Manifestantes que protestaban contra la reforma laboral lanzaron huevos contra el canciller alemán, Gerhard Schröder, que había ido a Wittenberge para inaugurar una estación de tren, informó Thomas Steg, el viceportavoz del Gobierno.

Los manifestantes no consiguieron alcanzar su objetivo, pero los huevos salpicaron a unos periodistas y a un policía. Schröeder explicó otra vez, como en su última rueda de prensa del pasado miércoles, que las manifestaciones eran legítimas y aceptables en una democracia.

Durante un mitin de los Socialdemócratas este mes de mayo, Schroeder fue abofeteado por un hombre de 52 años.

En 1999 un bolso de pintura roja fue lanzado durante un mitin de los Verdes al ministro de Asuntos Exteriores, Joschka Fischer, y le causó lesiones graves en un oído.

No sólo miembros del Gobierno actual han sufrido ataques de manifestantes, sino también el antiguo canciller Helmut Kohl, contra quien una manifestante, en 1991, lanzó un huevo que reventó contra su cuerpo.