La victoria de Donald Trump, una pesadilla para Berlín
6 de noviembre de 2024El Gobierno alemán se despertó con una pesadilla: Donald Trump. Hasta ahora se había aferrado a la esperanza de que Kamala Harris continuara la tradición tras el representante de la tradición política transatlántica y multilateralista Joe Biden. Pero Trump ganó la carrera sorprendentemente pronto y con claridad.
El Gobierno alemán está ahora mal preparado, critica Henning Hoff, del Consejo Alemán de Relaciones Exteriores: "Fue un error respaldar tan completamente a los demócratas”, dice Hoff a DW. "La relación especial que el canciller cultivó con el presidente Biden fue quizá demasiado unilateral. El hecho de que no haya ningún contacto en el bando de Trump pasará ahora factura”, afirma.
Los recuerdos de la primera presidencia de Trump, de 2017 a 2021, siguen muy vivos en Berlín. Entonces, Trump ya había cuestionado a la OTAN y amenazado con retirar las tropas estadounidenses de Alemania. Su crítica a Alemania y a otros países de la OTAN era que utilizaban la protección militar estadounidense sin contribuir lo suficiente a su propia defensa.
Henning Hoff cree que ahora es importante que el Gobierno de Alemania "compense sus carencias”: "Se necesita una señal mucho más fuerte de que los europeos, especialmente los alemanes, están realmente dispuestos a soportar una mayor carga de defensa”.
¿Paz para Ucrania?
A nivel internacional, probablemente no haya otro asunto en el que el próximo cambio de Joe Biden por Donald Trump tenga un impacto tan significativo como la guerra en Ucrania. Esta es también la cuestión crucial para el Gobierno alemán: ¿qué será del apoyo a Ucrania?
Mientras que el presidente Joe Biden y el canciller alemán Olaf Scholz han prometido apoyar a Ucrania "durante el tiempo que sea necesario”, Donald Trump quiere poner fin rápidamente a la guerra. Al menos eso es lo que dice. Esto significaría presumiblemente que Ucrania se vería obligada a renunciar a grandes partes de los territorios ocupados por Rusia. Pero "no sabemos” cómo será la política de Estados Unidos en Ucrania bajo Trump, dijo el experto en seguridad Nico Lange a DW antes de las elecciones. "Lo especial de Donald Trump es que no es realmente predecible”.
En caso de que Trump intente llegar a un acuerdo con el presidente ruso, Vladimir Putin, por encima de Ucrania y sus partidarios, para poner fin a la guerra a costa de Ucrania, Henning Hoff ve una tentación para Berlín, pues el Gobierno alemán podría utilizarlo "como coartada argumentando algo como: 'Nos gustaría hacer más, pero, bueno, ¡los estadounidenses!' Ése es el peligro que veo”, señaló.
Se esperan aranceles para exportaciones alemanas a EE. UU.
Alemania es uno de los socios comerciales más importantes de Estados Unidos. Por lo tanto, la política económica de Washington tiene un impacto directo en el país europeo. Durante la campaña electoral, Trump anunció un arancel del 60% sobre las importaciones estadounidenses procedentes de China y del 20% sobre las importaciones del resto del mundo en el caso de ganar los comicios. Esto encarecería significativamente los productos alemanes en Estados Unidos.
Andreas Baur, del Instituto Ifo, teme que las barreras arancelarias también tengan consecuencias indirectas para Alemania: "por supuesto, se puede suponer que los socios comerciales, y China, reaccionarán a esto”, dice Baur a DW, "y esa es quizás la mayor preocupación, que terminemos en una espiral de escalada en la que luego se llegue a una guerra comercial a nivel mundial”.
Alemania es un ejemplo negativo para Trump
Uno de los proyectos más importantes del Gobierno alemán es la protección del clima. Alemania quiere ser climáticamente neutra y convertir su suministro energético y toda su economía a la neutralidad climática. Tuvo un fuerte aliado en el Gobierno Biden-Harris. La victoria electoral de Trump, por el contrario, probablemente provocará un alejamiento de la protección del clima.
Donald Trump ha puesto repetidamente a Alemania como ejemplo negativo. Ya fuera por la política de acogida de refugiados de la canciller Angela Merkel en 2016, o, ahora, por la política energética alemana, que favorece las energías renovables en lugar del carbón, el petróleo y la energía nuclear.
Ahora el Gobierno alemán tiene que lidiar de nuevo con Trump como presidente, ya sea en cuestiones de seguridad, comercio o clima. "Me temo”, dice Henning Hoff, "que algunas de las cosas que conocemos del primer mandato presidencial de Trump se repetirán, como la presión y la antipatía hacia Alemania”.
(mn/cp)