Bayer Leverkusen, que estuvo con un jugador menos durante más de una hora, resistió ante Stuttgart y aprovechó su oportunidad en el tramo final para, con un gol del checo Patrik Schick en el minuto 88, sobrevivir este sábado (17.08.2024) y vencer en los penales para lograr la Supercopa de Alemania, instancia que une a la Bundesliga y la Copa que amarró en la pasada temporada.

El equipo de Xabi Alonso, derrotado apenas una vez en la campaña anterior -final de la Liga Europa- estuvo en apuros esta vez. Si bien Victor Boniface abrió la cuenta en el minuto 11, apenas 240 segundos más tarde Stuttgart, dirigido por Sebastian Hoeness, empató por intermedio de Enzo Millot. Leverkusen controló el partido hasta la expulsión de Martin Terrier, en el minuto 37, tras una fuerte entrada.

Entonces Stuttgart pudo manejar mejor las situaciones, hasta que Deniz Undav (minuto 63) perforó la valla defendida por Lukáš Hrádecký. Luego el juego cayó en una suerte de vacío donde ningún equipo lograba tomar el control. Pero si algo caracteriza a este Leverkusen es que nunca se rinde. Y tras pase de Álex Grimaldo, Schick puso, en el minuto 88, el empate que forzó los penales.

Nuevos desafíos

Desde los doce pasos, los de Alonso fueron más efectivos. Dos errores en los disparos de Stuttgart (Kratzig y Silas) permitieron a los aspirinos vencer por 4-3 y quedarse con la Supercopa, protagonizada esta vez por estos equipos, los mejores de la temporada anterior y que se dieron el lujo de opacar a Bayern Múnich y Borussia Dortmund, habituales animadores del campeonato alemán.

Algo tiene Leverkusen que se mantiene de pie a pesar de los contratiempos. Tal y como sucedió tantas y tantas veces en la campaña anterior, cuando resistió y remontó en los tramos finales unos cuantos partidos en los que logró puntos importantes, esta vez también aguantó y apeló a la épica para sacar adelante la tarea. Ahora se viene la Bundesliga y la Copa de Alemania, inmediatos desafíos para el campeón alemán.

DZC (EFE, AFP)