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Las sombras del muro solar de Trump

22 de junio de 2017

¿Resultaría viable convertir el muro que planea construir Trump en una gran planta de energía solar? Hay aspectos discutibles. Pero los expertos consultados por DW muestran unanimidad en su rechazo al muro.

USA Präsident Donald Trump
Imagen: Getty Images/C. Somodevilla

Donald Trump no se ha ganado en sus primeros meses de gobierno la fama de paladín del medio ambiente. Por eso pudo haber provocado algo de asombro al anunciar la idea de tapizar de paneles solares el muro que pretende erigir en la frontera con México. Una idea que algunos medios de prensa estadounidenses atribuyen a una propuesta empresarial presentada a la licitación para la construcción del citado muro fronterizo.

"Trivialización” al estilo Trump

Para Dolores Rojas, coordinadora de programas en México de la Fundación Heinrich Böll (cercana al partido alemán de Los Verdes), es una muestra más de la capacidad que tiene el presidente de Estados Unidos de "trivializar” los temas. "El muro es una ofensa por donde quiera que se mire, no es una política que vaya a frenar realmente la migración, no es la solución para los problemas que se comparten  en la frontera entre México y Estados Unidos”, señala. Y subraya que se trata de un intento "de deslumbrar con paneles y distraer del tema de fondo, que es la criminalización de la migración”.

Israel Hurtado, secretario general de la Asociación Mexicana de Energía Solar Fotovoltaica (Asolmex), reconoce que "suena como futurista la idea de un muro lleno de paneles”, pero se muestra escéptico en cuanto a que sea viable y recalca que México está en contra de la construcción de cualquier muro: "Para nosotros no creo que sea aceptable”.

"La más grande del mundo”

También el profesor Eicke Weber, quien fue director del Instituto Fraunhofer de Sistemas de Energía Solar, se declara decididamente en contra del muro que planea Trump. Sin embargo, estima que, si se llega a edificar, no sería  mala idea instalar allí paneles solares. "Si se cubrieran los cerca de 3000 kilómetros de la frontera, sería la planta de energía solar más grande del mundo”, apunta. Weber, quien también tiene experiencia política en el partido liberaldemócrata alemán (FDP), hace notar que Trump tiene fama de adversario de los ambientalistas, pero también es un hombre de negocios. "Si alguien le explica las ventajas de las energías renovables, tal vez podría cambiar su postura”, dice, refiriéndose al rendimiento económico que podría tener la generación de energía solar.


De hecho, el anuncio de Trump no tiene una motivación ecológica. Lo que busca es una forma de financiar el muro. Pero las cuentas no cuadran, a juicio de Israel Hurtado. "El costo de construir un muro con paneles solares es altísimo, mucho más de lo que están considerando actualmente para el propio muro”, asegura. Y añade que "por otro lado, toda la energía generada se tiene que inyectar a una red. Habría que hacer líneas de transmisión que soporten esa cantidad de energía, ese voltaje”.

Eficiencia dudosa

Weber no cree que eso suponga mayores dificultades, e indica que "tendría más sentido enviar la electricidad a México, donde también se necesita”. Pero políticamente parece impensable que México llegara a comprar energía generada en el tan polémico muro. Israel Hurtado no lo cree posible. "Además, eso también nos implicaría a nosotros hacer obras de transmisión y distribución. Lo que estamos buscando como asociación es instalar centrales solares cerca de los centros de consumo, dado que uno de los factores que aumenta el precio de la energía es la transmisión y la distribución”, dice el secretario general de Asolmex. Y recuerda que a lo largo de la frontera hay grandes tramos desérticos, alejados de cualquier centro de consumo.

El especialista también pone en duda la eficiencia del proyecto. "Se tienen que instalar los paneles con cierta orientación y también los seguidores. Se trata de aparatos que permiten seguir la trayectoria del sol, lo cual a su vez permite una generación más eficiente”. Un muro no es por lo tanto el soporte adecuado para los paneles, que estarían fijos.

Pero, al margen de los aspectos económicos y técnicos, "la construcción del muro es una decisión política”, como destaca Dolores Rojas, quien no cree que su materialización se vuelva más probable "porque vayan a ponerle paneles solares”. Eicke Weber considera que la idea de los paneles solares aún "no está madura”, pero no resulta tan descabellada. "La idea loca es la de construir un muro”, afirma.