El diario económico Handelsblatt, de Düsseldorf advierte: "No se puede predecir si el régimen de Pyongyang va a cumplir su promesa. Los norcoreanos han demostrado ser demasiado indecisos como para confiar en ellos.

Aunque hayan cerrado la planta nuclear de Yongbyon llenando así el requisito acordado en el Diálogo de los Seis, el dictador ha roto cualquier cantidad de pactos. Pero tras los largos años de penumbras, se vislumbra el sol en el horizonte del País del Alba Silenciosa".

Ambos jefes de Estado necesitan mejorar imagen

El diario danés Berlingske Tidende apunta: "Para el norcoreano Kim Jong II se trata de retocar su arruinada imagen internacional, después de que los ensayos nucleares de los últimos años no le hayan ayudado precisamente a mejorarla.

Por su parte, el presidente de Sur Corea Roh Moo-Hyun, quien ha desarrollado una consecuente política del diálogo frente a Corea del Norte, está próximo a someterse a elecciones próximamente y las encuestas no pronostican los mejores tiempos para él. Así que también el mandario del sur podría estar necesitando una cumbre binacional.

El diálogo le sirve a todos

El diario Wremja Nowostij, de Moscú, dice: "Norcorea está jugando un papel cada vez más importante. Así es como ha apagado una planta muclear que probablemente pronto apagará del todo.

En Pyongyang se prefiere discutir este tipo de cosas directamente con Estados Unidos. Aún así, con el jefe de Estado de Surcorea, el Norte puede enviar a Washington señales importantes.

Pero también Surcorea puede sacar provecho de la anunciada cumbre y asumir la iniciativa en las negociaciones del Diálogo de los Seis".