Las gallinas son increíblemente listas y captan muchas de las cosas que suceden a su alrededor. Sus capacidades cognitiva y emocional podrían ser comparables a las de los niños pequeños, primates o los cuervos. A este resultado se llegó en el informe de la organización de protección de animales "Farm Sanctuary” de Estados Unidos.

Con la iniciativa "El Proyecto de Alguien", dicha organización quiere llamar la atención sobre estos animales domésticos con los que el hombre convive desde hace miles de años, que tienen una propia personalidad y merecen ser tratados con empatía. Es también un llamamiento contra la explotación intensiva de animales.

Las investigadoras de comportamientos, Lori Morino y Christina M. Colvin, evaluaron diversas y numerosas publicaciones mundiales sobre el tema. Los resultados muestran que, tras el cerebro del tamaño de una nuez de una gallina, hay un rendimiento nada despreciable.

Por ejemplo, las gallinas domésticas eran capaces de llegar a conclusiones lógicas, que los niños solo podían hacer alrededor de los siete años, explica Marino en un artículo de la revista especializada "Animal Cognition”.

Geometría y cantidades

Según un estudio, los polluelos, por ejemplo, pueden calcular. Estos animalillos recién salidos del cascarón pueden, por lo menos, diferenciar entre cantidades grandes y pequeñas. Esto se demostró con un test llevado a cabo con huevos amarillos de plástico. Además, las gallinas eran capaces de recordar hasta tres minutos el trayecto de una pelota. Estos resultados se corresponden con las capacidades de la mayoría de los primates en experimentos similares.

Las gallinas poseen una amplia conciencia espacial además de cierta capacidad multitarea. Es decir, pueden buscar comida, percibir la presencia de criaturas afables en su entorno directo y, al mismo tiempo, controlar el cielo buscando si hay aves de presa peligrosas.

Su órgano sensorial más importante no es desde luego la vista, sino el pico con un sentido del gusto, olfativo y sensitivo muy sensible. Es muy doloroso para las gallinas tener heridas en el pico.

Empatía e inteligencia

Una gallina está provista hasta cierta medida de autocontrol. Así lo han demostrado ciertos estudios, donde estos pájaros fueron capaces de cerrar el pico si esto implicaba que recibirían pienso de mejor calidad.

Además, tienen conciencia de su propio papel en la sociedad. Cada gallina conoce su rango dentro de la jerarquía de su gallinero. Es decir, pueden reflexionar sobre su propia existencia. 

La comunicación entre gallinas es muy complicada. Está compuesta de 24 sonidos y un gran repertorio de señales visuales. Son capaces de captar intervalos temporales y sacar conclusiones sobre sucesos en el futuro. Aprenden, se observan y les influyen la conducta maternal.

La empatía no es un sentimiento desconocido para ellas. A las gallinas cluecas se les mostraba cómo una ráfaga de  viento despeinaba a sus polluelos. Estas mostraron síntomas de estrés al igual que sus polluelos. Así, las gallinas muestran simpatía y son capaces de adoptar el punto de vista de sus congéneres. Esto solo se ha comprobado en pocas especies, como los cuervos y los primates.

El animal consumado

El gallus domesticus procede del gallo bankiva, una gallina salvaje del suroeste asiático. No hay ningún otro animal doméstico con tantos ejemplares repartidos por el mundo. 20 mil millones de gallinas.

La mayoría de las gallinas que consumimos proceden de la explotación intensa de animales. En su corta vida, no ven la luz, no pueden desarrollarse adecuadamente, sufren por no disponer de espacio suficiente y, en consecuencia, se hieren entre ellas. Una de las metas de "The Someone Project” es que aprendamos a reconocer la inteligencia y los sentimientos de las aves. Que las tratemos con dignidad.