Las protestas indígenas fuerzan a Moreno a pedir diálogo
12 de octubre de 2019
"Hago un llamado a los dirigentes a dialogar directamente conmigo", dijo el presidente ecuatoriano después de las protestas de este viernes. La principal organización indígena dialogará "cuando se deroge el decreto".
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Las manifestaciones indígenas se tornaron en cada vez más violentos choques con la fuerzas de seguridad este viernes (11.10.2019) en Quito, tras lo que el presidente Lenín Moreno les planteó un diálogo cara a cara sobre su rechazo a los ajustes económicos pactados con el FMI. "Es indispensable frenar la violencia; hay que encontrar soluciones", clamó Moreno después del llamado de la dirigencia indígena a radicalizar las acciones tras el fracaso de una primera tentativa de diálogo a instancias de la ONU y la Iglesia católica. Los indígenas, sin embargo, rechazaron el ofrecimiento: "El diálogo que promulga carece de credibilidad", señaló en un comunicado la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), añadiendo que solo conversará con el gobierno "cuando se derogue" el decreto que eliminó los subsidios a los combustibles.
En un tono directo pero alejado del mensaje vehemente del pasado domingo, Moreno les dijo: "Hago un llamado a los dirigentes a dialogar directamente conmigo" antes de asegurar que "el país debe recuperar la calma". "Sentémonos para conversar, sentémonos a dialogar sobre el decreto 883, hablemos de a dónde deben dirigirse sus recursos, y asegurémonos de que vayan a quienes más lo necesitan", dijo Moreno en su breve mensaje a la nación difundido por cadena nacional.
Se trata de la primera vez que el presidente ecuatoriano ofrece a los indígenas hablar del decreto en sí, ya que hasta ahora solía ofrecer el diálogo, pero sin la disposición de revisar las disposiciones como la retirada del subsidio a los combustibles. "Que el país sepa que tenemos la voluntad de diálogo: ¡Pues aquí está la mía!", concluyó el mandatario su discurso en el que escenificó su mano tendida.
Refuerzos desde el Amazonas
Los indígenas, que representan el 25% de los 17,3 millones de ecuatorianos, son el sector más castigado por la pobreza y en su mayoría trabajan en el campo. Con la liberación de los precios de los combustibles, deben pagar más para el transporte de sus productos al tiempo que temen una inflación generalizada. Además, se quejan de otras de las medidas aprobadas, que afectarían, consideran, principalmente a los más pobres.
La declaración del mandatario ecuatoriano se produce en momentos de gran tensión en la capital, Quito, donde se han registrado intensos disturbios y la toma nuevamente por parte de manifestantes indígenas de la Asamblea Nacional. Este viernes en 17 de las 24 provincias se registraron cortes de carreteras, según el Sistema Integrado de Seguridad ECU911. Al mismo tiempo un millar de indígenas de la Amazonía -según la Conaie- llegó a Quito para sumarse a las protestas.
Desde Bélgica, donde vive desde que dejó el poder en 2017, el expresidente Correa llamó a la desobediencia a la fuerza pública. "No puede seguir reprimiendo a sus hermanos, protegiendo no a la patria sino a un gobierno acabado por su propia traición, mediocridad y entreguismo", dijo en un mensaje por redes sociales.
lgc (efe/afp) Última actualización a la 1:50 con la respuesta de Conaie.
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El Ecuador de Lenín Moreno
En sus primeros 100 días al frente del Gobierno de Ecuador, Lenín Moreno ha tratado de marcar distancia de los provocativos métodos de su predecesor, Rafael Correa, sin romper con la Revolución Ciudadana.
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¿Preocupación u optimismo?
Luego de 100 días al frente del Gobierno ecuatoriano, el contexto que se vive en el despacho presidencial de Lenín Moreno ha vivido grandes cambios. El mandatario ya no cuenta con su número dos, el vicepresidente Jorge Glas, a quien le retiró sus facultades tras denunciarse presuntos vínculos de corrupción.
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Traspaso de mando
Lejos quedaron los tiempos en los que Rafael Correa (c) se posicionaba con la banda presidencial en el centro del Parlamento de Quito. Su antigua mano derecha, Lenín Moreno (izq.), tomó la posta después de 10 años de Gobierno “correista” y decidió darle un nuevo giro a la administración del país. Los antiguos aplausos y gestos de gratitud hoy ya no son los mismos.
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¿Nada nuevo en Quito?
A simple vista en Quito nada pareciera haber cambiado con el nuevo Gobierno. Sin embargo, las fricciones que se dan en los pasillos de la política y la economía han generado la salida de tres funcionarios centrales. Ricardo Patiño, exministro de Economía de Correa, decidió abandonar el Gobierno de Moreno en agosto de 2017. Y otros antiguos aliados de Correa también han seguido su ejemplo.
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Legado de Correa
La Plataforma Gubernamental Financiera fue inaugurada en Quito por Rafael Correa apenas unos días antes de traspasarle el mando a Lenín Moreno, en mayo de 2017. Los datos oficiales en ese momento indicaban que la deuda externa del país andino se situaba nada menos que en unos 26.000 millones de dólares, es decir, un monto casi equivalente al presupuesto nacional.
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Voces de la calle
Las opiniones de los ciudadanos sobe el nuevo Gobierno de Lenín Moreno son dispares. Algunos observan con recelo su curso dialoguista en pos de un acercamiento con sectores empresariales, mientras que otros dan la bienvenida a una política aperturista. Pero más allá de las posturas, la población sigue atenta los casos de presunta corrupción que involucran a actuales funcionarios del Estado.
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Diversas realidades sociales
En las calles de Quito se palpan las más diversas realidades sociales. Trabajadores precarizados, vendedores ambulantes, personal en traje y empleados públicos recorren día a día sus calles confiando en que el país logre el 1,4 por ciento de crecimiento vaticinado para 2017 por la nueva administración de Lenín Moreno al asumir en mayo de este año.
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La sede gubernamental
El Palacio de Carondelet se alza en el centro antiguo de Quito. Sus pasillos han visto pasar regímenes y gobiernos de las más diversas tendencias desde fines del siglo XIX. En 2017 el cambio de mando presidencial generó nuevamente movimiento en sus recintos. Aún queda por ver si el curso que tomará la nueva presidencia se apartará realmente tanto del camino fijado por los 10 años de Rafael Correa.
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Cumpliendo un tradicional deber
Los granaderos custodian la sede de Gobierno en el Palacio de Carondelet de Quito. Firmes en su función e impasibles a cualquier avatar político, parecen custodiar ante todo la institucionalidad de la Presidencia de la República, tal como reza el zócalo sobre el que están de pie. Sostienen su custodia con el paso de los años haciendo caso omiso a las turbulencias políticas.
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Una ciudad multicolor
Quito es una ciudad multicolor en rostros, vestimentas y pertenencia de clases. Las calles de la zona antigua de la capital mantienen su ritmo habitual, depositando en manos de sus Gobiernos los destinos económicos del país y de toda la ciudadanía.
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Diferentes estrategias
Paulina Recalde, analista de la Universidad Católica Ecuatoriana, observa que las estrategias políticas del actual presidente se diferencian de las llevadas adelante por su antecesor. Moreno aceleró “la desmarcación” de su vicepresidente Jorge Glas ante las sospechas de corrupción que se cernían en su contra. Correa, en cambio, defiende a Glas “con la lealtad de un boy scout”, asegura.