Antes del inicio de la Copa América Centenario, el actual escalafón internacional de selecciones de la FIFA permitía pronosticar con un alto margen de confiabilidad que Argentina, Colombia, Argentina, Chile y Uruguay estarían disputando el título del evento conmemorativo del torneo más antiguo del fútbol internacional.

La lógica permitía presuponer algo así, al fin y al cabo todas esas naciones se encuentran entre las 10 más poderosas del balompié mundial. Aún así, quién hizo la apuesta de esa manera está perdiendo. A Brasil, séptimo en el escalafón de selecciones, lo eliminó de la Copa América Centenario el número 48 del mundo, Perú. A Uruguay, noveno del ranking mundial, lo dejó por fuera Venezuela, el penúltimo de la CONMEBOL y 77 del concierto global.

Esas dos sorpresas mayúsculas no fueron las únicas. Estados Unidos, que ocupa la posición 31 en el escalafón, lideró su grupo en la Copa América, de la que es anfitrión, superando a Colombia, actualmente la tercera selección más prestigiosa del mundo y la segunda más importante de su confederación, donde solo tiene por delante a Argentina.

A la altura de los grandes

Tras vencer a Ecuador, Estados Unidos ya está en semifinales, lo que le ha permitido como mínimo equiparar en este 2016 la que hasta ahora ha sido su mejor actuación en una Copa América: el cuarto puesto obtenido en Uruguay 1995. Para los anfitriones del torneo el camino aún no termina, y cada vez son mayores las posibilidades de consolidar su nombre como uno de los grandes del fútbol del nuevo continente.

Esto ya ha ocurrido con Perú y Venezuela en la fase de grupos: su fútbol ha recuperado el respeto en Sudamérica. Para ellas un efecto muy importante en el marco de las eliminatorias al Mundial Rusia 2018, donde ambas necesitan repuntar pues se encuentran en una situación muy desfavorable. Perú es antepenúltimo en la clasificación, y Venezuela última.

Peruanos y venezolanos, además, han cumplido en la Copa América Centenario una de sus mejores participaciones en el evento que organiza la CONMEBOL. La Vinotinto parece estar reencontrando el camino por el que una vez los condujo su legendario capitán Juan Arango, quien en el 2007, en casa, también llevó al equipo de su país a cuartos de final, y cuatro años más tarde, en Argentina 2011, incluso a una semifinal.

Por su parte Perú, de la mano del entrenador argentino Ricardo Gareca, está confirmando en Estados Unidos que las dos semifinales consecutivas que ha alcanzado recientemente (Argentina 2011 y Chile 2015), no son producto de la casualidad. Los peruanos quizás hayan perdido terreno en el gran escenario internacional, pues desde 1982 no asisten a un Mundial, pero regionalmente defienden su posición de vanguardia respaldada por dos terceros lugares en las últimas Copa América, así como por el máximo goleador de las mismas, Paolo Guerrero.

Con la mirada en Rusia 2018

Más allá de lo que suceda en la Copa América Centenario, por más prestigioso que pueda ser obtener allí un título, la prioridad para Estados Unidos, Perú, y Venezuela, está en Rusia 2018. Los estadounidenses, invitados regulares a la Copa del Mundo, están sufriendo en las eliminatorias de la CONCACAF. En su grupo les sigue muy de cerca Guatemala, y actualmente Trinidad y Tobago los supera.

Una buena actuación en la Copa América en su casa les permite recuperar la fe de sus seguidores. Algo similar vale para Perú, selección que ha estado ausente de los últimos ocho Mundiales, y para Venezuela, que aún sueña con participar en uno de ellos. Por eso el torneo centenario no solo es histórico para estos equipos considerados “Cenicientas”, sino también fuente de inspiración para cumplir con éxito metas aún más altas.