Dos maletas con explosivos de fabricación casera fueron halladas en distintos trenes regionales en las afueras de Colonia. En el primer caso la maleta hallada por un controlador de trenes en el tramo entre Aquisgrán y Hamm, contenía una bomba de fabricación casera. Una segunda maleta contenía una botella de gas propano.

Las imágenes proporcionadas por una cámara de video en la estación ferroviaria de Colonia mostraban a dos jóvenes con carritos de transportación de maletas y fueron claves para su captura. La policía confirmó que fueron ellos los autores del atentado fallido. Los sucesos constataron que la amenaza del terrorismo islámico había llegado por fin a Alemania.

Efecto intimidatorio

Desde entonces, las medidas de seguridad en las estaciones ferroviarias han sido reforzadas según un nuevo concepto de seguridad creado en cooperación con fuerzas policiales. Se cuenta con nuevos equipos de vigilancia y se ha aumentado el número de personal de seguridad en las estaciones ferroviarias. La idea es reaccionar con rapidez ante una posible situación de alarma.

También se revisa al azar el equipaje de pasajeros con la esperanza de que las medidas tengan un efecto intimidatorio en los agresores potenciales. Los pasajeros aprueban las medidas pero se muestran escépticos de su efectividad, finalmente cuando alguien quiere hacer pasar desapercibida una maleta puede ingeniárselas para lograrlo.

Amenaza islámica

La eventualidad de un atentado en una estación ferroviaria, como ha ocurrido en Londres y Madrid, es algo que al pasajero alemán no le pasa por la cabeza, sin embargo las imágenes de atentados en otras capitales europeas y la posibilidad de que algo así ocurra en su territorio hacen temblar a la población.

Tras la captura de los supuestos terroristas se enteró la policía del alcance del fallido atentado. Las bombas no estallaron por un error de fabricación y los explosivos contenían bicarbonato, que provocaría dolorosas quemaduras. Uno de los artefactos debía estallar cuando el tren cruzara un puente sobre el Rin, ubicado en las inmediaciones de la Catedral de Colonia. El proceso judicial no ha comenzado aún. A uno de los acusados se le procesará en otoño en Düsseldorf, otro fue detenido a mediados de abril en Líbano.