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La violencia y la discreción

DW WORLD22 de noviembre de 2006

El asesinato del ministro de Industria de Líbano, Pierre Gemayel, es comentado por la prensa internacional de hoy. Otro tema es el balance del actual gobierno alemán, a un año de haber entrado en funciones.

El asesinado ministro de Industria de Líbano, Pierre Gemayel, en foto de archivo.Imagen: AP

El Luxemburger Wort, de Luxemburgo, hace un llamado urgente: "Pierre Gemayel es la víctima más reciente de una larga serie de atentados contra los defensores de un Líbano independiente desde la llamada 'revolución de los cedros'. La puntualidad con que se llevó a cabo el ataque demuestra la sangre fría y la jactancia en los campos pro-sirios, en los cuales los distintos frentes no están bien definidos. Luego de un renacimiento esperanzador, la antigua 'Suiza del Cercano Oriente" corre el riesgo de hundirse de nuevo. La tierra de los cedros necesita ayuda del exterior, si es que no quiere caer despedazada. El Consejo de Seguridad de la ONU puede dar la primera señal."

El Financial Times, de Londres, señala a su vez: "Ni duda cabe en cuanto a que la cooperación de Siria, y sobre todo de Irám, son necesarias para lograr la estabilidad en Irak y en la región entera. También es indispensable que sea resucitado un plan serio para lograr la paz en el Cercano Oriente. Sin embargo, ni Estados Unidos ni sus aliados europeos y árabes son capaces de decidir si increpan o no a Teherán y Damasco. Éste es el momento indicado para buscar la unidad y confrontar a ambos elementos desestabilizadores con una opción clara: recompensa si toman parte de las soluciones, o sanciones convincentes si continúan como parte de los problemas."

Merkel, vista por la opinión pública

Sobre el primer año de gobierno de la Gran Coalición en Alemania, con Angela Merkel al frente, el Neue Zürcher Zeitung destaca: "Merkel parece haber nacido para este tipo de gobierno, que corresponde totalmente a su estilo de liderazgo. En la batalla por convertirse en la heredera de Helmut Kohl, luchó de manera obstinada contra sus competidores masculinos, quienes no le presentaron una lucha abierta. Ella espera a ver cómo se desarrollan los acontecimientos pues un compromiso demasiado temprano, dentro del laberíntico proceso de decisiones en un partido político, suele conducir a la derrota. Esta cualidad es, al mismo tiempo, su punto más débil. Precisamente ahí, donde podría sentar precedentes, la canciller se abstiene de actuar por miedo al fracaso."

Le Monde, de París, dice al respecto: "La canciller permanece fiel a su estilo político de paso discreto. Por ello se pliega más al terreno de la política internacional, donde desde el principio causó honda impresión. Luego de que su popularidad parecía derrumbarse hacia finales del verano pasado, sus asesores le aconsejaron apostar todo a la perspectiva de 2007, con la doble presidencia de Alemania en la Unión Europea y el Grupo de los Ocho."

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