Esta semana, el ministro italiano de Asuntos Exteriores, Franco Frattini, transmitió -en una visita a Turín, sede de la Fundación Europea de Formación (ETF)- el compromiso de la UE, y concretamente del Gobierno italiano, para que el bloque europeo pueda reforzar sus lazos con Líbano y con otros países de la zona en el terreno de la cooperación y la educación.

Uno de los objetivos de la UE es colaborar estrechamente con las autoridades libanesas para que, a través de una mejor capacitación profesional, se puedan reducir las altas tasas de desempleo que se registran no sólo en Líbano (cerca del 10 por ciento), sino también en otros países de Cercano Oriente y del Magreb.

A modo de ejemplo, Marruecos tiene una tasa de desempleo del 10 por ciento y cuatro de cada 10 parados son menores de 25 años. Túnez registra datos similares.

Ese "compromiso" anunciado por Frattini se traducirá en una inyección económica "importante" para que la ETF pueda incrementar su cooperación, en el sector de la educación y de la formación profesional, comentó el funcionario.

"La educación es una de las prioridades del Gobierno italiano (y de la UE) en nuestra cooperación con los países en vías de desarrollo. Italia, y la UE en general, tienen en su punto de mira el flanco sur del Mediterráneo, dada la cercanía geográfica con la UE, "pero también muy especialmente Cerano Oriente", aseguró Frattini.

También la directora de ETF, Madlen Serban, expresó su optimismo por la reforzada cooperación entre ambas partes con el fin de potenciar, entre otros objetivos, "la mejora de los sistemas educativos y de formación profesional en Líbano y en otros países de la zona", dijo.

Para la UE, "se trata de un asunto estratégico. Para nosotros es crucial que se siga incrementando la cooperación", subrayó la rumana.

Por su parte, Ahmad Jamal, director general para la Educación Superior en Líbano, consideró extraordinariamente positivo el nuevo espíritu de colaboración con la UE y destacó la "fuerte relación" que existe entre ambas partes. "Es algo indispensable. Somos vecinos, y como tales, no nos podemos ignorar", subrayó.

En una reciente entrevista con dpa, Frattini aseguró que Italia quiere seguir jugando sus dos cartas principales en política exterior: el europeísmo (el país fue uno de los fundadores de la entonces CEE en 1957) y el atlantismo, como fiel aliado de la OTAN.

"La política italiana, sea cual sea el color del gobierno, se mueve de acuerdo a ciertos principios generales consensuados, y me refiero al compromiso con Europa, y en especial con los Balcanes, por obvios motivos histórico-geográficos. En ese sentido, entre otras iniciativas, apoyamos actividades como las que desarrolla la Fundación Europea de Formación (ETF)", afirmó.

La ETF, instalada en Turín en 1994, cuenta con un presupuesto anual cercano a los 19 millones de euros (24 millones de dólares).

Su misión fundamental es ayudar a los países vecinos de la UE, en el Mediterráneo, Medio Oriente, y Balcanes, entre otras regiones, a reformar sus sistemas educativos y de formación profesional para equipararlos a los niveles occidentales, contribuir a que los ciudadanos sean más competitivos y puedan acceder con más garantías al mercado laboral.

El Mediterráneo y Cercano Oriente constituyen una región de importancia estratégica para la UE. Las actividades del bloque comunitario en ese terreno se basan en el renovado proceso de diálogo con sus vecinos del "Mare Nostrum".

En ese sentido, también la actual presidencia semestral española de la UE ha situado como uno de sus objetivos de trabajo la potenciación de las relaciones con la región.

Puntos principales de la nueva relación de la UE con la zona es la Unión para el Mediterráneo (UPM), un programa nacido en julio de 2008 tras la Cumbre de París para el Mediterráneo. La UPM tiene su sede administrativa en Barcelona.

Precisamente, la UPM es heredera del Proceso de Barcelona, nacido en 1995 en la capital catalana, con el fin de promover y reforzar los lazos del Viejo Continente con la región.

La UMP agrupa a 43 países y engloba a cerca de 756 millones de ciudadanos de todos los Estados miembro de la UE, de naciones norteafricanas y de Cercano Oriente, del ámbito mediterráneo, incluido Israel.

Autor: Fernando Heller (dpa)

Editor: Enrique López