El ex presidente del Partido Socialdemócrata (SPD) Oskar Lafontaine, candidato de la nueva alianza de izquierdas a las elecciones anticipadas alemanas, ha cosechado un reguero de críticas por haber utilizado para definir a los trabajadores extranjeros un término acuñado por los nazis.

Durante una manifestación celebrada el martes en Chemnitz contra las reformas sociolaborales del gobierno socialdemócrata-verde, Lafontaine criticó que se haya posibilitado que extranjeros trabajen por sueldos mucho menores que los nacionales.

Lafontaine utilizó para ello el término de "Fremdarbeiter" -algo así como trabajadores "foráneos"- que se impuso durante la dictadura nazi y con el que se definía a las personas que eran deportadas de los territorios ocupados y obligadas a trabajar en Alemania o en general a aquellos extranjeros empleados en la industria germana.

"Ha recurrido a un concepto de la jerga nazi. Con ello incita a la xenofobia", afirma la presidenta de la comisión parlamentaria de Interior, la socialdemócrata Cornelie Sonntag, en unas declaraciones que publica hoy, jueves, el diario "Bild".

Lafontaine se convirtió en un rival interno del SPD desde que en la primera legislatura roji-verde abandonó el cargo de ministro de Finanzas y la presidencia del SPD por no estar de acuerdo con la línea del canciller, Gerhard Schröder.

Desde hace unas semanas se ha convertido en rival externo pues, tras 29 años de afiliación, decidió abandonar el partido y presentarse junto al líder postcomunista Gregor Gysi como candidato de la nueva alianza formada por el Partido del Socialismo Democrático (PDS) y la Alternativa Electoral para el Trabajo y la Justicia Social (WASG), surgida de la disidencia socialdemócrata.

La alianza acordó ayer, miércoles, que concurrirá a las elecciones, que previsiblemente se celebrarán en septiembre, con el nombre de "Izquierda Democrática".