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Un tesoro disputado y otras polémicas del galeón San José

9 de junio de 2022

Poco antes de la segunda vuelta electoral en Colombia, Duque presentó impactantes imágenes del famoso galeón que han llamado la atención internacional. DW indagó con un experto qué se esconde detrás del mediático gesto.

Fragmentos encontrados en el galeón San José.
Foto extraída del video publicado por la Presidencia de Colombia con imágenes del galeón San José. Imagen: COLOMBIAN PRESIDENCY/AFP

Ocurrió hace tres siglos, pero es el naufragio más mediático del siglo XXI. Descubierto en 2015, el galeón San José ha sido objeto de deseo de cazatesoros alrededor del mundo, y se sigue debatiendo si el valioso cargamento de la nave pertenece a España, a Colombia o a indígenas bolivianos, quienes argumentan que las riquezas fueron sacadas de sus tierras, en aquel entonces colonizadas por españoles.     

De momento, el galeón sigue sumergido en las profundidades del Mar del Caribe. Hace unos días, el presidente colombiano, Iván Duque, junto con oficiales de la Armada Nacional de Colombia,  mostró espectaculares imágenes de sus tesoros  y de otros dos naufragios hallados cerca de la disputada nave. En conversación con DW, Juan Guillermo Martín Rincón, doctor en Patrimonio Histórico y Natural y experto en arqueología de la Universidad del Norte, detalla las otras polémicas alrededor del San José y el patrimonio subacuático de Colombia.

¿Cómo valora la reciente presentación de Iván Duque de imágenes detalladas del Galeón San José y el hallazgo de otras dos naves?

Juan Guillermo Martín Rincón: Un paso muy importante que adelantó el Gobierno de Duque fue desmontar, en enero de 2020, el proyecto pseudocientífico diseñado por el Gobierno de Santos y su ministra de Cultura, Mariana Garcés, para garantizar que una empresa cazatesoros, la Maritime Archaeology Consultant MAC, se encargara del supuesto rescate del galeón San José, así como de la construcción y administración de un museo por 20 años. Como el Gobierno de Duque lo declaró bien de interés cultural, el San José y su carga ya no pueden ser comercializados. La reciente presentación de nuevas imágenes del pecio estaba relacionada con un equipo de operación remota que compró recientemente la Armada Nacional, algo importante porque ayuda a consolidar las capacidades técnicas del país para explorar el fondo del mar. Sin embargo, la inspección realizada no tiene sentido, es un asunto puramente mediático, porque no sabemos cuál es el proyecto científico con respecto al San José y otros naufragios que hay a su alrededor. Otro problema clave es que quienes hacen la presentación son oficiales de la Armada, no arqueólogos. Se sigue insistiendo en que se trata de un proyecto científico, pero no se sabe qué investigadores están detrás de él.   

A pocos días de la segunda vuelta electoral en Colombia, ¿qué motivación puede tener Duque para presentar las impactantes imágenes del San José y los dos nuevos hallazgos?

Él desde hace meses está viajando bastante, la prensa ha estado pendiente de sus viajes. Yo creo que está haciendo lobby, tratando de que lo nombren en algún organismo multilateral y está haciéndose una buena imagen como defensor del patrimonio cultural. Eso se ve con buenos ojos por ejemplo en España, que siempre criticó el proyecto de comercialización del San José que tenía Santos. Pero, por lo demás, no deja un plan de manejo arqueológico, las capacidades técnicas siguen siendo limitadas y, finalmente, no se consolidó un proyecto de Estado en el que participe la cooperación internacional y las universidades colombianas. Al final, no es sino un anuncio vacío del presidente.

Pero las imágenes mostradas son realmente espectaculares…

Eso sí. Compraron un equipo de altísima calidad, con unas cámaras de altísima resolución, que además dejan entrever otro asunto. Hemos visto detalles de monedas y lingotes de oro que están en la superficie, pero esos elementos no se ven en el ortomosaico presentado en 2016 por los cazatesoros. No tiene sentido que en ese año no se vea nada de la carga del San José, o muy poco, como algunas botijas y porcelanas chinas, y resulta que ahora se ve más del pecio. Eso significa que seguramente hubo una intervención en la operación de 17 días que la empresa cazatesoros hizo en 2016. Esa empresa ahora reclama algo más de 6 millones de dólares por haber encontrado el galeón San José, pero, si incumplió la ley con esa supuesta intervención, ese dinero no se le debería pagar. ¿Qué habrá pasado? ¿Cómo lo habrán intervenido? ¿Cuántas cosas habrán sacado? Eso, probablemente, no lo sabremos, porque otro problema que tenemos es que el proyecto se ha declarado como secreto de Estado.

Piezas de una vajilla encontrada junto a los restos del galeón San José. Imagen: COLOMBIAN PRESIDENCY/AFP

Además de las imágenes cercanas del San José, el anuncio de Duque habla de otros dos hallazgos cercanos.

Sí, menciona un barco colonial, pero no hay ningún otro detalle aparte de las imágenes. Y, aparentemente, hay otra nave de finales del XIX. Pero no hay más informaciones. Salir con que hay otros barcos ahí sin mayor detalle, sin saber si se hizo una investigación de archivo para tratar de establecer su identidad, etc, no tiene mucho sentido. Creo que se trataba más de mostrar lo potente que es el equipo adquirido para hacer exploraciones. Pero una cosa es explorar el fondo del mar y otra cosa es hacer arqueología subacuática.

¿Esconden las aguas colombianas del Caribe y el Pacífico muchos tesoros? Mucha gente fantasea con esa posibilidad.... 

Se ha tejido el mito de que uno puede encontrar cosas en el fondo del mar valiosas no solo por su valor histórico sino por su valor comercial, y se pueden vender. Eso no es cierto. Para la arqueología está claro que los restos arqueológicos, independientemente de dónde estén, de dónde vengan o a quién pertenezcan, están fuera de la órbita comercial, y merecen respeto como patrimonio cultural de la humanidad. Es una responsabilidad del Estado colombiano garantizar que esos barcos se traten como contextos científicos y sean investigados e intervenidos por investigadores de manera científica.

Es decir, que el rescate de esos tesoros no serviría para aumentar la riqueza del país.

Eso no pasaría, pero hay otra manera de hacer rentable ese patrimonio y es a partir de exhibiciones en museos y venta de souvenirs. La estructura financiera alrededor de un museo puede ser la alternativa.

El arqueólogo Juan Guillermo Martín RincónImagen: Eduardo Trujillo

El próximo Gobierno de Colombia ¿qué tendría que hacer sobre este asunto?

Derogar la ley 1675 de 2013, diseñada por Santos, que le abrió la puerta a los cazatesoros para operar legalmente en aguas colombianas. Asumir el tema del galeón San José como un proyecto de Estado, un proyecto científico, liderado por una instancia científica del Estado colombiano, en el que se articulen universidades nacionales e internacionales. Otra tarea sería adelantar el inventario del patrimonio cultural sumergido de Colombia en el Caribe y en el Pacífico. En Colombia no tenemos ni idea de lo que hay bajo el agua. Nos hemos concentrado en la bahía de Cartagena y en dos o tres naufragios que ni siquiera están bien inventariados. Habría que organizar un equipo dentro del Instituto Colombiano de Antropología e Historia que se encargue de abordar ese inventario con la participación de la Armada Nacional y del Centro de Investigaciones Oceanográficas e Hidrográficas, pero que sean proyectos liderados por científicos, no por militares. 

(ers)

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