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PolíticaEcuador

La vía ecuatoriana: el experimento Noboa

22 de noviembre de 2023

El nuevo presidente de Ecuador, Daniel Noboa, se enfrenta a retos como la crisis económica y el aumento de la criminalidad, ante la falta de confianza de la ciudadanía en la clase política, escribe Günther Maihold.

Daniel Noboa, el nuevo presidente de Ecuador.Imagen: Dolores Ochoa/AP Photo/picture alliance

El inicio del gobierno de Daniel Noboa en Ecuador marca un cambio generacional frente a la tradición de políticos de gran trayectoria y experiencias políticas del pasado. Noboa asume el poder después de la "muerte cruzada” que aplicó el presidente saliente Guillermo Lasso para prevenir su destitución, a causa de las acusaciones por corrupción. Lasso le hereda a Noboa una amplia gama de problemas sin resolver los que aquejan a este país andino.

Con sus 35 años Noboa necesitará mucha habilidad política para crear los consensos necesarios en aras de atacar la gran cantidad de retos en tan solo 18 meses de gestión por delante, es decir, que el suyo será un ejercicio gubernamental marcado por las próximas elecciones, en 2025, en las cuales Noboa pretende presentarse de nuevo ante la ciudadanía.

Al haber ganado en la segunda vuelta, el 15 de octubre, ante su contrincante correísta Luisa González, Daniel Noboa será el presidente más joven de su país, aunque el apellido Noboa tiene un amplio antecedente en la historia de su país. Su padre, Álvaro Noboa, quien intentó ganar sin éxito cinco veces la más alta magistratura del país, representa la clásica tradición de la industria bananera ecuatoriana, con un historial de muchos conflictos en este negocio.

El analista político Günther Maihold.Imagen: DW

Liberarse de esta carga familiar será una de las dificultades que enfrenta el joven Noboa, quien justamente con su actuar fresco y emprendedor logró convencer a la mayoría de los electores de su país. Sin embargo, Noboa tiene que solucionar los problemas de carácter estructural que aquejan a la vida cotidiana de la población: Allí están los cortes programados de luz, donde Noboa tendrá que garantizar el suministro energético con importaciones de países vecinos, como Colombia. El miedo ante una política continua de racionamiento de energía, debido a la ausencia de lluvias en los ríos que alimentan a las centrales hidroeléctricas de la Amazonía ecuatoriana, alcanza también a la industria del país en la organización de sus procesos productivos. Con el advenimiento del fenómeno de El Niño, el país tiene que prepararse para enfrentar asimismo los riesgos que corren la población y las comunicaciones entre las diferentes regiones. Se hace notar la ausencia de una infraestructura adecuada en tanto apenas se inician las planificaciones para una conexión eléctrica con el Perú.

La lucha contra la crisis de inseguridad

Entre los grandes desafíos se encuentra el  aumento de la criminalidad, que también marcó el proceso electoral con el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio en un mitín en Quito. Mientras el país alcanzó en el año 2022 una tasa de homicidios de más de 26 por cada 100.000 habitantes, se espera un aumento considerable a 40 para el año en curso. Especialmente las ciudades de la costa, como Guayaquil y Esmeraldas, muestran una escalada de la violencia. En Guayaquil se registraron 47,77 homicidios por cada 100.000 habitantes, mientras que en Esmeraldas esa cifra trepó a 139,07, con una tendencia a alcanzar un nivel récord.

La presencia de bandas criminales y de narcotraficantes en la región y la incapacidad del Estado de controlar las cárceles, que se han convertido en centrales para dirigir desde allí la actividad delictiva, son un reto que Noboa no podrá resolver solamente con el uso de las Fuerzas Armadas en la tareas de seguridad interna, un asunto sobre el cual desea convocar una consulta popular dentro de los primeros 100 días de su gestión. Con esta medida, Noboa trata de ganarle la batalla al Parlamento, en el que su bloque es minoritario.

Afiche de Daniel Noboa.Imagen: Martin Mejia/AP/picture alliance

Medidas para enfrentar la crisis económica

Con una reforma tributaria, Noboa tratará de afrontar la crisis económica del país, que se refleja en un déficit fiscal mayor a los cinco mil millones de dólares y en el peligro del impago de la deuda. La falta de liquidez en las cajas del Estado pone en duda si el nuevo presidente pueda llegar bien al final del año sin maniobras presupuestales para garantizar el pago de los sueldos de los funcionarios públicos. Con su equipo de jóvenes tecnócratas, Noboa tendrá de revertir la baja en la producción nacional, el creciente desempleo en el país, y deberá superar el obstáculo que plantean las escasas opciones para conseguir préstamos externos. Con el cierre del campo petrolero Yasuní ITT no le queda tampoco la posibilidad de generar más recursos con la expansión de la producción petrolera, de manera que la única solución que tratará de implementar es atraer más inversión privada.

Ante este panorama difícil y su intención de ser reelecto, Noboa tendrá que definir la vía que tomará para superar la situación precaria de Ecuador sin producir más hartazgo y resistencia en la población, la cual siempre cree menos en los liderazgos políticos. En su reciente visita a los acreedores del país, Noboa seguramente habrá tratado de "comprar tiempo” para evitar tener que implementar un ajuste duro, que estaría afectando inmediatamente sus intereses políticos de poder ser reelegido. Lograr una tregua en el pago de la deuda sería el primer paso necesario para que Noboa logre acercarse a su objetivo de seguir siendo presidente del Ecuador también después del año 2025.

(cp)

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