Lavrov descarta nueva Guerra Fría tras suspensión de INF
4 de febrero de 2019
El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, descartó hoy que vaya a haber una nueva Guerra Fría tras la suspensión del primer tratado de desarme nuclear de la Guerra Fría, el INF.
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"No creo que debemos hablar de una nueva Guerra Fría. Ha comenzado una nueva era, una en la que EE. UU. ha decidido eliminar todo el sistema de control de armas, el sistema de limitación de armas estratégicas ofensivas. Esto es triste", dijo Lavrov este lunes (4.02.2019) en un discurso ante estudiantes de una universidad en Biskek.
Agregó que Moscú no pretende participar en una carrera de armamentos, "que caracterizó la Guerra Fría", pero sí "reaccionará a las amenazas" que puedan surgir de la salida de EE. UU. del INF "a través de métodos técnico-militares".
Con todo, subrayó que Rusia no cierra las puertas a las futuras negociaciones y todas las iniciativas en el ámbito de control de armas "siguen en la mesa".
"Pero no vamos a correr tras nuestros socios occidentales para recordárselas", sentenció.
Según un sondeo del Centro Nacional de Estudios de la Opinión Pública (Vciom) publicado hoy, el 63 % de los rusos -entrevistados antes de la suspensión del INF- opina que Moscú debería intentar salvar el tratado.
El presidente ruso, Vladímir Putin, anunció el pasado sábado que Rusia suspendía su participación en el tratado de eliminación de armas nucleares de medio y corto alcance en respuesta a la medida similar tomada por el Gobierno de EE. UU.
El tratado INF, en el aire
02:35
El líder ruso descartó que su país se vaya a dejar arrastrar a una "costosa" carrera armamentística con EEUU, pero autorizó el desarrollo de armas, vetadas hasta ahora por el acuerdo suscrito en 1987 y considerado como uno de los pilares de la seguridad estratégica en el mundo.
Washington y Moscú se acusan desde hace años mutuamente de haber violado el INF.
El Ministerio de Exteriores culpó hoy en un comunicado a la OTAN de la suspensión del acuerdo.
Moscú argumenta que los miembros de la Alianza Atlántica "no han manifestado ninguna disposición a un diálogo sustancial sobre las lanzaderas MK-41 (estadounidenses) que ya están desplegadas en Rumanía y se emplazarán también en Polonia el próximo año, en violación del tratado INF".
"Son sistemas integrados en la defensa antimisiles de la OTAN que, por tanto, es uno de los responsables directos de que el acuerdo se haya visto socavado", declaró el departamento que dirige Serguéi Lavrov.
Teóricamente, tanto EE. UU. como Rusia aún pueden salvar el INF, ya que el proceso de la retirada completa del tratado se prolongará por seis meses, pero el líder ruso adelantó el sábado que Moscú no iniciará negociaciones al respecto con EE. UU. hasta que vea que su contraparte está preparada "para llevar a cabo un diálogo consistente y en igualdad de condiciones".
CP (efe, rtr)
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¿Guerra Fría recargada?
Con la suspensión del tratado nuclear INF, una de las principales iniciativas de desarme de los años 80 ha sido archivada. Este acuerdo fue un mérito de la diplomacia y del movimiento por la paz. Aquí una revisión.
Imagen: picture-alliance/dpa/P. Zinken
Rearme verbal y material
EE. UU. suspendió primero su participación en el tratado nuclear INF durante seis meses, y un día después, lo hicieron los rusos. Por el momento, estas decisiones ponen fin a una fase de tres décadas de entendimiento y desarme entre las principales potencias. Los militares y los políticos participaron en este pacto, igual que la sociedad civil, que se movilizó masivamente en los años ochenta.
Imagen: picture-alliance/dpa/P. Zinken
Arsenal del terror
El INF fue uno de varios tratados diseñados para frenar el terrorífico arsenal atómico creado por el rearme de la Guerra Fría. Aquí hay un misil Pershing II de EE.UU. equipado con una cabeza nuclear en la base estadounidense Mutlangen, en Baden-Württemberg (Alemania).
Imagen: picture-alliance/dpa/R. Schrader
Brindis por el entendimiento
El avance hacia el tratado INF fue logrado por el entonces presidente de EE. UU. Ronald Reagan (izquierda) y el líder soviético Mijail Gorbachov (derecha) en diciembre de 1987. Tras su firma en Washington, ambos políticos presionaron para un nuevo comienzo en las relaciones Este-Oeste.
Imagen: picture-alliance/dpa
Línea directa
Una de las grandes preocupaciones durante la Guerra Fría fue que las dos grandes potencias podrían declararse la guerra entre sí por un simple error de comunicación. Es por eso que los ingenieros de ambos países establecieron la llamada "línea directa" en 1963: una conexión directa entre Washington y Moscú. Esta imagen muestra un télex en el Pentágono en 1963.
Imagen: picture-alliance/ dpa
Entre dos frentes
Durante la Guerra Fría, el Telón de Acero corrió por el centro de Alemania. La República Federal de Alemania (RFA) estaba vinculada a Occidente, y la República Democrática Alemana (RDA) a la esfera de influencia oriental. En el caso de una guerra nuclear, el Gobierno federal tenía su propio búnker cerca de Ahrweiler, en su sede ubicada en Bonn.
Imagen: DW/Maksim Nelioubin
Gobierno subterráneo
En caso de una guerra nuclear, el Gobierno de Alemania Occidental debía continuar trabajando. Por lo tanto, el búnker estaba equipado con todo lo necesario. En el subsuelo también había una sala de reuniones con colores cálidos que supuestamente aliviaban el horror del búnker.
Imagen: DW/Maksim Nelioubin
¿Guerra nuclear? No, gracias
El temor a una posible guerra nuclear también impulsó a gran parte de la población a manifestarse. A fines de la década de 1970 surgió un movimiento por la paz que durante años exigió desarme y entendimiento. Aquí hay un pin correspondiente a una de las reuniones celebradas en Bonn, en octubre de 1981.
Imagen: HDG
Demostración histórica en el Hofgarten
El 10 de octubre de 1981, alrededor de 300 mil personas se reunieron en Bonn, entonces la capital de la República Federal, para protestar contra el armamento nuclear. La última reunión en el Hofgarten de Bonn se convirtió en una de las manifestaciones más impresionantes de la historia del movimiento alemán por la paz.
Imagen: picture-alliance/dpa/K. Rose
"Reunión de los valientes..."
"...no de los temerosos". Así describió el político del SPD Erhard Eppler, uno de los actores clave en el movimiento por la paz, al mitin de Bonn. Las palabras de Eppler se referían a que justamente quienes expresaban temor a la guerra eran valientes por ello.
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Athenstädt
Bloqueo por la paz
En septiembre de 1983, los opositores a las armas nucleares bloquearon el depósito de armas de EE.UU. en Mutlangen. Entre ellos estaban el Nobel de Literatura Heinrich Böll y su esposa, Annemarie. Böll dijo que estaba allí "porque sería muy fácil defender algo tan primordial solo desde mi escritorio. También deseo solidarizarme con todas aquellas personas que tanto se sacrifican".
Imagen: picture-alliance / dpa
Críticas desde las Fuerzas Armadas
Uno de los opositores al rearme más famosos fue el general de división Gert Bastian. Junto con la política Petra Kelly, protestó contra el despliegue de misiles nucleares de mediano alcance en Europa. En 1983, ambos fueron de los primeros políticos del partido ecologista Los Verdes en ser electos para ingresar al Parlamento alemán.
Imagen: AP
Objetivos comunes en Occidente y Oriente
Muchas personas también tomaron las calles en la parte oriental de Alemania. "Espadas en arados" fue el lema del movimiento por la paz allí. Fue inventado en 1980 por el joven pastor Harald Bretschneider. Desde las filas de los activistas por la paz de Alemania oriental también surgió un movimiento de protesta contra el sistema político de la RDA.
Imagen: DW/W. Nagel
Logro I: desarme en el Este
El tratado INF llevó el desarme masivo del potencial nuclear a ambos lados del Telón de Acero. Esta foto de 1989 muestra una serie de misiles soviéticos SS-20 destruidos.
Imagen: picture-alliance/akg-images/Russian Picture Service
Logro II: desarme en Occidente
Los estadounidenses también retiraron sus armas nucleares de Europa. En 1988 abrieron el depósito de Mutlangen para la prensa internacional. Luego se llevaron los cohetes Pershing II a EE.UU., donde fueron desarmados. El peligro de que Europa pudiera convertirse en el escenario de una guerra nuclear parecía haber acabado.