Las mujeres estudian más, pero ganan menos que los hombre
11 de septiembre de 2018
Las mujeres representan un porcentaje cada vez mayor de los titulados universitarios en la OCDE, pero eso no impide que sigan ganando menos que sus colegas masculinos y, de hecho, la brecha en ese nivel es más elevada.
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En su estudio anual sobre la educación publicado este martes (11.09.2018), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) indica que un 50 % de las mujeres de 25 a 34 años tenían estudios universitarios en 2017, frente al 38 % diez años antes, mientras que entre los hombres los porcentajes pasaron del 30 % al 38 %.
Pese a esos avances, la inserción femenina en el mercado laboral es significativamente menor, ya que mientras un 89 % de los hombres con titulación universitaria trabajan, el porcentaje es del 80 % en las mujeres.
Además, si se analizan las remuneraciones de los asalariados a tiempo completo, los sueldos de las mujeres con formación superior es sólo un 74 % del de los hombres con ese mismo nivel de formación.
Esa brecha del 26 % es superior incluso que la que se constata entre quienes sólo han cursado hasta segundo ciclo de secundaria (hasta el bachillerato), del 22 %, o entre quienes abandonaron antes los estudios, también del 22 %.
Las mayores diferencias de remuneración (hasta el 35 %) entre trabajadores y trabajadoras con titulación universitaria se dan en Chile, Brasil (aunque no pertenece en la OCDE participa en el estudio), Chile o Israel.
Por el contrario, la brecha es inferior al 20 % en Bélgica, España, Letonia, Luxemburgo, Eslovenia, Suecia, Turquía y, sobre todo, Costa Rica (7 %).
"Estereotipos, convenciones y discriminación"
Los autores del estudio atribuyen esa brecha a "los estereotipos sexistas, las convenciones sociales y la discriminación contra las mujeres", pero también a que hombres y mujeres no estudian las mismas carreras.
En la práctica, los primeros se decantan por estudios mejor remunerados como la ingeniería, las industrias de transformación o las ciencias, las matemáticas o la informática, mientras que las segundas están mucho más presentes en las ciencias de la educación, las letras, las lenguas y las artes.
La OCDE reitera las ventajas de la formación, y lo ilustra señalando que las personas que se quedan en el segundo ciclo de secundaria ganan de media únicamente un 65 % de aquellos que tienen un título universitario.
Además, la tasa de empleo de los universitarios es del 85 %, frente a sólo el 76 % para los que se han quedado en ese segundo ciclo de secundaria y por debajo del 60 % para los que no llegaron al equivalente del bachillerato.
Medido en términos financieros, la inversión en los estudios superiores es fuertemente rentable en términos individuales: los hombres dedican unos 52.500 dólares de media en la OCDE para obtener su diploma (41.700 las mujeres) y durante su carrera llegan a ganar 319.600 dólares (frente a 234.000).
También para las arcas públicas, ya que el rendimiento en un hombre será de 139.600 dólares y de 72.100 para una mujer, si se suman las cotizaciones sociales, los impuestos y los ahorros en subsidios y ayudas sociales.
Superación generacional
La OCDE se felicita por que dos tercios de las personas de 25 a 64 años cuyos padres no habían pasado del segundo ciclo de secundaria los hayan superado en estudios.
También destaca que el porcentaje de quienes no han llegado a ese nivel de formación haya bajado del 20 % en 2007 al 15 % en 2017.
Sin embargo, las diferencias dentro de la organización son más que significativas, y la situación es notablemente menos halagüeña en países como Italia (25 %), Portugal (30 %), España (34 %), Turquía (44 %) y, sobre todo, México (52 %).
Además, los autores del informe certifican que el origen socioeconómico es el principal factor explicativo de las desigualdades en los niveles de formación.
Así, los jóvenes con padres que no superaron el segundo ciclo de secundaria, aunque son dos de cada tres en su grupo de edad, sólo suponen un 47 % de los estudiantes universitarios.
CP (efe, afp)
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America Latina: la violencia machista en cifras
El machismo y la violencia contra las mujeres están más presentes de lo que se cree entre los jóvenes. Un estudio de la organización Oxfam revela creencias y comportamientos que explican las altas cifras de violencia.
Imagen: picture-alliance/epa/Guadalupe Perez
Víctima por el hecho de ser mujer
El 56% de las mujeres y el 48% de los hombres de 20 a 25 años en América Latina tienen alguna conocida cercana que ha sufrido violencia física o sexual en el último año, según un estudio de la ONG Oxfam. En la región muere una mujer cada cinco horas y sólo en 2016 se registraron 1831 feminicidios. En México, donde no está tipificado este delito, la población ha salido a la calle a decir basta.
Imagen: picture-alliance/epa/Guadalupe Perez
Normas heredadas
En la base de esta violencia están una serie de imaginarios y normas sociales que han dictado tradicionalmente cómo deben comportarse las mujeres y qué derechos tienen los hombres sobre ellas. El 60% de los amigos cercanos a los encuestados le grita a su pareja y el 40% las humilla y desvaloriza, según el estudio realizado entre jóvenes de 15 a 25 años de ocho países latinoamericanos.
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Sexualidad, mitos y creencias
El 87% de los jóvenes encuestados opina que el deseo sexual de los hombres es mayor que el de las mujeres. Asimismo, está muy presente la idea de que si una mujer está ebria se presta para que tengan relaciones sexuales con ella aunque no esté consciente, que el hombre se enoja si la mujer no tiene relaciones cuando él quiere o que si él está ebrio se justifica que la golpee
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Acoso callejero
Existe una normalización del acoso callejero, con comentarios de tipo sexual, piropos o silbidos por parte de desconocidos en espacios públicos y del transporte. El 75% de las y los jóvenes cree que esto es algo normal. El informe “Rompiendo moldes: transformar imaginarios y normas sociales para eliminar la violencia contra las mujeres” pretende alertar sobre estos comportamientos.
Las redes sociales, internet y celulares se han convertido en instrumentos para ejercer control sobre las mujeres. El 33% de las mujeres y el 44% de los hombres (15 a 19 años) consideran que no es violencia revisar el celular de sus parejas. Asimismo, el 84% de las mujeres y el 77% de los hombres (15 a 25 años) creen que sus amigos lo hacen.
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¡No te pongas eso!
Otra forma de ejercer control y violencia sobre las mujeres tiene que ver con el vestuario. Pero la mayoría de los encuestados de 20 a 25 años cree que no es violencia que el hombre le diga a su pareja qué ropa usar. El 56% de las mujeres y el 59% de los hombres creen que sus amigos hombres lo hacen.
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Celos como expresión de amor
Otra creencia extendida es que los celos son una expresión del amor y quien cela está demostrando cuánto quiere a su pareja. Así lo piensa el 43% de las mujeres y el 63% de los hombres de 15 a 19 años. “En nombre del amor romántico, se cometen toda clase de abusos que atentan contra la libertad y el derecho a la intimidad”, acusa el estudio.
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¿No es sí?
Un lamentable concepto, en la base del machismo, es que las mujeres “se hacen las difíciles”: dicen no, pero en realidad quieren decir sí, opina el 45% de las jóvenes y el 65% de los chicos encuestados. En la misma línea, “un hombre puede tener relaciones sexuales cuando y con quien quiera; pero las mujeres, no”. El 81% de las y los jóvenes de 20 a 25 años cree que eso piensan sus amistades.
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¿Por qué las mujeres aguantan una relación violenta?
También presente está la idea de que el hombre tiene derecho a disciplinar el comportamiento de la mujer con cualquier tipo de violencia. Los y las jóvenes de 20 a 25 años dan diferentes razones por las cuales las mujeres no escapan de relaciones violentas: 80% opina que lo hacen por sus hijos, 63% porque amenazan con matarla, 59% porque dependen económicamente y 47% cree que es normal.
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Distintas caras del machismo
El machismo está presente por igual en toda América Latina, con algunas diferencias en la forma de manifestarse. El Salvador, Colombia, Honduras y Guatemala sobresalen en la normalización de la violencia y Cuba por los silbidos y piropos en la calle. En Bolivia, el 61% de los hombres de 20 a 25 años cree que cuando una mujer sale a trabajar, los hijos e hijas sufren abandono.
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Creencias positivas entre los jóvenes
Pero también hay conciencia de que la violencia contra las mujeres es un problema grave y las autoridades deberían hacer algo al respecto. Así opina el 72% de las mujeres y el 63% de los hombres. Asimismo, el 88% de las jóvenes y el 77% de los chicos estima que la violencia hacia las mujeres es producto de las desigualdades entre ambos.
Imagen: AFP/Getty Images/E. Santelices
Moldes sexistas
Aunque persiste el concepto de hombres proveedores y mujeres cuidadoras, así como la idea mayoritaria (78%) de que todas las mujeres deberían ser madres, el estudio destaca casos de jóvenes que rompen con el molde sexista, y el valor de campañas e iniciativas para visibilizar los derechos de lesbianas y personas transgénero, quienes sufren todavía mayor discriminación y violencia.
Imagen: Getty Images/AFP/C. de la Torre
Transformar los imaginarios y normas sociales
Esa es la meta. Los jóvenes tienen un papel clave, como lo han demostrado con marchas y protestas. Pero el proceso, reconoce el estudio de Oxfam, es lento y complejo. La mayoría cree que el Estado debe actuar ante la violencia, pero admite que haría poco o nada frente a una situación de maltrato. Este informe permite reconocer estos moldes y alienta a no ser testigos silenciosos del maltrato.