El inicio del entrenamiento del Bayer Leverkusen se centró primero en su “niño-problema”: Michael Ballack y su involuntario fin de carrera en la selección nacional. La penosa discusión en torno a un posible juego de despedida dominó los titulares de la prensa nacional, para disgusto del director deportivo de Bayer, Rudi Völler.

“Ya son suficientemente adultos como para poder resolver esas cosas sin asesores”, dijo Völler aludiendo a la directiva de la selección y a la federación futbolística germana, pero sin excluir a su mediocampista de la crítica. “Sé también lo testarudo que puede ser Ballack, así que no es tan fácil”, reconoció.

Del ex capitán de la selección alemana, el Bayer Leverkussen espera grandes cosas en esta temporada. Tiene que demostrar ahora quién es, estima Völler. Finalmente Ballack podrá concentrarse en el equipo, pues a fin de cuentas tiene una gran deuda con él, dice el directivo.

Las metas del subcampeón del pasado año son altas. Bayer Leverkusen, el “eterno subcampeón” quiere alcanzar la cima de la Bundesliga y sacudirse, por fin, el mote de “Vicekusen”.

A cargo está el nuevo técnico, Robin Dutt, quien sustituyó a Jupp Heynckes tras su cambio al Bayern Múnich. Dutt ya apuntó al primer puesto en una entrevista de prensa: “No tendría sentido, tras el segundo puesto de la pretemporada, apostar ahora por un tercer o cuarto puesto”, declaró.

La dirección del equipo está convencida de las habilidades del entrenador de 46 años, asegura el gerente del Leverkusen, Wolfgang Holzhäuser. “Robin Dutt se ha desarrollado muy bien e hizo un gran trabajo en el Friburgo”, dijo Holzhäuser. “Es el apropiado para continuar aquí el trabajo de Jupp Heynckes”, agregó el directivo.

La más cara adquisición del Leverkusen, el joven seleccionado André Schürrle –llegado del FSV Maguncia 05 a cambio de ocho millones de euros–, tiene la misión de contribuir a la mayor cantidad de goles posible. Además, Dutt se ha traído consigo del Friburgo a Ömer Toprak. El defensa debe sustituir al recién retirado Samy Hyypiä.

Las malas noticias son para el portero René Adler, que estará fuera de juego por un tiempo prolongado, tras una operación de rodilla. Aún no se ha decido quién cubrirá la portería al comenzar la temporada. Disponibles quedan el recién llegado del MSV Duisburgo David Yelldell y un retoño propio del Leverkusen, Fabian Giefer.

Butt quiere ponerle el ojo encima también al apartado de la formación de jóvenes talentos. Entre ellos, en la retaguardia del Leverkusen, se hallan el delantero Samed Yesil y el mediocampo Okan Aydin, deportistas que tuvieron un alto rendimiento en el campeonato sub-17. “Si veo que son mejores que otros, tendrán una oportunidad”, anunció Dutt y dejó claro que la Bundesliga no es una meta inalcanzable para un jugador de 17 años.

La más difícil tarea de Dutt será, como sea, acabar de integrar a Ballack, figura clave del Leverusen, al equipo. “Para mí, que estoy en el otoño de mi carrera, es muy bonito poderme concentrar nuevamente en el fútbol”, ha dicho Ballack, que quiere “dar lo mejor” de sí.

Y “lo mejor” sería el título en el campeonato de primera división, la Bundesliga, pues acaban de ser eliminados en la Copa de la Federación Alemana de Fútbol (DFB Pokal).

Pero el Leverkusen aspira también a la Liga de Campeones de la UEFA. Por primera vez en los últimos siete años el equipo vuelve a lucha por la Champions. Es una oportunidad de oro para Ballack, para responder a las más recientes polémicas en el campo.

Autora: Olivia Fritz / RML

Editora: Emilia Rojas Sasse