El "Proyecto 19" es una propuesta singular, tanto por su estructura, como por su contenido. Su contenido apunta a plasmar cinematográficamente la realidad constitucional, su estructura hace converger a talentos nuevos y consagrados en un diálogo creativo.

El director y productor Harald Siebler comenzó por convocar un concurso de guiones sobre los 19 artículos de la primera parte de la Constitución Alemana, que tratan de los derechos fundamentales.

Cada artículo dará pie a un episodio fílmico de no más de 10 minutos de duración, para una película de 120 minutos de largo en total. La música y escenas de transición vincularán un episodio con otro.

Un jurado interdisciplinario

Un jurado interdisciplinario, conformado por cineastas, actores, periodistas, productores, autores y politólogos ya ha elegido los 19 guiones que se transformarán en sendas historias sobre la interrelación entre el espíritu de la Ley fundamental y la imperfecta práctica humana.

La realización estará a cargo de directores jóvenes de cinco academias de cine alemanas asistidos por cineastas reconocidos y con gran experiencia. En cada una de las academias se formarán entre 1 a 5 equipos, asesorados además por dramaturgos de la productora.

Los equipos filmarán los episodios simultáneamente en diversas locaciones de Alemania. La posproducción se realizará luego centralmente, con la asistencia de experimentados editores.

El filme se propone no sólo analizar la realidad alemana, sino también incentivar a reflexionar y discutir.

La dignidad y la televisión

El primer guión, por ejemplo, lleva el título "Flash" y trata de la dignidad humana. La Constitución alemana reza: "La dignidad humana es inviolable." En el episodio se contará una historia sobre la relativización de ese principio en la televisión.

En el segundo episodio se tematiza "el derecho al libre desarrollo de la personalidad", de la mano de un caso tragicómico en el mundillo de los drogadictos. Sobre la igualdad de hombre y mujeres trata el episodio 3, una serie de escenas cabareteras y cómicas que lleva el título "Ladies first".

El episodio cuatro se llama "Un niño extraño" y aboga en forma seria e incluso ya con visos anacrónicos sobre la "libertad de creencias y la libertad de profesión religiosa". "La videomentira", el episodio cinco, es un diálogo sobre la vorágine diaria de los medios de comunicación como comentario a la libertad de expresión.

La libertad de reunión

En el episodio seis, "Sólo una sospecha", se muestra cómo, a pesar de "la protección del matrimonio y la familia" por parte del Estado, pueden destruirse imprudentemente los lazos familiares. El siete, "La maestra", es un análisis lúdico de la tolerancia en la escuela, mientras que el ocho, "¡Así no!", trata conmovedoramente la "libertad de reunión".

En el episodio nueve, "Recursos humanos", se muestran los ribetes grotescos que puede adquirir el derecho a la "libre asociación", mientras que en el diez se cuenta una entrañable historia sobre el "secreto de la correspondencia" tomando como ejemplo un suceso en una aldea.

"Vivir mejor" es el título del episodio once, en el que se relatan las peripecias de una pareja de sordos y su derecho a gozar de "libertad de movimiento y residencia", mientras que en el episodio doce, "Un empleo de ensueño", se muestran las vicisitudes de una persona que busca trabajo.

Recursos naturales

En el episodio trece se reflexiona sobre la "inviolabilidad del hogar" y en el catorce se cuenta un parricidio como abuso de la garantía de "la propiedad y el derecho de herencia". En el quince se analiza el tema de los recursos naturales tomando como ejemplo los testículos de un hombre joven. El respectivo artículo constitucional reza: "...los recursos naturales podrán, con fines de socialización, ser transferidos a la propiedad pública mediante indemnización".

"Historia de una velada" es el título del episodio 16, un reportaje realista sobre la expulsión de inmigrantes ilegales, tematizando el artículo constitucional que dice que "los perseguidos políticos gozan del derecho de asilo". En el 17, "El peticionario", se constata que los ciudadanos tienen en realidad muchos más derechos a "dirigir peticiones" de lo que realmente llevan a la práctica.

En el episodio 18, "El héroe del momento", se presenta un escenario surreal en el que se "pierden los derechos fundamentales" por abusar de ellos. En el 19, finalmente, "La victoria", el dueño de un puesto de comida rápida experimenta cómo también en un Estado de derecho se cuecen habas, a pesar del derecho "a recurrir ante los tribunales cuando alguien es lesionado por la autoridad en sus derechos".

Si la película cumple con lo que promete, no habrá que perdérsela.