Los conservadores son más proclives a creer en falsedades
2 de junio de 2021
Tras realizar una encuesta en línea con poco más de 1000 personas, un grupo de investigadores concluyó que quienes tienen posturas políticas y morales más conservadoras aceptan con mayor ímpetu las mentiras.
Un grupo de investigadores de la Universidad Estatal de Ohio (OSU, en sus siglas en inglés) concluyó que, si bien los dos lados del espectro político tienden a creer afirmaciones que promueven sus puntos de vista, los conservadores aceptan con más ímpetu las mentiras y rechazan las verdades.
El análisis, que se llevó a cabo durante seis meses, determinó que esto sucede "porque hay mucha más desinformación que apoya las posiciones conservadoras", según la autora principal del estudio, Kelly Garrett, profesora de comunicación de la OSU.
El grupo liderado por Garrett llegó a estas conclusiones tras analizar los resultados de una encuesta en línea en la que participaron 1.204 adultos estadounidenses entre enero y junio de 2019.
Cada dos semanas, los investigadores identificaron noticias políticas virales, diez verdaderas y diez falsas, y pidieron a los participantes que evaluaran veinte frases basadas en esas historias.
Uno de los principales problemas identificados en el estudio fue, de acuerdo con Garrett, que estas verdades y falsedades ampliamente compartidas "tienen diferentes implicaciones para liberales y conservadores".
"Vimos que las falsedades políticas virales tendían a beneficiar a los conservadores, mientras que las verdades tendían a favorecer a los liberales. Eso hace que sea mucho más difícil para los conservadores evitar las percepciones erróneas", consideró Garrett.
Los resultados mostraron que, incluso cuando se tuvo en cuenta el entorno, los conservadores tenían un poco más de probabilidades de tener percepciones erróneas que los liberales.
JU (efe, advances.sciencemag.org)
Cómo los influencers de Instagram se han convertido en un mal para el medioambiente
Los influencers de las redes sociales, irónicamente, están destruyendo algunos de los lugares más impresionantes. Los seguidores de la etiqueta #instagramfamous dejan basura en diversos paisajes naturales.
Imagen: instagram.com/publiclandshateyou
De #superbloom a #poppynightmare
Después de un invierno, la primavera llegó al sur de California, y con ella las flores silvestres. Es un paisaje muy hermoso como para perdérselo. Alrededor de unas 50.000 personas acudieron aquí en busca de la toma perfecta. Donde las delicadas amapolas fueron pisoteadas, arrancadas y destruidas. Como resultado no volverán a crecer. Es muy fácil destruir un lugar bello por naturaleza.
Imagen: Reuters/L. Nicholson
Cuando la naturaleza se vuelve viral
Lo que solía ser un lugar de reunión familiar, con vistas al río Colorado cerca del Gran Cañón, se ha convertido en uno de los lugares más publicados en Instagram en Estados Unidos. Horsehoe Bend ha pasado de atraer a unos pocos miles de visitantes por año, a un par de millones. Los estacionamientos se están ampliando para dar cabida a las multitudes que obstruyen los senderos y causan tráfico.
Imagen: imago/blickwinkel/E. Teister
Consecuencias no deseadas
Poco después de que el fotógrafo Johannes Holzer publicara una foto de un lago bávaro, donde creció, los influencers acudieron rápidamente al lugar. Ahora, pareciera como si el sendero para llegar al lago hubiera sido pisoteado por un batallón, dijo la emisora alemana Bayrischer Rundfunk. También está lleno de basura y de colillas de cigarrillos, ya no es el lugar tranquilo que solía ser.
Una pequeña ciudad invadida por millones de turistas
Luego de que un pueblo austriaco de tan solo 700 habitantes se convirtiera en la postal perfecta en Instragram, los influencers no tardaron en llegar. En promedio 80 autobuses y 10.000 turistas comenzaron a llegar todos los días. Los lugareños se quejan de que los turistas se meten en sus propiedades para buscar el ángulo perfecto. Esto altera la paz y la tranquilidad de este pueblo.
Las torres de piedra artificiales dañan los ecosistemas
Playa Jardín en Tenerife, España, es un lugar muy popular entre los fotógrafos que construyen pequeñas torres con piedras recogidas de las playas cercanas. Sus diseños pueden ser espectaculares para tomar fotos. Sin embargo, dañan el ecosistema, ya que las arañas, los insectos y los lagartos ya no se pueden refugiar bajo las piedras.
Imagen: Imago Images/McPHOTO/W. Boyungs
Sin dejar huella
Además, los organismos vegetales esenciales para la salud del suelo son arrancados cuando se reposicionan las piedras. Los ecologistas han lanzado la campaña #pasasinhuella, para desarmar estas torres de piedra. Sin embargo, días después los influencers comenzaron a armar otra vez las torres.
Imagen: Imago Images/robertharding/N. Farrin
Las "palomitas de maíz" no son para llevar
La playa La Oliva en Fuerteventura se ha convertido en una atracción para los influencers. Esta playa posee algas que se asemejan a las palomitas de maíz y muchos se las han llevado como souvenirs. Se estima que 10 kilos están desapareciendo por día. Para generar conciencia, The Clean Ocean Project ha comenzado a publicar estas fotos en Instagram.
Imagen: Clean Ocean Project
Los islandeses se defienden
Con más de 10 millones de imágenes en Instagram, Islandia se ha convertido en un destino muy popular para los influencers. Pero para obtener la foto perfecta dañan la naturaleza. Se sientan en los glaciares, caminan sobre el musgo, el cual puede morir, y vuelan drones sobre los animales salvajes. El centro de turismo ha puesto en marcha iniciativas para promover la comportamiento de los turistas.
Imagen: picture-alliance/E. Rhodes
Cuidado que puedes ser denunciado
La cuenta anónima de Instagram “Public Lands Hate You” denuncia el comportamiento irresponsable. Esta cuenta publica las fotos de aquellas personas que han roto las normas. Esto ha llevado a que marcas rompan sus acuerdos con algunos influencers, e incluso ha sido material de investigación. Pero también ha generado controversia, ya que nombran a personas sin su consentimiento.