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Las lecciones de Beslán

6 de septiembre de 2004

El mundo entero siguió de cerca el drama de Beslán. Los comentaristas de la prensa europea opinan que la solución del conflicto checheno no debe dejarse en manos de Vladimir Putin.

La bandera rusa ondea a media asta.Imagen: AP

Trouw de La Haya: “La guerra de Chechenia se caracteriza por el secretismo con el que el presidente ruso, Valdimir Putin, la promueve desde hace cinco años. La televisión rusa no transmite imágenes de esta guerra, tampoco informa sobre el número de víctimas que ha cobrado. Ni hablar de los crímenes que las tropas rusas han cometido en esta república separatista. El sábado Putin calificó el drama de Beslán como parte del terrorismo internacional y trató de deslindarlo por completo del la guerra en Chechenia.

Nada justifica la muerte de inocentes como sucedió en Beslán, pero tampoco se puede justificar que Occidente observe callado cómo el drama checheno sigue su curso. El caso de Chechenia no se puede dejar en manos de Putin, muchos años así lo evidencian.”

Una maniobra peligrosa

Financial Times de Londres: “La magnitud del horror vivido en Beslán empieza a entenderse. No existe justificación para este baño de sangre. El presidente ruso, Vladimir Putin indicó que reorganizará a sus fuerzas de seguridad. Comete un gran error si cree que reforzar sus mandos de seguridad es la única respuesta al terrorismo. Putin intenta presentar el conflicto en Chechenia como parte del la guerra global en contra del terrorismo. Esta es una maniobra peligrosa. Las causas del conflicto checheno se encuentran por completo en Rusia, y sólo en Rusia están también sus posibles soluciones.”

Nada que ver con el terrorismo internacional

Kommersant de Moscú: “El Gobierno ruso insiste en que los secuestradores de Beslán provenían de diferentes naciones. ¿Por qué cuentan estas historias? Nos quieren hacer creer que la guerra contra Chechania, que dura ya cerca de 10 años, no es el verdadero detonante de esta tragedia. Por el contrario, nos quieren convencer de que nuestros hijos han muerto porque el terrorismo internacional le ha declarado la guerra a Rusia.

En los últimos 10 días fueron derribados dos aviones, explotó una bomba en una estación de metro rusa y cientos de personas murieron en una escuela. Las personas que prometieron proteger a este país no han cumplido su misión.”

Una postura dudosa

taz de Berlín: “Lo más importante -sostienen el canciller alemán Gerhard Schröder y el ministro de exteriores, Joschka Fischer- es mostrar solidaridad con Rusia. ¿No sería hora, después de la tragedia de Beslán, de emitir otros mensajes? Por lo visto no. Lo único que logra Schröder con su postura de reserva es emitir la señal de que Putin debe seguir el camino emprendido. Schröder afirma que no se puede negociar con personas que matan a niños por la espalda, y lo mismo que Putin, tira a todos los chechenos en un mismo molde. Esta postura es muy peligrosa pues impulsa aún más el conflicto en el Caúcaso. Además para un canciller cuyo partido se presenta como el “partido de la paz” resulta una vergüenza.”