Pocos días después de que Hungría asumiera la presidencia rotatoria del Consejo de la Unión Europea por seis meses, el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, viajó a Kiev, Moscú y Pekín como interlocutor y pacificador autoproclamado.

En un reciente mensaje en la plataforma X, Orbán elogió a China como la única potencia mundial "claramente comprometida con la paz" entre Rusia y Ucrania, y se presentó como un hombre en misión de paz al concluir su reunión con el presidente chino, Xi Jinping.

Aunque no dijo explícitamente que representaba a la Unión Europea (UE), algunos creen que quiso dar esa impresión.

Para Kaja Kallas, la próxima responsable de la política exterior de la UE, Orbán está "explotando" la presidencia húngara del Consejo e intentando "sembrar confusión" en torno a la política del bloque comunitario sobre Ucrania.

Expertos afirman que la maniobra más reciente del primer ministro húngaro forma parte de un plan a largo plazo para presentarse como el líder de la ultraderecha en Europa, y que está apostando por el regreso al poder del candidato republicano estadounidense Donald Trump.

¿Cuáles son los objetivos políticos de Orbán?

Julien Hoez, asesor político y experto en asuntos políticos de la UE, cree que Orbán busca ganar puntos en casa después de que su partido, el Fidesz, obtuviera los peores resultados electorales de su historia en los comicios europeos celebrados en Hungría, el mes pasado.

Aunque su partido y sus aliados obtuvieron el 44 por ciento de los votos, perdieron terreno frente a Peter Magyar, importante rival de Orbán.

No obstante, el primer ministro también quiere presentarse como líder de una ultraderecha creciente en Europa y construir un "eje antiliberal'' desde Estados Unidos hasta Europa, asegura Hoez.

Según el asesor político, Orbán trata de posicionarse como líder de los euroescépticos, de aquellos que están más interesados en las relaciones con China o Rusia, o no quieren involucrarse y, en general, muestran tendencias aislacionistas como las que se ven en Estados Unidos.

El lunes pasado, 8 de julio, el partido Fidesz de Viktor Orbán entró en una nueva agrupación de ultraderecha en el Parlamento Europeo, llamada "Los Patriotas". La formación del grupo parlamentario y el viaje del primer ministro húngaro a Pekín fueron una demostración de fuerza ante las bases de Trump en Estados Unidos, dicen observadores.

Y es que, además de emerger como una figura destacada del ecosistema de ultraderecha en Europa, Orbán también quiere presentarse como un espíritu afín a Donald Trump.

¿Un aliado de Trump en Europa?

Pierre Haroche, profesor asociado de Política Europea e Internacional y miembro asociado del Instituto Jacques Delors, un centro de análisis, está convencido de que Orbán quiere allanar el camino para un acuerdo, en caso de que Trump recupere la presidencia de Estados Unidos.

"Trump ha dicho que quiere poner fin al conflicto [la guerra de Ucrania] en 24 horas. A Orbán le gustaría poder decir que ya he hablado con las partes implicadas y convertirse en un facilitador indispensable", observa Haroche.

La próxima parada de Viktor Orbán es Washington, y hay especulaciones sobre si el mandatario húngaro se reunirá con Donald Trump durante su estancia en Estados Unidos, o si simplemente asistirá a la cumbre que conmemora el 75 aniversario de la OTAN.

(vt/cp)