Un espacio de singulares características es la Ciénaga Grande de Santa Marta. Aquí, el agua dulce, que baja de la Sierra Nevada, se encuentra con la salada del mar. La flora y la fauna dependen del equilibrio que mantienen ambas al mezclarse. Sin embargo, el caudal de agua dulce está disminuyendo, explica la bióloga María Viviana Granados León. La ciénaga pierde profundidad, la contaminación avanza, el manglar desaparece. Pero un grupo de mujeres que habitan en los palafitos, confían que frenarán esta degradación ayudando a recuperar los manglares. Hace más de doscientos años existe Nueva Venecia, construida sobre el agua, fundada por pescadores, explica Gabriela Moreno. Después de estudiar turismo en Santa Marta decidió emprender su propio proyecto: aunando lo social con lo ambiental, ofrece una opción de turismo sostenible que beneficia a la comunidad. En Viajando con Gaby, hoy trabajan entre veinte y treinta personas, artesanos, músicos y cocineras de la comunidad.