Llegaron ministros del Gobierno de Italia e invitados de África hasta Agriento, en Sicilia, para participar en la ceremonia funeraria de las víctimas de la tragedia de Lampedusa, donde 366 personas perdieron la vida a metros de llegar a las costas de Europa, hasta donde pretendían navegar en su esperanza de encontrar un futuro mejor. Pero los sobrevivientes no fueron considerados en el acto.

Consternados por el gesto, los inmigrantes que se encuentran en un centro de acogida en Lampedusa, decidieron protestar pacíficamente por la desconsideración, al tiempo que un grupo de representantes de ellos fue recibido en audiencia en el ayuntamiento de la ciudad, donde se les confirmó que no existían planes de sumarlos en la ceremonia de Agriento.

“Nos dicen que no es posible, ¿pero por qué?”, dijo uno de los sobrevivientes al canal de noticias SkyTG24, pidiendo no ser filmado ni identificado. Muchos de los inmigrantes provenían de Eritrea y temen que sus familias sean carne de represalias del régimen si es que se sabe que ellos, que ahora están en Italia, escaparon del país.

Fronteras y contrabandistas libres

“Italia está conmovida, estamos aquí para recordar a las víctimas, que tenían la esperanza de hallar un futuro mejor y ahora están muertas”, dijo el ministro de Defensa, Mario Mauro, que acudió a la ceremonia junto con los responsables de Interior, Angelino Alfano, e Integración, Cécile Kyenge. Curiosamente, la ceremonia se realizó en Agriento, lugar de donde es originario el ministro Alfano, y no en Lampedusa, donde ocurrió la tragedia.

El acto sirvió como tibio sucedáneo del prometido funeral de Estado que, presuntamente, se realizaría con las víctimas, de acuerdo a la promesa realizada por el primer ministro de Italia, Enrico Letta. En lugar de ello, las víctimas fatales fueron enterradas en lugares aislados de Sicilia, muchas veces sin identificar y sin la presencia de familiares.

Rechazando las críticas, el ministro Alfano dijo a la prensa que “estamos cuidando a los supervivientes y dimos un entierro digno a los muertos”. Durante su conversación con la prensa, hubo gritos de “asesino” contra Alfano, quien respondió que “quienes han gritado quieren fronteras libres y contrabandistas en libertad”. En el accidente ocurrido en Lampedusa murieron 366 personas, la mitad de ellos provenientes de Eritrea, en lo que se convirtió en el peor accidente de inmigrantes en la historia reciente de Europa.

DZC (dpa, Europa Press)