El documental Lagerfeld confidential, rodado por Rodolphe Marconi en 2007, mostraba al legendario diseñador de modas Karl Lagerfeld como muchos querían verlo: concibiendo una colección para Chanel, afinando detalles para un desfile, cámara en mano durante una sesión de fotos, compartiendo su irreverente visión sobre la moda, el sexo y la religión, y mezclándose entre los bellos, los ricos y los famosos. Pero el propio Lagerfeld no estuvo del todo satisfecho. A su juicio, las tomas más interesantes no fueron incluidas en la película.

Quizás sea por eso que el diseñador ejerció un control tan férreo sobre la exhibición que el Museo Folkwang de Essen decidió dedicarle a su extensa vida y obra. Inaugurada el pasado viernes (14.2.2014), la exposición Contrastes paralelos (Parallele Gegensätze) no fue comisariada por el personal de ese templo del arte, sino por un viejo amigo que disfruta de la absoluta confianza del modisto, el editor Gerhard Steidl, quien describe el proyecto en cuestión como la retrospectiva más amplia del trabajo de Lagerfeld en un contexto museal.

El acento de la exhibición recae sobre los trajes, los libros y las fotografías del artista alemán. 350 piezas están a la vista del público; incluyendo una reproducción de la mesa de trabajo donde Lagerfeld realiza sus bocetos y otra en miniatura de su librería de París. No obstante, sus admiradores coincidirán en que lo más asombroso de la muestra son los precisos dibujos del maestro y la puesta en escena de los vestidos de gala. Decepcionados quedarán quienes esperen ver sus creaciones para la casa de modas italiana Fendi o la cadena sueca H&M.

En el Museo Folkwang solo se exponen las piezas diseñadas por Lagerfeld para Chanel, su empleador desde hace tres décadas. De hecho, algunos visitantes salieron de la exhibición con la impresión de que sus protagonistas son Lagerfeld, Chanel y Steidl. ¿Que rol jugó la galería de Essen, una entidad financiada por los contribuyentes, aparte de servir como vidriera para el trabajo del modisto? Tobia Bezzola, director del Museo Folkwang, refuta la insinuación de que la institución solo obedeció instrucciones del “Imperio Lagerfeld”.

“Nosotros hacíamos las recomendaciones y él las aprobaba o desaprobaba”, subraya Bezzola, negando que Contrastes paralelos haya sido entregada al museo lista para montar. Por su parte, Gerhard Steidl, el curador, insiste en que no hay obra alguna en el museo que no haya recibido el visto bueno de Lagerfeld, quien asistió a la inauguración del evento esmerándose en mostrar su cara más humilde. “Nunca pensé que yo fuera lo suficientemente serio como para ser recibido en un museo como éste”, comentó el homenajeado.