecerá a la UE, a su juicio.

Jochen Hippler.Imagen: picture-alliance/ dpa

Sin planes concretos

No se prevén otro tipo de medidas de la UE contra organizaciones israelíes en territorios ocupados. Hace años que se discute acerca de si se deben etiquetar especialmente aquellos productos que provengan de Cisjordania o de los Altos del Golán. En muchos países de la UE se ven etiquetas de “made in Israel” en vinos y en cosméticos. Las naranjas y aceitunas, a pesar de que son cosechados por compañías israelíes en territorios ocupados, también se etiquetan como de origen israelí.

La UE está verificando si, con ese etiquetado, se están pasando por alto los derechos del consumidor, ya que en Europa se debe declarar el país de origen de los productos de consumo. Pero ni siquiera Alexandra Thein, que trabaja tanto en la Delegación de Israel como en la de Palestina de la UE, puede decir si ese problema será tratado.

Autor: Klaus Jansen/ CP

Editora: Emilia Rojas-Sasse

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