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Lampedusa: "Una crisis operativa, no una crisis migratoria"

Priyanka Shankar
18 de septiembre de 2023

Esta última semana han llegado a Lampedusa miles de inmigrantes procedentes de África, y la UE no sabe qué hacer. En la isla italiana, los lugareños muestran comprensión y prestan ayuda, pero las condiciones empeoran.

Migrantes durmiendo en el suelo.
Más de 7.000 inmigrantes llegaron a Lampedusa procedentes de Túnez a principios de la semana pasada.Imagen: Cecilia Fabiano/AP/picture alliance

Largas filas de inmigrantes y refugiados, con gorras y toallas para protegerse del sol abrasador de septiembre, se alinean a ambos lados de una estrecha y rocosa callejuela que conduce a Contrada Imbriacola, el principal centro de acogida de inmigrantes de la isla italiana de Lampedusa.

Entre ellos están Abubakar Sheriff, de 16 años, y su hermano Farde, de 10, que huyeron de su hogar en Sierra Leona y llegaron a Lampedusa en barco desde Túnez.

"Llevamos cuatro días en esta isla, hemos dormido a la intemperie y no hemos podido comer o beber mucho. Hemos estado viviendo con un par de galletas", dijo Abubakar a DW. "Había 48 personas en el barco en el que llegamos desde Túnez el 13 de septiembre. Fue un viaje aterrador y vi cómo volcaban otros barcos. Pero tuvimos suerte".

Junto con otros miles de inmigrantes, esperan en el exterior del centro de acogida a ser introducidos en furgones policiales que se dirigen al puerto de la isla italiana. A continuación serán trasladados a Sicilia y otras partes de Italia para que se tramiten sus solicitudes de asilo, ya que las autoridades de Lampedusa afirman haber llegado a "un punto crítico" en la gestión de la migración.

"No es una crisis migratoria... es una crisis operativa"

Más de 7.000 migrantes llegaron a Lampedusa en endebles embarcaciones procedentes de Túnez a principios de la última semana, lo que llevó al alcalde de la isla, Filippo Mannino, a declarar el estado de emergencia y a declarar a los medios de comunicación locales que, aunque los migrantes siempre han sido bien recibidos, esta vez Lampedusa "está en crisis".

Flavio Di Giacomo, portavoz de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de la ONU, declaró a DW que, aunque las nuevas llegadas han sido abrumadoras para la isla, no se trata de una "crisis migratoria para Italia".

"Se trata principalmente de una emergencia operativa para Lampedusa, porque en 2015-2016, en plena crisis migratoria europea, solo el 8 por ciento de los migrantes llegaron a Lampedusa. Los demás fueron rescatados en el mar y transportados a Sicilia, a muchos puertos de allí", dijo. "Este año, más del 70 por ciento de las llegadas se han producido en Lampedusa, con personas que parten de Túnez, que está muy cerca de la isla".

Lugareños como Antonello di Malta y su madre han dado de comer a los inmigrantes que han acudido a su puerta.Imagen: Antonello di Malta

Di Giacomo afirmó que el gobierno italiano no había preparado a Lampedusa para acoger a más inmigrantes en los últimos años. "El gobierno italiano tuvo tiempo de aumentar la capacidad del centro de acogida tras su creación en 2008", dijo. "La migración no es nada nuevo para el país".

Lampedusa, una de las islas Pelagias italianas en el Mediterráneo, ha sido durante años el primer punto de entrada a Europa para las personas que huyen de los conflictos, la pobreza y la guerra en el norte de África y Oriente Próximo, debido a su proximidad geográfica a esas regiones. Pero la llegada masiva de inmigrantes de la semana pasada tomó desprevenidas a las autoridades locales.

Los habitantes de Lampedusa ayudan

Mientras los políticos y los grupos de derechos humanos discuten sobre la respuesta adecuada, los habitantes de Lampedusa, como Antonello di Malta y su madre, consideran que ayudar a la gente debe ser el núcleo de cualquier medida.

La noche en la que llegaron a la isla más de 7.000 personas, Antonello dijo que su madre lo llamó diciendo que algunos migrantes habían llegado a su casa pidiendo comida. "Tuve que salir, pero no me sentí cómodo. Así que volví a casa y nos pusimos a cocinar espaguetis para ellos. Eran diez", explicó a DW, añadiendo que estaba decepcionado con la forma en que el gobierno estaba gestionando la situación.

"Cuando los vi pensé en cómo me habría sentido si fueran mis hijos llorando y pidiendo comida", dijo la madre de Antonello. "Así que empecé a cocinar para ellos. Los italianos también éramos emigrantes. También viajábamos de norte a sur. Así que no debemos tener miedo de la gente y ayudar".

(gg/cp)

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