Largas marchas hacia el consenso
15 de junio de 2006
El futuro de Europa y su Constitución
Con vistas a la Cumbre de jefes de Estado y Gobierno europeos, el Times de Londres opina: "Los participantes en la Cumbre de la Unión Europea se ven perseguidos por el cadáver de la Constitución Europea, que sigue siendo admirada por los febriles federalistas, cuyos deseos chocan con la realidad. Lo que deberían hacer es simplemente olvidarla. No sólo que las 65.000 palabras del amplio documento original es un caso apto para catedráticos de decodificación en oscuras universidades belgas. Es que no tiene sentido el que los 25 miembros de la Unión Europea se enreden en la madeja de buscar un consenso para una nueva versión".
La Repubblica de Roma puntualiza al respecto: "En Berlín junto a la postmoderna canciller alemana, Angela Merkel, comienza la larga marcha de Romano Prodi para anclar otra vez a Italia en la gran meta europea. El futuro de la Unión Europea, la controvertida Constitución Europea así como las grandes crisis internacionales fueron el centro del encuentro con la canciller de la gran coalición, el nuevo personaje político clave en Europa. Un encuentro que -mucho más que la anterior visita al presidente Chirac en París- es una señal del cambio político de Italia tras la larga noche de la decepción franco-germana debido a la política euroescéptica bajo el primer ministro Silvio Berlusconi".
El sangriento conflicto en Medio Oriente
El País de Madrid opina con respecto a conflicto palestino-israelí: "Que el primer ministro palestino, Ismail Haniya, anunciara ayer que las milicias de Hamás, unos 3.000 hombres, se retirarán de las calles en Gaza, supone tan sólo una brizna de esperanza de que se abra la posibilidad de una tregua entre las facciones. El secretario general de la Liga Árabe, Amr Moussa, ha intervenido para impedir una escalada de los enfrentamientos, pero nadie puede descartar que éstos se reanuden en días u horas. Esta precaria distensión debería ser aprovechada para un acuerdo entre Hamás y el presidente Abu Mazen, con objeto de frenar los ataques de cohetes palestinos contra territorio de Israel, desde Gaza, y evitar así unas represalias que no hacen sino aumentar diariamente el número de víctimas palestinas, reducir el margen de actuación del propio Abu Mazen y envenenar el clima de forma dramática".
El Neue Osnabrücker Zeitung anota: "El presidente palestino Abbas tiene razón: negociar con Hamas es mejor que un realizar rápidamente un referéndum, cueste lo que cueste, pues la creciente violencia en la población no debe descontrolarse totalmente. De lo contrario, la posibilidad de una paz con Israel se alejará hacia un horizonte inalcanzable […] Sin embargo, un acuerdo entre Fatah y Hamas no debe darse a cualquier precio. El punto decisivo es la resistencia demostrada hasta ahora por el nuevo gabinete a reconocer el derecho a la existencia de Israel. Esto tiene que cambiar radical y ostensiblemente. De otra manera, el gobierno palestino mantendrá su fatal cercanía a los terroristas, que querrían borrar del mapa al estado judío. Lo mejor sería que Hamas se preocupara de la precariedad de su población en vez de perseguir lejanos y criminales objetivos. Cuán realista sea esto lo mostrarán los días subsiguientes. Mucho motivo para ser optimista, lamentablemente, no hay".