Las noticias negativas se comparten más en redes sociales
Carsten Gruen20 de julio de 2016
A través de las redes sociales, cada vez más gente tiene acceso, de forma inmediata y sin filtro, a noticias negativas sobre el terrorismo. ¿Con qué consecuencias?, preguntó DW al catedrático Oliver Quiring*.
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DW: ¿Qué significa para la gente ver y escuchar información permanente sobre violencia extrema a través de los medios de comunicación y las redes sociales?
Oliver Quiring: Primero, tengo que decir que el miedo de la gente es irracional. Las estadísticas muestran que la posibilidad de ser víctima de un atentado terrorista es muy baja. Sin embargo, las imágenes y la información que se transmiten a través de los medios de comunicación se quedan grabadas en la mente. Y con ello, los terroristas han logrado su meta.
Investigaciones de las universidades de Darmstadt y Dresde muestran que en gran medida la información sobre violencia y criminalidad se comparte con más frecuencia. ¿A qué se debe?
La gente reacciona de forma más intensa ante información e imágenes de contenido violento y noticias negativas. Por un lado, el aspecto sensacionalista juega un papel importante. Por otro lado y, desde el punto de vista de la teoría evolucionista, estamos más atentos ante el peligro y, por ello, concedemos más prioridad a este tipo de noticias.
¿Qué papel desempeñan las redes sociales y que la gente usa continuamente? En las redes se divulgan con frecuencia muchos rumores, imágenes o videos que quizás no difundirían los periodistas.
Los periodistas evalúan, como profesionales, los textos y las imágenes de otra manera. Muchos usuarios, por el contrario, son muy emocionales. Esto se puede comprobar, por ejemplo, en el debate de los refugiados y en el que solo algunos lideran posturas muy acaloradas. En este caso se alimenta el miedo de la gente de forma intencionada. En el primer plano sobresalen los rumores y la verdad ya no se toma necesariamente en cuenta. Un ejemplo: un texto normal de un medio de comunicación reconocido se saca de contexto y adquiere otras dimensiones posteriormente.
¿Qué papel juega la telefonía inteligente con la que, a través de "notificaciones" o alertas automáticas, se puede estar al día de los acontecimientos?
La gente está realmente agobiada por la información negativa. Entonces aumenta la presión para producir algo nuevo, también en los medios de comunicación. Lo que antes se comentaba en las tertulias, en la actualidad forma parte del debate público. Además, no solo son palabras que se dicen, sino que se escriben y quedan registradas. Se debería entonces comprobar si la información procede de fuentes reconocidas.
*Oliver Quiring es catedrático de Ciencias Sociales y de la Comunicación en la Universidad de Maguncia. Sus investigaciones giran en torno a la transformación de los medios de comunicación, la innovación mediática y la comunicación política.
El terrorismo, un cáncer global (03.2016)
En Pakistán, en Afganistán, en Siria y en París, los atentados terroristas causan dolor y angustia. Los últimos datos hablan de un aumento del 80 por ciento en las muertes causadas por estas acciones.
Imagen: Reuters
Europa, una víctima entre tantas
La prensa suele dar amplia cobertura a los atentados perpetrados en Europa. Pero distan de ser los únicos. Los países más afectados por el terrorismo están lejos del Viejo Continente (Irak, Afganistán, Nigeria, Pakistán y Siria, en ese orden según un informe del Instituto para la Economía y la Paz). Acá les mostramos algunos casos. Y nos faltan: Uganda, Mali, Camerún, China, Yemen, Egipto...
Imagen: Getty Images/AFP/E.Dunand
Irak, donde sunitas y chiitas se odian
No pasa una semana sin que las bombas exploten en ciudades de Irak, afectando principalmente a civiles. Las disputas religiosas entre sunitas y chiitas suelen estar detrás de estas acciones, realizadas por milicianos del Estado Islámico, aunque también por miembros de Al Qaeda y otros grupos. El más reciente ocurrió en el estadio de Iskandariya, el 25 de marzo de 2016, donde 41 personas murieron.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/K. Kadim
Pakistán, víctima del horror talibán
El último atentado en Lahore, donde un grupo talibán atacó un parque lleno de cristianos el domingo 27 de marzo, matando a 72 personas, es solo uno más en la larga lista de actos de terror cometidos en ese país. El más tristemente célebre de los ataques de los últimos años es el de la escuela de Peshawar, en diciembre de 2014, cuando seis hombres armados talibanes asesinaron a 145 estudiantes.
Imagen: picture alliance/dpa/R. Dar
Nigeria, a la sombra de Boko Haram
El grupo islamista Boko Haram, que busca crear un califato en el norte de Nigeria, tiene mala fama. Y justificada. Junto a Estado Islámico, son responsables del 51 por ciento de las muertes causadas en el mundo por acciones terroristas. Boko Haram actúa con brutalidad, atacando poblados, saqueando y quemando a la población civil, entre otras barbaridades. Desde 2009 ha matado a 14 mil personas.
Imagen: Getty Images/AFP/Stringer
Siria, una guerra de todos contra todos
Los rebeldes, el Ejército, el Estado Islámico, el Frente Al Nusra, facciones que no responden a grandes grupos... La situación en Siria es tan delicada en términos de seguridad como cabría esperar de un país en guerra con múltiples grupos combatiendo por sus propios intereses. El ranking del Instituto para la Economía y la Paz ubica a Siria como el quinto país del mundo más afectado por el terror.
Imagen: Getty Images/AFP/L. Beshara
Afganistán y las ofensivas talibanes
Famosas son las ofensivas de verano de los grupos talibanes, que en el invierno se refugian en las regiones montañosas de Afganistán y Pakistán. Sus ataques poco a poco han derivado de operaciones contra las fuerzas de seguridad a centrarse en la población civil. Afganistán es, tras Irak, el segundo país con mayor incidencia terrorista del mundo. En 2014 hubo 4.505 muertos por esta causa.
Imagen: Reuters/M. Ismail
Kenia y Somalia, donde Al Shabaab quiere dominar
Al Shabaab desea imponer un estado islámico en Somalia. Controló Mogadiscio hasta que fue expulsado por las fuerzas somalíes, apoyadas por tropas de la Unión Africana. Si bien está en retirada, cuenta con al menos 7.000 hombres y ha perpetrado atentados también en Kenia, que apoya al Ejército somalí, y en Uganda. En septiembre de 2013 atacaron un centro comercial keniano, matando a 72 personas.