Las drogas no solo son un peligro para la salud, sino también para el medio ambiente. Estos son los datos más importantes sobre las sustancias ilícitas y su impacto sobre nuestros ecosistemas.
Publicidad
De acuerdo con Naciones Unidas, en 2018, unos 269 millones de personas en el mundo consumieron algún tipo de droga. El comercio ilegal de cocaína, opio y drogas sintéticas, así como la venta de cannabis son un negocio jugoso. Sin embargo, más allá del narcotráfico y la guerra contra las drogas, se habla poco del impacto negativo de las drogas sobre el medio ambiente.
Un porro o tres kilos de papas
Con 192 millones de consumidores, en 2018, el cannabis fue la droga más popular en el mundo, aparte del tabaco y el alcohol.
En Estados Unidos, la legalización de la marihuana va ganando terreno y se ha convertido en un mercado millonario. Sobre todo el cultivo de esta planta en invernaderos consume una gran cantidad de recursos para luz, ventilación y la temperatura adecuada.
Según estimaciones, la producción de cannabis en EE. UU. equivale ya al uno por ciento del consumo anual de electricidad del país. Con la producción a puerta cerrada son liberadas unas 15 millones de toneladas de dióxido de carbono, lo que equivale a las emisiones anuales de tres millones de automóviles, se señala en un informe de la Universidad Davis de California. La huella ecológica de un porro es así igual a la de tres kilogramos de papas.
Además, el cannabis es una planta extremadamente sedienta. En California, por ejemplo, una planta consume en promedio hasta 22 litros de agua al día. Sobre todo en épocas de sequía, esto representa un gran problema para la región.
Cocaína, huellas blancas en la selva
Por su parte, la huella ecológica de los 19 millones de consumidores de cocaína en el mundo es visible sobre todo en América Latina. De acuerdo con Naciones Unidas, en 2018, se produjeron hasta 1.120 toneladas de cocaína pura en Colombia, la mayor cantidad jamás registrada.
Desde 2001, han sido taladas más de 300.000 hectáreas de bosque para el cultivo de coca. Recientes imágenes de satélite muestran que tan solo en el Amazonas colombiano los campos de cultivo se extienden en una superficie de unas 50.000 hectáreas, la mitad de las cuales se encuentran en áreas protegidas con una gran diversidad de especies.
En la lucha contra el cultivo de coca, el gobierno colombiano apuesta, además, por la destrucción de los campos de cultivo con el herbicida glifosato. No obstante, así también se han destruido bosques y terrenos agrícolas. En opinión de Elizabeth Tellmann, de la Universidad de Columbia, en Nueva York, este método perjudica más al medio ambiente de lo que lo protege. Una vez que los campos han sido destruidos, los cárteles de la droga vuelven a talar nuevas superficies en otro lugar, dice.
Por último, las hojas de coca son procesadas en laboratorios clandestinos en la selva, con ayuda de químicos altamente tóxicos. Científicos calculan que al año varios millones de litros de estas sustancias venenosas contaminan las tierras y los ríos.
Publicidad
MDMA, éxtasis y opio
En países como Tailandia, Laos y Myanmar, la producción de drogas sintéticas a nivel industrial se ha convertido en una catástrofe ecológica y de salud, según Jeremy Douglas, de la Oficina para Asia de las Naciones Unidas para la Lucha contra las Drogas y el Crimen Organizado.
También el consumo desproporcionado de agua para la producción de opio representa un gran peligro en países como Myanmar, México y Afganistán, los principales productores de esta droga. En algunas regiones afganas, por ejemplo, el nivel de las aguas subterráneas desciende unos tres metros por año. Además, los agricultores usan fertilizantes químicos y fuertes pesticidas que contaminan las aguas subterráneas. (vt/dzc)
Lo que fue de los latinos extraditados por narcotráfico a Estados Unidos
Muchos personajes vinculados con el narcotráfico en Latinoamérica se encuentran recluidos en cáraceles de máxima seguridad de Estados Unidos. Otros, en tanto, ya han recuperado la libertad.
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Murat
Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, “el Chapo”
El jefe del Cártel de Sinaloa protagonizó espectaculares fugas. Incluso, se convirtió en el segundo hombre más buscado por el FBI y la Interpol, después de Osama Bin Laden. En 2017 fue extraditado a EE.UU. y sentenciado a cadena perpetua por narcotráfico, posesión de armas y lavado de dinero. Hoy se encuentra recluido en la cárcel de máxima seguridad ADX Florence, en Colorado.
Imagen: picture alliance/dpa/J. Mendez
Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela del Cártel de Cali
Miguel y Gilberto (en la foto) Rodríguez fueron los jefes del Cártel de Cali hasta 1995. Gracias a su colaboración con la Policía, Pablo Escobar fue capturado. Ambos fueron extraditados a EE.UU., siendo sentenciados a cadena perpetua en 2006. Mientras Miguel se encuentra en la prisión de Edgefield en Carolina del Sur, su hermano pasa los días la cárcel de Butner, en Carolina del Norte.
Imagen: picture-alliance/dpa/EPA/SIJIN
Héctor “El Güero” Palma Salazar
Fue el principal socio de “El Chapo” Guzmán. En 2007 fue extraditado a EE.UU., siendo declarado culpable por tráfico de cocaína. “El Güero” cumplió solo nueve de sus 16 años de condena en la prisión federal de Colorado, quedando en libertad por “buena conducta” en 2016. Tras ser deportado a México, fue condenado allí por homicidio. Está recluido en el penal del Altiplano.
Imagen: thewhistleblowers.info
Diego Montoya Sánchez, “Don Diego”
Estuvo en la lista de los 10 más buscados por el FBI. Diego Montoya Sánchez, “Don Diego”, fue uno de los máximos líderes del Cártel Norte del Valle, Colombia, durante los 90. Fue capturado en 2007 por el Ejército Colombiano y extraditado a EE.UU. en 2008. En 2009 se declaró culpable en Miami, siendo condenado a 45 años de cárcel por los delitos de narcotráfico, asesinato y chantaje. Sigue preso.
Imagen: picture-alliance/dpa
Juan Carlos Ramírez Abadía, “Chupeta”
Tras la muerte de Pablo Escobar y la detención de los hermanos Rodríguez, el “Chupeta” se convirtió en el principal distribuidor de cocaína en los Estados Unidos, innnovando incluso en los medios de transporte. Ramírez fue capturado en 2007 en Brasil y extraditado a EE.U.U, donde recibió 55 años de condena. Es conocido por haberse sometido a varias cirugías estéticas para cambiar su rostro.
Imagen: picture-alliance/ dpa
Édgar Valdez Villarreal, “La Barbie”
Popularmente conocido como “La Barbie”, Édgard Valdez Villarreal tenía una cercana relación con Joaquín “El Chapo” Guzmán para traficar cocanía desde México y Colombia a Estados Unidos. Es considerado uno de los narcotraficantes más sanrgientos de la historia de México. En 2010 fue detenido en su país, pero luego extraditado a EE. UU. en 2015. En 2018 fue condenado a 49 años de presidio.
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Guzman
Sandra Ávila Beltrán, “La Reina del Pacífico”
“La Reina del Pacífico”, como es conocida Sandra Ávila Beltrán, fue condenada a 5 años y 10 meses de prisión por una Corte de Miami en 2013. Estados Unidos la acusó por delitos de asociación delictuosa para distribuir cocaína, por su relación con el Cártel de Sinaloa. Sin embargo, estuvo solo un año encarcelada en ese país, ya que se le consideró su tiempo en prisión en México. Hoy está libre.
Imagen: picture-alliance/dpa
Alfredo Beltrán Leyva, “El Mochomo”
Pese a que en algún momento fue cercano a “El Chapo” Guzmán, terminó siendo su peor enemigo. Alfredo Beltrán Leyva, “El Mochomo”, fue uno de los causantes de las batallas más sangrientas vistas en Sinaloa, México. En 2008 fue capturado en su país y el 2014 extraditado a Estados Unidos. Allí fue sentenciado a cadena perpetua por la Corte del Distrito de Columbia por tráfico de drogas.
Imagen: Getty Images/AFP/O. Torres
Dámaso López, “El Licenciado”
Dámaso López, “El Licenciado”, conoció a Joaquín "El Chapo” Guzmán cuando era subdirector de Puente Grande, la misma cárcel desde donde se fugó el narcotraficante en 2001. Tras eso, López se convirtió en uno de los hombres de confianza de Guzmán. En 2017 fue detenido en México y ese mismo año sentenciado en EE. UU. a cadena perpetua por tráfico de cocaína.
Imagen: Reuters/C. Jasson
Vicente Zamblada Niebla, “El Vicentillo”
Hijo del actual líder del Cártel de Sinaloa, Ismael Zambada, en 2009 fue detenido en México y extraditado a EE. UU. en 2012. “Vicentillo” pudo haber enfrentado una cadena perpetua, pero por su colaboración en el juicio a “El Chapo”, fue condenado en 2019 a 15 años de prisión. De ellos, solo cuatro debían hacerse efectivos, dado que el juez consideró su tiempo en prisión en México y en EE. UU.
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Guzman
Martín Villegas Navarrete, “El Elegante”
Martín Villegas Navarrete, “El Elegante”, es considerado uno de los líderes del Cártel de los Beltrán Leyva. En 2015 fue detenido por la Policía Federal en Ciudad de México y en 2018 fue extraditado a Estados Unidos, país que lo solicitaba desde 2011. En junio de 2019 lo sentenciarion a casi 14 años de prisión en Estados Unidos, tras pagar una multa de 800 mil dólares.