No ha logrado mucho

FRANKFURTER ALLGEMEINE ZEITUNG, Fráncfort, conservador: “La frase de Oettinger de que Filbinger fue un adversario de los nacionalsocialistas está tan lejos de la realidad y la verdad históricas, que la retractación era sólo una cuestión de tiempo. Günther Oettinger gobierna ya desde hace dos años en Stuttgart y hasta ahora no ha logrado mucho. Ya su antecesor, Erwin Teufel, había puesto en duda las virtudes del “delfín”. Pero ahora la cuestión no es si Oettinger tiene o no el aura que debe distinguir a todo jefe de Gobierno de un Land que se precie. El desafortunado discurso de Friburgo arroja la pregunta de si da la talla para la política a nivel nacional”.

Imperdonable

TAGESZEITUNG, Berlín, de izquierda alternativa: “Oettinger se manifestó en los últimos días de forma y manera imperdonables. El distanciamiento de sus propias palabras que realizó ayer no cambia nada. Ese distanciamiento vino demasiado tarde y es poco creíble. Por ello es correcto continuar exigiendo su renuncia como jefe de Gobierno del Estado de Baden Wurttemberg.”

Agrandando el error

DIE WELT, Berlín, conservador: “En su discurso, Oettinger tuvo la oportunidad de reflexionar acerca de cómo un colaborador de los nazis se transformó en un demócrata, incluso con muchos méritos. De esa forma hubiera descrito el proceso de aprendizaje y consolidación de esta República. No lo hizo, seguramente no por falta de convicción, sino porque le faltaron las palabras. Y continuaron faltándole día tras día en sus burdos y tontos intentos de defender a posteriori lo que había dicho, de explicarlo, relativizarlo y en parte disculparse por ello. Al final, bajo las presiones desde su propio partido político, retiró todo lo que había dicho. Con cada voltereta que dio sólo logró agrandar el error.”

Reprimenda de la canciller

SÜDDEUTSCHE ZEITUNG, Múnich, de izquierda liberal: “Se entiende que Oettinger haya recibido una reprimenda justo de Angela Merkel. La canciller, que proviene del este de Alemania, no vivió el conflicto permanente que se da en el oeste de Alemania en relación con los crímenes de los padres y la arrogancia de los hijos. Para ella es un sobreentendido que el juez de la Marina Filbinger no puede haber sido de manera alguna un opositor durante la era nazi. En el caso de Oettinger es diferente: sobre el cadáver de Filbinger continuó una discusión que va desde el caso Globke en la era Adenauer, pasando por la Cruz de Caballero para Erich Mende hasta el tardío valor de Günther Grass de reconocer que en su juventud sirvió en las SS. Como la generación de quienes vivieron la era nazi está desapareciendo, en el futuro no va a haber muchos más debates de este tipo.”