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“Las matanzas hacen tambalear a los Estados”

Kersten Knipp (CT/ER)15 de julio de 2016

El asesinato de Niza sigue una estrategia yihadista que circulaba hace mucho en internet. El objetivo es, con medios sencillos, matar a un máximo de personas. Una posibilidad: el ataque con vehículos.

Frankreich Anschlag Lastwagen-Attacke in Nizza
Imagen: Reuters/E. Gaillard

"¿No tienen bombas? ¡no hay problema!". Abou Mohammed Al-Adnani, el antiguo portavoz de la organización terrorista "Estado islámico", le explicaba a su público en un mensaje de video de septiembre de 2014 las posibilidades que tienen los yihadistas para matar a gente incluso con medios primitivos.

En el video, él hacía propuestas concretas sobre la forma de proceder: "Si no encuentran explosivos o municiones, entonces aíslen a un infiel estadounidense, a un infiel francés o a uno de sus aliados. Destrócenle la cabeza con una piedra, mátenlo con un cuchillo, arróllenlo con su automóvil, láncenlo desde alguna altura, ahóguenlo o envenénenlo".

Célula terrorista en Afganistán

La actualidad de esta estrategia nos la demuestra el atentado en Niza. Esas instrucciones fueron formuladas por primera vez por Mustafa bin Abd al-Qadir Setmarian Naser, compatriota de Adnani. El sirio, nacido presuntamente en 1958 con el nombre de guerra Abu Musab al-Suri, luchaba en Afganistán al lado de los muyahidines en contra del Ejército Rojo.

Allí conoció entre otros a Osama bin Laden. De vuelta en Europa, ayudaba Al-Suri ("El sirio") a conectar la red yihadista local. Cierta participación tuvo aparentemente en la creación de la fracción española de Al Qaeda, que hizo explotar varios trenes de cercanías en Madrid en Marzo de 2003.

También se dijo que Al-Suri tenía contacto con los terroristas que perpetraron el ataque en el Metro de Londres en 2005. En ese mismo año fue arrestado en Pakistán y entregado posteriormente a Siria. Se le pierde la pista en las cárceles del régimen de Assad.

Abu Musab al-Suri (de.), junto a Osama Bin Laden (iz.).Imagen: gemeinfrei

"Guerra sin límites"

Al-Suri recomendaba la llamada guerra "sin fronteras. Los objetivos serían políticos y militares: aeropuertos y puertos, estaciones de ferrocarril, puentes, cruces de carreteras, el metro y los destinos turísticos. Incluso las bases militares y centros de cómputo se podrían atacar; pero también objetivos "blandos", como compañías de medios de comunicación y sus representantes. También de interés serían "lugares donde se congregan judíos, así como líderes judíos e instituciones judías". Se excluyen los lugares de culto y sinagogas.

Según estra estrategia, "la matanza de población civil es el tipo de ataque que puede hacer tambalear a los Estados y los gobiernos. Esto se consigue atacando a multitudes con lo que pueda provocar un máximo en pérdidas humanas".

"Manejo de la barbarie"

Poco tiempo después del texto de Abu Suri circuló en internet el documento titulado "Manejo de la barbarie" ("Idarat at-tawahush"). El presunto autor es un egipcio no identificado, con el nombre de guerra Abu Bakr Naji. Él era uno de los cerebros de Al-Qaeda. También él abogaba por el uso de la fuerza máxima.

"Si no somos violentos en nuestro yihadismo, tendríamos como consecuencia la perdida de nuestra fuerza, que a su vez es una de las columnas de la comunidad creyente. Una comunidad fuerte es capaz de defender sus posiciones y es capaz de mirar frente al terror. Estas son las buenas cualidades que hemos perdido en esta época".

La lucha contra el peligro invisible: Soldados de guardia en París.Imagen: picture-alliance/dpa/E. Laurent

La violencia, según Bakr Naji, es una herramienta esencial de lucha. Con esto, él piensa menos en hechos como los ataques de avión contra el World Trade Center en Nueva York en septiembre de 2001. En su lugar, Bakr Nji recomienda acciones "menores", con el objetivo de "llenar de miedo y temor los corazones de los cruzados."

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