Durante la ocupación nazi, decenas de miles de judíos fueron asesinados en el barranco de Babi Yar, cerca de Kiev. DW habló sobre esta tragedia con Josef Zissels, líder de la comunidad judía en Ucrania.
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DW: En el barranco de Babi Yar cerca de la capital ucraniana fueron asesinados decenas de miles de judíos durante la ocupación nazi. Sobre todo para los judíos ucranianos, Babi Yar es un importante símbolo del Holocausto. ¿Qué importancia tiene Babi Yar para los no judíos?
Josef Zissels: Primero quisiera aclarar algunas cifras, puesto que algunos investigadores hablan de 70.000 mil personas asesinadas y otros de hasta 200.000. Gracias a los documentos alemanes, sobre todo al informe del escuadrón de la muerte nazi, se sabe con exactitud que tan solo en los primeros dos días de la masacre, el 29 y 30 de septiembre de 1941, fueron ejecutados más de 33.700 judíos, tanto hombres como mujeres, niños y ancianos. Hubo matanzas en ese lugar hasta 1943.
Para los judíos, Babi Yar representa una tragedia, que conmemoramos desde hace muchos años. Es un símbolo del Holocausto. Durante le era soviética no se mencionó este tema. Con la independencia de Ucrania, se empezó a abordar este capítulo de la historia del Holocausto. Hoy día, los ucranianos saben mucho más sobre la matanza que hace 20 años.
¿Qué papel jugaron los ucranianos en esta tragedia? ¿Existe una cultura de la reparación en el país?
Desde luego es necesario hablar sobre el rol de la población local. Mientras más cosas salen a la luz sobre el tema, más preguntas surgen. Hoy día, se habla más sobre esta tragedia y se abordan temas que antes no se mencionaban en Ucrania.
A principios de la década de los 90 del siglo pasado, se podía comprar mucha literatura antisemita en las librerías de Kiev, por ejemplo "Mi Lucha”, de Hitler. ¿Cuál es la situación hoy día?
Desde 1990 analizo casos de antisemitismo. Actualmente, Ucrania es uno de los países europeos con el menor número de casos de antisemitismo. En cuanto a la literatura, en aquel entonces esta era repartida y publicada sobre todo por la Iglesia ruso ortodoxa y algunas fuerzas de la derecha radical. Hoy día, hay mucho menos literatura antisemita.
¿Qué impacto ha tenido la guerra en el este del país sobre la situación de los judíos?
Lo más importante es que, en los últimos años, los ucranianos han empezado a cambiar su identidad. Se están convirtiendo cada vez más en auténticos europeos. No obstante, este desarrollo es lento y controvertido. Justamente este cambio de identidad provocó los sucesos en la plaza de Maidán, en Kiev en 2004. La guerra en el este del país fue una reacción al Maidán.
Hace un año, usted dijo en una entrevista que los judíos en Ucrania apenas estaban empezando a sentirse como judíos ucranianos.
Se podría decir que hubo tres etapas: antes de 1991 todos fuimos judíos soviéticos. Después nos convertimos en judíos que vivían en Ucrania y, ahora, después de los sucesos del Maidán, vemos que también hay judíos ucranianos. La comunidad judía en Ucrania empieza a identificarse cada vez más con el país. Esto vale sobre todo para las personas jóvenes.
Josef Zissels es presidente de la Asociación de Organizaciones y Comunidades Judías (VAAD) en Ucrania.
Autor: Efim Schuhmann
Castillo de Vogelsang: escuela nazi convertida en museo
Los nazis levantaron el castillo Vogelsang para formar a la élite del partido. Su arquitectura, símbolos e imágenes todavía recuerdan aquella época oscura, pero a partir de ahora, abrirá sus puertas como museo.
Imagen: DW/D. Crossland
Ideal nacionalsocialista
El 11 de septiembre se abrió un nuevo centro de visitantes y una exposición en el castillo de Vogelsang, un recinto que los nazis utilizaron como escuela para sus dirigentes. El centro de documentación albergará una exposición continua sobre la historia de este lugar. Entre los muchos objetos expuestos, destacan estos modelos idealizados de atletas.
Imagen: DW/D. Crossland
Ascenso rápido
Entre 1936 y 1939 se formaron aquí un total de unos 2000 jóvenes. Muchos de ellos procedentes de las clases medias de la sociedad, que habían padecido durante la recesión. El programa de formación de los nazis prometía rápidas posibilidades de ascenso y en el plan de estudios estaba muy presente la educación física.
Imagen: DW/D. Crossland
Imagen medieval del mundo
Estos estilizados caballeros tallados resguardan la entrada al castillo. El nacionalsocialismo utilizó frecuentemente modelos medievales para sus objetivos. Ser caballero indica valor, virtud y justicia. Además, participaron en las cruzadas contra los infieles y conquistaron parte del este de Europa. Hechos controvertidos que hoy todavía se discuten.
Imagen: DW/D. Crossland
Personas comunes convertidas en asesinos
Esta foto muestra una estatua con el ideal del “nuevo alemán”. Al lado, están los nombres de los llamados mártires, aquellos que fallecieron en el fracasado golpe de estado de 1923. En la exposición se muestran fotografías de personas comunes con uniforme convertidas en asesinos, así como pantallas con declaraciones de las víctimas del holocausto.
Imagen: DW/D. Crossland
De alumnos a monstruos
Stefan Wunsch, director de la exposición, muestra una foto en que se ve a la lituana Mascha Rolnikaite. Esta superviviente del holocausto habla en una entrevista sobre Franz Murer, “el asesino de Vilnius”. Este ex alumno de Krössingsee, otro de los centros de enseñanza nazis, fue responsable del asesinato de miles de lituanos.
Imagen: DW/D. Crossland
Información y esclarecimiento
Gabriele Harzheim, investigadora del castillo de Vogelsang, explica: “Aquí los visitantes se enfrentan a la pregunta de qué tiene que ver esto con ellos". En vista de la situación política actual en Europa, se entiende perfectamente la importancia de contar con un lugar así.
Imagen: DW/D. Crossland
Un lugar ensangrentado
La investigadora Gabriele Harzheim sostiene una foto histórica del castillo de Vogelsang. El edificio fue abierto al público en 2006 después de que el ejército belga abandonase el recinto y el área. Los funcionarios alemanes estaban ante el dilema de qué hacer con este edificio, que todavía está adornado con símbolos y estatuas nazis.
Imagen: DW/D. Crossland
Arquitectura ideológica
Las salas comunes de Vogelsang tienen una decoración lujosa y feudal, mientras otras salas como los cuarteles y los alojamientos eran más espartanas. Todo un símbolo del dominio de la comunidad sobre el individuo.
Imagen: DW/D. Crossland
Base militar tras la II Guerra Mundial
Vogelsang ofrece vistas espectaculares sobre los lagos y las colinas del parque natural del Eifel. Después de la II Guerra Mundial, durante 60 años fue una zona prohibida utilizada por los belgas y los británicos como base militar y como zona de ejercicios para las tropas.
Imagen: DW/D. Crossland
Visitantes inesperados
Los organizadores esperan que la exposición y todo el recinto reciban 300.000 visitas al año. No se podrá impedir que algunos neonazis visiten este lugar de información y documentación. Esta estatua podría ser uno de los escenarios favoritos para desplegar antiguos carteles de propaganda y hacerse fotos para el recuerdo.
Imagen: DW/D. Crossland
Un imán para la extrema derecha
La dirección del museo, los científicos y los responsables de turismo conocen el magnetismo que puede tener ese lugar para el “turismo oscuro”, personas fascinadas por las prácticas macabras el régimen nacionalsocialista. Los curadores han intentado contrarrestar ese "atractivo" con una exposición sobria y algunas modificaciones arquitectónicas.