De ahora en adelante ya no habrá tarifas de itinerancia en la UE. Bruselas celebra este gran paso que beneficiará a los consumidores. Sin embargo, hubo grupos de presión que claramente pretendieron debilitar esta medida.
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¿Hablar por teléfono en toda la Unión Europea sin costos extra? Este paso en la integración europea será una realidad este jueves (15.06.2017), porque las tarifas de itinerancia pasaron a la historia. Algo que es considerado una victoria para la Unión Europea, una señal de que Bruselas se impone frente a las empresas de telecomunicaciones en defensa de los consumidores. Al final, el mundo necesita leyes multinacionales para limitar el poder de las grandes empresas. No obstante, organizaciones defensoras del consumidor creen que las mismas empresas cuyo poder ha sido limitado han hecho que los efectos de las nuevas leyes no sean tan amplios como deberían ser.
Las tarifas de itinerancia o roaming son las tasas que paga una compañía telefónica a otro operador cuando sus propios clientes utilizan otra red, algo normal al llamar por teléfono móvil en el extranjero. Para ponerle fin a este costo en toda la Unión Europea tuvo que pasar una década de negociaciones; hubo compromisos, retrasos y otra vez nuevas negociaciones. La entrada en vigencia de esta nueva regulación significa que las llamadas y el uso móvil de Internet en otros países de la UE no serán más caros que en el país de origen. La reforma es un hito en la protección al consumidor europeo. El diario alemán Tagesspiegel, por ejemplo, habla de un "triunfo de la UE. Con esta decisión, Europa demuestra que puede cambiar la vida diaria de las personas para mejor. Alrededor de 500 millones de consumidores se verán beneficiados".
¿Realmente la misma tarifa?
Pero lo que parece fantástico a primera vista, en realidad tiene varios inconvenientes. En primer lugar, las compañías telefónicas pueden continuar limitando el uso de conexiones móviles de alta velocidad en el extranjero. Además, las empresas pueden seguir decidiendo en qué países europeos no comunitarios hay que seguir pagando costes de itinerancia. Para algunas esto incluye, por ejemplo, Suiza, Mónaco, Andorra o San Marino, mientras que para otras empresas de telefonía, no. Esto significa que las personas que viajen a estos países, primero tienen que informarse qué red pueden utilizar en el lugar.
De acuerdo con Susanne Blohm, de la Federación alemana de Consumidores, las nuevas reglas son innecesariamente complicadas: "Una de las principales críticas es que las llamadas al exterior no se contemplan en esta regulación. Es decir, si voy a España de vacaciones con mi tarifario de telefonía móvil alemán, pagaré allí lo mismo que en mi país para llamadas a Alemania. Pero puede suceder que llamar al extranjero desde Alemania sea más caro. Por ejemplo, puede pasar que, paradójicamente, llamar a Polonia desde España sea más barato que llamar desde Alemania a Polonia, a pesar de estar en mi país. Esto confunde realmente a los consumidores".
Guillermo Beltra, de la Organización Europea de Consumidores, conoce el problema muy bien: "En la mayoría de Estados miembro, las llamadas internacionales son claramente caras y la eliminación de las tarifas de roaming no cambia eso”. Según Beltra, la UE estaría en renegociaciones con la compañías telefónicas y se estaría considerando dar una solución a este problema.
La influencia de los grandes
Que los consumidores hayan tenido que esperar diez años para esta reforma, se debe a una lucha de poder complicada de las empresas de telecomunicaciones sobre la nivelación de las tasas que mutuamente se ofrecen por el uso de sus redes. Aquí es donde las grandes empresas, en especial la española Telefónica y la alemana Deutsche Telekom presionan a la Comisión Europea. Sin embargo, la nueva regulación es, en opinión de Beltra, "una gran victoria para los consumidores", incluso aunque las grandes corporaciones han hecho todo lo posible para retrasar la reforma.
Además, prosigue, estas empresas también se beneficiarán con esta nueva regulación: "La reforma da inicio a una nueva era de uso sin problemas en su conectividad. Algo beneficioso en estos tiempos para los involucrados en este rubro de negocios, ya que la UE solo se ha asegurado de que la demanda de conectividad no tenga barreras".
Autor: Ben Knight (CT/MS)
Diez cadáveres de la era internet
El fin del mp3 es solo un eslabón más en la larga lista de servicios que han muerto a medida que la tecnología y los gustos han ido mutando. ¿Recuerda hoy alguien al ICQ, a los fotologs? Nosotros sí.
Imagen: Imago/imagebroker
Netscape, el navegador de la prehistoria
Cuando no había Google Chrome ni Mozilla, la pelea por servir de navegadores a los usuarios del internet primigenio la daban Internet Explorer y Netscape. El primero, obra de Microsoft, era visto como una imposición del monstruo de los computadores. Netscape se erigió en la alternativa, pero fue devorado por IE, que acaparó el 98 por ciento del mercado. En febrero de 2008 Netscape murió.
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Sin Hotmail no había paraíso
Hace 21 años nació Hotmail, la primera plataforma de correo electrónico de alcance mundial. Su éxito duró largos años hasta que apareció Gmail, que ofrecía mayor capacidad de almacenamiento y creó un concepto nuevo: la posibilidad de no borrar los correos viejos. En 2012 Gmail superó a Hotmail, que ahora se llama Outlook y tiene 400 millones de usuarios, menos de la mitad de los que suma Gmail.
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ICQ, la flor del chat
ICQ es viejo-viejo. Era un servicio que servía para comunicarse vía chat con una persona determinada, sin tener que estar en salones plagados de otros chateadores. Era una especie de Whatsapp de la prehistoria misma de Internet. Fue creado en 1996 y comprado por AOL en 1998. Si bien dice tener hoy más de 30 millones de cuentas activas, encontrar a un usuario de ICQ es poco menos que un milagro.
No te mueras nunca, mp3
Hasta antes del mp3, escuchar música implicaba cargar un engorroso reproductor de CDs y llevar un estuche con todos los discos. Esta creación del Instituto Fraunhofer hizo que la música fuera portable y simplificó los procesos de descarga en internet, revolucionando totalmente el mercado. Sus creadores anunciaron que dejarán de trabajar con ese formato para privilegiar otros más modernos.
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Napster, ideal para melómanos
Precisamente gracias al surgimiento del mp3 aparecieron plataformas como Napster, donde los usuarios podían descargar todo tipo de música. Esto generó fuertes controversias por los derechos de autor, asuntos legales que terminaron minando la fuerza de Napster. Se relanzó en 2008 y fusionó con otra empresa en 2011. Pero ya nada era igual.
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Fotolog, un Facebook más feo
A comienzos de este siglo los adolescentes compartían sus vivencias en Fotolog, un blog donde se podían compartir fotografías. Era como Facebook, pero más rústico y con muchas menos prestaciones. En realidad, la comparación le queda muy grande. En Fotolog, los muchachos publicaban pensamientos, selfies y toda clase de intrascendencias. Como llegó, se fue.
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Encarta, víctima de Wikipedia
Microsoft ofrecía una serie de servicios, entre ellos Encarta, un intento de enciclopedia virtual que se usaba en los computadores y que era la favorita de los escolares más aficionados a las nuevas trecnologías, porque en esa época eran nuevas. Pero la enorme cantidad de datos erróneos y el surgimiento de Wikipedia relegó a Encarta al olvido. Su última versión es de 2009. RIP.
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MSN Messenger, cómo olvidarte
Antes de Whatsapp, antes de Telegram, antes de Google Talk (QEPD también) estuvo Messenger. Sus íconos verdes o rojos nos indicaban si nuestros amigos estaban conectados o no. Conversar poniendo smileys se tornó tradición entonces. Era una plataforma simple, amigable y estable. Pero Google la borró del mapa y Facebook terminó por sepultarla. Pero te recordamos, Messenger. Con amor.
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Altavista, el buscador desaparecido
Cuando Google no existía, navegar por internet podía ser caótico. Las webs estaban alojadas en barrios (en Geocities, por ejemplo) y los primeros buscadores encontraban bastante poco, en realidad. Uno de los buenos era Altavista. Había otros: Excite, por ejemplo. Pero todos fueron relegados cuando Google impuso su potencia. En 2013, Altavista pasó a mejor vida.
Imagen: picture-alliance/dpa
Disquete, rústicos y pobres
Pensar que en un disquete podía almacenarse 1,44 mb puede provocar una carcajada. Pero era lo que había a comienzos de siglo e imaginar algo distinto no era una posibilidad. Por eso había que andar con muchos de ellos. Decenas, a veces, para guardar apenas un archivo. Los CDs, los pendrives y otras formas de almacenaje más eficientes terminaron sacando a los disquetes de este mundo. Por suerte.