1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

"Las sabanas se desplazarán"

6 de marzo de 2012

Volker Homes, responsable de protección de especies de WWF Alemania, explica en conversación con Global Ideas cómo deben adaptarse al cambio climático los parques nacionales africanos para proteger mejor a los homínidos.

Volker Homes, responsable de protección de especies de WWF Alemania.Imagen: WWF

DW: Señor Homes, de entrada la gran pregunta: ¿cuál es la situación actual de la fauna africana?

Los rinocerontes africanos vuelven a sufrir la amenaza de la caza furtiva.Imagen: CC/Sabi Sabi Private Game Reserve

Volker Homes: La última edición de la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por las siglas en inglés) muestra un aumento del número de especies amenazadas, también en África. Es decir, que la pérdida de especies se mantiene, por lo que el objetivo de Naciones Unidas de reducir esta tendencia de forma significativa hasta 2010 ha fracasado de forma estrepitosa. Debemos trabajar a nivel global para alcanzar dicha meta. Y África es, con toda seguridad, una de las regiones más amenazadas.

¿En qué país piensa usted en primer lugar?

Por ejemplo, en Madagascar, que alberga a numerosas especies que tan sólo habitan allí. Y animales de los que apenas sabemos nada y que se encuentran fuertemente amenazados. Es el caso, justamente, de determinadas especies de reptiles -en Madagascar, pero también en el conjunto de África- que se conocen desde hace poco y que directamente han entrado a formar parte de la Lista Roja de especies amenazadas. Ya sean varanos, camaleones o gecónidos. También se registra un fuerte retroceso en la población de determinadas especies en África Central y Occidental, donde elefantes y rinocerontes son cazados ilegalmente de forma masiva. Lo que estamos viviendo es una crisis provocada por la caza furtiva debido a la elevada demanda del mercado negro en China y Vietnam. Los cuernos de rinoceronte son uno de los materiales más solicitados. A ello contribuyen afirmaciones como las de un político vietnamita que aseguró haber sanado de un cáncer gracias a las propiedades curativas del cuerno de rinoceronte. Eso es un auténtico disparate no demostrable desde el punto de vista médico. Lo que provoca es que se reactive de nuevo el mercado ilegal, que dábamos ya casi por muerto.

En África, montañas como el Kilimanjaro ven disminuir su superficie helada con rapidez: fauna y flora pierden su hábitat natural.Imagen: CC/Gary Craig

Lo que dice sorprende un poco, teniendo en cuenta que la situación del rinoceronte había mejorado.

Es cierto, el número de ejemplares de rinoceronte negro y rinoceronte blanco ha experimentado un desarrollo muy positivo en África en los últimos treinta años. Ahora, en cambio, su población retrocede. En 2011, Sudáfrica registró un récord negativo en cuanto a caza furtiva se refiere: 330 rinocerontes fueron cazados de forma ilegal hasta el pasado noviembre. Hay una mafia activa que opera con armas automáticas, vehículos todoterreno e incluso helicópteros.

¿Y qué se puede hacer para luchar contra eso? Están en juego los logros de las últimas décadas en materia de protección de especies.

Hay que crear unidades igual de bien equipadas y que puedan actuar sobre el terreno tan rápidamente como los furtivos. Sobre todo, es importante que se desplieguen en las zonas donde habitan los rinocerontes. Y que los tribunales dicten penas más severas que las que acostumbran a imponer en la actualidad. Eso debe cambiar. Necesitamos un auténtico efecto disuasorio.

Viejos peligros como la caza furtiva vuelven a hacer acto de presencia. Eso hace más difícil afrontar nuevos problemas como el cambio climático. ¿Hasta qué punto amenaza el calentamiento global a la fauna africana?

Las amenazas son inmensas. No obstante, aún disponemos de pocos conocimientos científicos sobre el impacto del cambio climático. Incluso en el caso de la denominada "megafauna", es decir, las grandes especies animales africanas, son escasos los estudios disponibles. Una circunstancia que hay que atribuir también a la falta de recursos a nivel local. Europa y América, por el contrario, han sido mucho mejor investigadas.

¿Y qué podemos afirmar pese a la falta de estudios sobre África? Seguro que hay que previsiones.

Especies nómadas como los elefantes necesitan corredores para desplazarse de una zona protegida a otra.Imagen: CC/Noreen Hirschfeld

Las épocas de sequía serán cada vez mayores, al igual que también aumentarán las lluvias fuertes. En conjunto, las precipitaciones experimentarán una profunda transformación. El calentamiento propiamente dicho no se dejará notar de forma tan drástica como en el Ártico o la Antártida, las regiones más afectadas por el cambio climático. Sin embargo, los cambios también son palpables: en las regiones montañosas alrededor del Kilimanjaro y del Monte Kenia, el hielo se derrite de forma más rápida que en muchas otras regiones del mundo. La fauna debe adaptarse a ello, lo que significa trasladarse a zonas más elevadas. Eso partiendo de la base de que las especies puedan desplazarse, una premisa que a menudo no se tiene suficientemente en cuenta en el debate climático.

¿Qué obstáculos deben afrontar los animales?

Hay especies que pueden emigrar, como por ejemplo el rinoceronte y el elefante. Tienen, pues, más posibilidades de adaptarse al cambio climático. Más difícil resulta para especies como los anfibios, que habitan en ecosistemas especiales a cuyas condiciones se han aclimatado y que no pueden abandonar tan fácilmente. En la cataratas de Kihansi, en Tanzania, vive una especie de sapo endémica, el conocido como sapo rociador de Kihansi. La construcción de una presa ha convertido a las cascadas en un riachuelo. El anfibio habría desaparecido de no ser por la intervención de los biólogos y de la propia población autóctona. En 2010, los sapos fueron reintroducidos en su hábitat. Sistemas de riego por aspersión expresamente instalados deben garantizar su supervivencia. Se trata de un ejemplo extremo que, sin embargo, da muestra del extraordinario esfuerzo que sería necesario. Se producirá una extinción silenciosa, justamente en el caso de especies tan especiales como esa.

¿Y qué hay de los grandes migradores, desde la cebra hasta el león?

En África, sufrirán debido al aumento de la población. El continente registrará, en términos relativos, el mayor crecimiento de población a nivel global. Más personas necesitan más espacio, por lo cual las reservas naturales existentes se verán sometidas a una creciente presión y resultará más difícil declarar nuevas zonas protegidas. O sea, que tendremos que proteger mejor las áreas ya existentes y ampliarlas. Hay que introducir un nuevo modelo de gestión.

Gorila de montaña: amenazado por el aumento de población, la caza furtiva y la tala ilegal.Imagen: CC/sentouno

¿Habrá también una gestión del clima?

Hábitat para gorilas en Ruanda

03:09

This browser does not support the video element.

Las sabanas se verán desplazadas, lo cual significa que deberíamos disponer de zonas protegidas itinerantes, parques nacionales que se desplacen siguiendo el recorrido de los elefantes y rinocerontes. La realidad, sin embargo, es que esas zonas protegidas no existen. Es por ello que necesitamos conceptos flexibles: establecer nuevos corredores para la fauna salvaje que conecten las zonas protegidas. Y también regiones enteras: en Botswana, por ejemplo, hay muchos elefantes, mientras que en Angola y Mozambique hay muy pocos. Sería positivo generar un intercambio entre regiones. Eso puede significar que aldeas enteras deban ser reubicadas. El cambio climático conllevará que debamos plantearnos de nuevo la pregunta sobre el acceso al terreno y sus recursos.

¿Y conoce usted la respuesta a esa pregunta?

Es importante disponer de zonas que actúen de reserva en las que se lleve a cabo un aprovechamiento controlado de los recursos forestales. Hay que atajar el crecimiento de la población, de ser posible a través de amplios programas educativos. Los estudios muestran cómo un mayor nivel de educación entre la población femenina conlleva un descenso de la tasa de natalidad. En ese ámbito, la cooperación para el desarrollo y la protección de la naturaleza van de la mano. Y las personas necesitan ingresos alternativos más allá de los parques naturales, es decir, puestos de trabajo que comporten que la caza furtiva y la tala ilegal no resulten actividades atractivas desde el punto de vista económico.

¿Y se han registrado avances en ese sentido?

La República Democrática del Congo quiere declarar como zonas protegidas más del 10% de la superficie del país. El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por las siglas en inglés) y el Gobierno alemán brindan su apoyo a través del Instituto de Crédito para la Reconstrucción (KfW, por las siglas en alemán) y la Sociedad de Cooperación Internacional (GIZ). Su actuación tiene sentido especialmente cuando hablamos de los primates, que en África viven en la mayoría de los casos fuera de zonas protegidas. Un investigador estadounidense acaba de descubrir, en el norte del Congo, una de las mayores poblaciones de chimpancés de toda la región. ¡Se trata de una hábitat que se desconocía por completo! Sigue habiendo tesoros sin descubrir como ése. Su descubrimiento nos fascina y nos estimula a declarar nuevas zonas protegidas.

Volker Homes, muchas gracias por la entrevista.

Entrevista: Torsten Schäfer / Emili Vinagre
Editor: Enrique López Magallón