El expresidente de Polonia se reunió con el excanciller alemán por primera vez en 1989 en Varsovia, justo el día en que cayó el muro de Berlín. Walesa repasa sus principales recuerdos de su relación con Kohl.
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DW: Señor Walesa, el arte diplomático de Kohl se caracterizaba por generar relaciones personales y amables con los principales líderes del mundo, lo que le permitió conseguir toda clase de compromisos. Para usted, ¿Kohl era más un amigo o un colega político?
Más un amigo. Cuando había una cena para hablar de asuntos oficiales, el decía "hablemos tranquilamente, con normalidad”. Era un tipo relajado en ese tipo de relaciones. Eso lo hacía simpático. A mí me caía bien y me gustaba esa forma de ser, normal, directa.
¿Recuerda su primer encuentro con Kohl, o hay alguna reunión que le resulte especialmente memorable?
Claro, y no lo olvidaré hasta el último de mis días. Entonces yo era aún sindicalista. Fue el 9 de noviembre de 1989. Polonia ya tenía su primer gobierno democrático con Tadeusz Mazowiecki. Ese día llegó Helmut Kohl con una delegación a Varsovia y debía reunirse también conmigo, como jefe de los sindicatos. "Señores", les dije a Kohl y a (el ministro de Exteriores alemán) Hans-Dietrich Genscher, "pronto caerá el muro de Berlín, pronto la Unión Soviética colapsará. ¿Están ustedes, como principal potencia europea, preparados para ello?". Y vino la respuesta, creo que de Kohl. "Estimado señor Walesa, nos encantaría tener esos problemas. Pero algo así no lo vamos a ver. Hasta que algo así ocurra, crecerán árboles sobre nuestras tumbas". Y esa misma tarde debieron cancelar la visita oficial a Varsovia, porque el muro de Berlín había caído.
Como político, Kohl generaba opiniones polarizadas en su país. ¿Cómo era visto en Polonia?
Para nosotros era Genscher quien encarnaba la fuerza intelectual política alemana. Kohl era percibido, en tanto, como un político muy hábil. Consideremos que consiguió posicionarse políticamente de tal forma que siempre ganó las elecciones y siempre fue popular también en Europa Central y Europa del Este, y por cierto en todo el mundo. Eso lo vimos nosotros ya en esa época.
En esa época también fueron las negociaciones sobre la Línea Oder-Neisse. ¿Cómo fueron esas conversaciones? Kohl demoró la toma de una decisión...
Sí, tenía dudas. Yo intenté dejarle muy en claro en cada una de nuestras reuniones qué quería Polonia. Yo creo que le ayudó a entender mejor la perspectiva polaca. Nosotros queríamos que él comprendiera cuán necesario era el reconocimiento de la frontera.
¿Qué tan difícil fue convencerlo?
Él tenía su posición sobre ese tema. Se pudo hacer, pero costó mucho trabajo.
Y luego vino la reunificación. ¿No le preocupó que su vecina Alemania fuera ahora tan poderosa?
Las personas racionales no tienen esos temores. No se pensaba en eso. Nosotros sabíamos que lo lógico y lo correcto era la reunificación.
Le pregunto otra vez sobre cómo era Kohl en persona. A mí me tocó vivir una vez esa experiencia: él entró en la habitación y se apoderó de todo, ensombreciendo a los presentes.
Sí, pero yo estaba sobre eso. Siempre estuve convencido de mis planes y no me dejaba sorprender tan fácilmente. Me acuerdo que, siempre que nos reuníamos, Kohl me decía: Me acabo de tomar ocho cafés, así que ya podemos conversar. Creo que tomaba muchísimo café para estar atento. Era grande, sí. Pero usaba esa fuerza de forma pacífica, así lo sentí entonces.
Cuando usted mira ahora a Alemania, ¿quién lleva adelante el legado de Kohl, a su juicio?
Hay que verlo todo en su contexto. Quien era bueno hace 50 años, no es necesariamente bueno hoy, y viceversa. Son otros tiempos y otros desafíos. No es tan fácil hacer una comparación de ese tipo.
Autora: Magdalena Gwózdz (DZC/VT)
Helmut Kohl: vida y obra del "canciller eterno"
Helmut Kohl gobernó durante 16 años la República Federal de Alemania. La caída del Muro de Berlín y la posterior reunificación de Alemania marcaron el punto culminante de su carrera política.
Imagen: Imago/S. Simon
Récord de gobierno
Helmut Kohl se convirtió en canciller germano federal el 1 de octubre de 1982. Gobernó durante 16 años, superando a todos sus antecesores. La caída del Muro de Berlín y la posterior reunificación de Alemania marcaron el punto culminante de su carrera política. Tras el desastre electoral que sufrió su partido en 1998, renunció también a su jefatura, que había ostentado por más de 25 años.
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Ascenso político en la era de Adenauer
Helmut Kohl se afilió a la Unión Cristianodemócrata (CDU) en 1947 y fue cofundador de la organización juvenil del partido. En 1950 comenzó sus estudios, primero de derecho y luego de historia y ciencias políticas. Rápidamente ascendió y a partir de 1966 formó parte de la directiva federal de la CDU.
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Un joven primer ministro
En 1966, Helmut Kohl fue elegido presidente de la CDU de Renania Palatinado. En mayo de 1969 se convirtió en primer ministro de ese estado federado. Dos años más tarde obtuvo otro triunfo: bajo su conducción, la CDU ganó la mayoría absoluta en las elecciones parlamentarias regionales de 1971 en Renania Palatinado.
Imagen: AP
Idilio engañoso
Sobre todo en las vacaciones, Helmut Kohl intentaba transmitir la imagen de una familia feliz. Pero su mujer Hannelore y sus hijos, Walter y Peter, padecían las largas ausencias del político y el interés de la opinión pública por sus vidas.
Imagen: imago/Sven Simon
Un cuarto de siglo al mando de la CDU
En junio de 1973, Helmut Kohl fue elegido jefe de la CDU a nivel federal, cargo en el que se mantendría por 25 años. Con una radiante sonrisa se muestra aquí junto al también recién electo secretario general del partido, Kurt Biedenkopf, en el congreso extraordinario de la CDU, en Bonn.
Imagen: picture-alliance/dpa
En la cúspide
En 1982 se produjeron tensiones entre los socialdemócratas y los liberales, que formaban coalición de gobierno con el canciller Helmut Schmidt a la cabeza. Los liberales decidieron aliarse con la CDU y, juntos, derribaron el gobierno con una moción de censura. Helmut Kohl se convirtió así en el nuevo jefe de gobierno. En la foto, Helmut Schmidt lo felicita por su elección.
Imagen: picture-alliance/dpa
Gesto de reconciliación
La imagen de dos estadistas tomados de la mano, François Mitterrand y Helmut Kohl, dio la vuelta al mundo. Fue captada en una ceremonia de reconciliación germano-francesa, celebrada en 1984 en un cementerio de soldados de Verdún. Alemanes y franceses libraron allí sangrientas batallas en 1916. Durante la ceremonia, ambos mandatarios se tomaron sorpresivamente de la mano. Un gran gesto simbólico.
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La reunificación
Tras la caída del Muro de Berlín en 1989, Helmut Kohl consiguió por medio de negociaciones internacionales consumar la reunificación de Alemania. El 3 de octubre de 1990, la República Democrática Alemana (RDA) se adhirió a la República Federal. En el cenit de su carrera, el canciller Kohl saluda en esta imagen a la gente desde el edificio del Reichstag, en Berlín.
Imagen: picture alliance/dpa
La promesa de prosperidad
A comienzos de la década del 90, el canciller Helmut Kohl era aplaudido eufóricamente en los estados alemanes recién incorporados a la República Federal, por haber logrado la reunificación. Su legendaria promesa de un futuro con “paisajes florecientes” en el este fue muy criticada en años posteriores.
Imagen: picture alliance/dpa
Mentor de la primera canciller
Sin Helmut Kohl es difícil imaginar el ascenso de la actual canciller, Angela Merkel. Él fue su mentor. En los años 90 la puso al frente del Ministerio de la Familia y luego de la cartera del Medio Ambiente.
Imagen: picture alliance / dpa
Derrota tras 16 años de gobierno
En septiembre de 1998, la CDU perdió las elecciones parlamentarias. Se abría así el camino al primer gobierno de coalición de socialdemócratas y verdes, dirigido por Gerhard Schröder. En octubre de 1998, el ejército ofreció una ceremonia de despedida a Helmut Kohl. Con 16 años de gobierno, fue el canciller que por más tiempo dirigió los destinos de Alemania.
Imagen: picture-alliance/dpa
El escándalo de las donaciones
En el año 2000, un escándalo de donaciones ilegales recibidas por la CDU afectó seriamente a Helmut Kohl. Por falsa rendición de cuentas, el partido fue condenado a una multa de más de 40 millones de marcos. Dentro de la cúpula de la CDU se produjo un quiebre. Kohl renunció a la presidencia honoraria.
Imagen: picture-alliance/dpa
Dolorosa pérdida
En julio de 2001, Hannelore Kohl se suicidó. Padecía una severa alergia a la luz. Ella y su marido tenían 41 años de matrimonio. En la foto se ve también a sus dos hijos, Walter y Peter Kohl.
Imagen: AP
Nueva pareja
Cuatro años después de la muerte de su mujer, Helmut Kohl rehizo su vida sentimental con la economista Maike Richter, 34 años menor. Ambos contrajeron matrimonio en 2008.
Imagen: AP
Audiencia con el Papa
Durante la visita que realizó a Alemania en septiembre de 2012, el Papa Benedicto XVI quiso reunirse a toda costa con una persona: Helmut Kohl, el “canciller de la reunificación”. Ambos conversaron durante 25 minutos.
Imagen: dapd
Homenaje postal
Doce centímetros cuadrados en su honor: por sus méritos en favor de Alemania y Europa, la República Federal homenajeó a Kohl con una estampilla especial, en 2012. Muy pocas personalidades son distinguidas en vida con semejante honor.
Autor: Günther Birkenstock