Europa y América Latina están en la nerviosa mira de los EE UU. En los últimos meses Washington ha lanzado una incisiva campaña diplomática para presionar tratados bilaterales que le garanticen inmunidad a los ciudadanos estadounidenses que cometan delitos de lesa humanidad. Con ello, el Gobierno estadounidense busca sustraerse de la competencia del Tribunal Penal Internacional establecido por la mayoría de los países civilizados. Según diferentes medios europeos y latinoamericanos como el diario danés "Berlingske Tidende", el alemán "Frankfurter Rundschau" y "El Tiempo" de Colombia el Gobierno de Bush está presionando, individualmente, a los países miembros de la Unión Europea. Italia, por ejemplo, está siendo conminada a comprometerse a no extraditar a La Haya a estadounidenses que hayan violado los derechos humanos.

Sin firma no hay entrada al club

Europa del Este también está siendo, fuertemente, acorralada. Los Estados Unidos han amenazado a los países del antiguo bloque comunista aspirantes a la OTAN con vetar su aceptación en el distinguido club militar si se niegan a firmar los correspondientes tratados bilaterales de garantía de inmunidad.

El único país europeo que ha firmado los "ominosos papeles" ha sido Rumania que recibió una dura reprimenda de la UE por no haber revisado antes los efectos jurídicos. A Israel, por otro lado, sólo fue necesario que Washington lo amenazara con retirar su apoyo a las fuerzas de paz de la ONU, para que firmara.

Los suizos ni siquiera quieren tocar el tema

Suiza, por su parte, se ha rehusado, incluso, a entablar conversaciones sobre el tópico con los EE UU. Por lo demás, la presidencia danesa en turno del Consejo Europeo ha expresado "asegurar la efectividad del Tribunal Penal Internacional", pero continuar el "diálogo diplomático" con los Estados Unidos.

Colombia bien puede no firmar

En Colombia, por otra parte, mientras algunos analistas creen que con una firma de la petición de inmunidad de Estados Unidos "Colombia se ganaría un aliado en la confrontación total contra la guerrilla", otros afirman que sería un gran error. Según ellos, en caso de que Colombia no acceda a firmar, a Bush no le conviene suspenderle la ayuda militar, porque ésta "es vital para los intereses nacionales de EE UU".

El cotidiano colombiano El Tiempo, cita una fuente del Gobierno alemán que considera que "los EE UU no tendrían justificación para cancelar la ayuda a Colombia". El Gobierno de Colombia ha sido puesto contra la pared. Por una parte, si no firma, puede afectar las relaciones y, por otra, si firma daría mensajes contradictorios - al interior y exterior - de su lucha contra la impunidad. Setenta y dos académicos, escritores y políticos colombianos han lanzado un llamado público para evitar restringir los alcances de la Corte, pues "ningún país está exento, ni de ser víctima del terrorismo, ni de tener ciudadanos terroristas".